A poco más de 24 horas para pisar El Molinón y dar pistoletazo de salida a la temporada, el Levante maniobra a contrarreloj para que Julián Calero tenga el mayor número de herramientas posibles a su disposición. LaLiga, y su límite salarial, aprietan a un club que anda justo de efectivos para medirse al Sporting de Gijón. A lo largo del día de ayer alistó en sus filas a Andrés Fernández y a José Luis Morales para sumarse a una plantilla que cuenta con las siguientes inscripciones: Dela, Elgezabal, Óscar Clemente, Sergio Lozano, Oriol Rey, Kochorashvili, Algobia, Roger Brugué, Bouldini, Iván Romero y Fabrício, quien no estará disponible por lesión. Un escenario que inquieta a Julián Calero.
«Tenemos problemas con las inscripciones. Es inaudito y es malo para todos. Entiendo que LaLiga tiene unas condiciones y es un tema regulado con la UEFA. Lo que sucede es que el Getafe va con 15 jugadores a la convocatoria de la primera jornada y es una imagen lamentable para LaLiga. No sabemos con cuántos futbolistas vamos a poder contar. El mercado tiene que acabar antes del inicio. No puede ser que en la primera jornada uno juegue con un equipo y en la cuatro casi se juegue con otro. El fútbol está hecho para los aficionados», dijo el técnico, quien, minutos después, insistió en la poca flexibilidad de LaLiga para inscribir jugadores, hasta el punto de que, a la espera de ver si es una fórmula válida, no podrá competir con dorsales de filial para ciertos jugadores de la plantilla. «LaLiga no permite cualquier cosa. Está absolutamente controlado. Lo que me inquieta es estar pensando en las inscripciones para hacer la alineación. No es cuestión solo de este club, están muchos así con pocos jugadores inscritos. O hacen algo productivo o acabaremos jugando con juveniles las tres primeras jornadas. Si por estos temas no pueden jugar tres jugadores que hemos traído, el camino no es el correcto. Estamos dando una imagen muy triste para todos», aseguró el técnico.
Lejos de buscar excusas, Calero sabe que la cuenta atrás ya ha comenzado. Después de mes y medio de pretemporada empieza lo que al madrileño le motiva: los puntos en juego y la competitividad. Sin embargo, cree que el equipo está en condiciones de dar el cien por cien y de estar a la altura de un escenario como El Molinón, al igual que con ganas e ilusión de vivir un año cargado de emociones. «Tenemos el cosquilleo del inicio de la competición, que es muy bueno. No me gustan las pretemporadas. Lo que me gusta es la realidad y la competición. Los chicos están con ganas y expectantes. Vamos a por todas y estamos ilusionados». Un vestuario que, aunque sirva solo de preparación, ha realizado una pretemporada que le ha servido para ganar confianza. «Siempre es mejor ganar que perder en cualquier momento, da igual amistoso que en liga, porque generas más confianza. El hecho de que lo hayas obtenido ahora, no creo que te da algo más en liga. Ha permitido comprobar cómo estaba el equipo, cómo se llega a este comienzo, saber mejor los jugadores que tengo… Las victorias son buenas, pero no hay que estar confiados».