José Luis Gil Soto y Dimas Prychyslyy han sido este martes protagonistas en la Feria del Libro de Sevilla, ya que ha presentado sus respectivas novelas que se alzaron el pasado mes de junio con los premios Ateneo. Gil Soto lo ha hecho con ‘Si yo te contara’, una historia ambientada en plena guerra civil española y en los movimientos que hubo para proporcionar armas a las tropas de ambos bandos. Por su parte, el autor ucraniano afincado en España ha dado a conocer ‘Cuchara, chuchillo, tenedor’, donde se narra la crisis de identidad que sufre un escritor, todo ello aderazado con un gran sentido del humor.
Los Premios Ateneo, que otorga la editorial Algaida, están apoyados por los ámbitos culturales de la Fundación Unicaja y de El Corte Inglés. El editor de Algaida, Miguel Ángel Matellanes, ha dicho que este año «contamos dos novelas que no tienen nada que ver la una con la otra». Respecto a la obra de Dimas Prychyslyy, ha comentado que es una novela que trata sobre «la construcción de la identidad. Tiene algo de novela de aprendizaje, donde se construye el personaje. Una parte de esa identidad nos viene dada, pero David, el protagonista, tiene que construir su identidad. Su familia emigra de la Ucrania de la antigua URSS a España. Se ve la evolución de España a través de cuarenta años, desde los noventa a la actualidad. Vemos al principio la España de los 90 bajo la mirada del niño. Igualmente ha sostenido que «la novela tiene el humor para salvarlo del entorno. En ese sentido la madre de David se hace católica, protestante y ortodoxa».
Dimas Prychyslyy ha comenzado dando las gracias a Algaida, al Ateneo y a las Fundaciones Unicaja y El Corte Inglés «por sumarme a la gran nómina de autores que han ganado estos premios. En mi novela doy algunas respuestas como de dónde soy. La historia se sale fuera de los estados y la norma. Lo que he querido es desmontar la identidad. David es un personaje miope a la realidad y está un poco perdido. Hay una primera parte donde el escritor no puede acabar una novela y una segunda donde le cuenta sus miserias a la Petricor. Hay una influencia clara de escritores como Ángel Vázquez, Álvaro Retana y Eduardo Mendicutti».
También este autor de origen ucraniano ha indicado que «todo lo que hay en David es mentira como todo en la ficción. Incluso la biografía es mentira. No me gustaría conocer a un personaje como David. Yo práctico la intertextualidad, por no decir copiar. Hay que ser muy serio para ser frívolo». Asimismo, ha añadido que «escribir con humor es más divertido que caer en el victimismo y compadecerse. El humor es generacional. Yo envejezco mal. He aprendido mucho de Mendicutti por ir a los bares y aprender de la gente».
Por otra parte, Matellanes ha destacado de José Luisa Gil Soto que ‘Si yo te contara’ es su sexta novela y que fue un autor que se confirmó tras escribir ‘Madera de savia azul’ y ‘Lágrimas de oro’. Aludiendo a la actual guerra de Ucrania, el editor de Algaida ha señalado que «una guerra es algo muy caro y difícil de mantener por el tema del suministro de armas. La novela de José Luis va sobre el suministro de armas que tuvieron que hacer ambos bandos en la guerra civil». Igualmente ha resaltado que «desde la embajada de París se inicia una trama que recuerda a una película de Hitchcock al retratarse a un personaje gris. Armando está al servicio de la República y su mujer, Luz, también estará en una misión para conseguir armas para el otro bando. Los personajes no se mueven por ideologías, sino donde las circunstancias les han situado».
José Luis Gil Soto ha iniciado sus palabras diciendo que «parece que cuando se habla de la guerra civil española se habla de una mitad sobre la otra mitad, pero en la guerra hubo una tercera España. Los protagonistas son un matrimonio en el que cada miembro no sabe dónde está el otro. Se plasman episodios tan desconocidos como que el gobierno de la República le compró armas a los nazis. El lector va acompañando a Armando y Luz por ciudades protagonistas de esta historia. En Amberes ambos bandos compraron armas. También en el Berlín nazi y en Toulouse, que tenía dos aeropuertos».
José Luis Gil Soto indaga en su novela en los estafadores que vendieron armas durante la guerra civil a precios desorbitados
Añade el autor extremeño que «los que escribimos novela histórica investigamos poco y nos documentados mucho. Yo leí el ensayo ‘Armas para la República’, que tiene un subtítulo tan ilustrativo como ‘Contrabando y corrupción, junio 1936-mayo 1937’. En esa época que he novelado hubo muchos estafadores. Las armas se vendían a unos precios desorbitados -incluso diez veces más caras de su valor normal-, porque hubo muchos estafadores y oportunistas».
Dice también este autor que «los escritores de novela histórica investigamos poco, pero nos documentamos mucho». Y ha finalizado recalcando que la población de esa llamada tercera España fue la mayoría. «Muchos tomaron partido por un bando determinado por circunstancias personales. No es cierto que una mitad se enfrentara a la otra. Hay familias enteras que no pertenecían a ningún bando y que formaban parte de esa tercera España», ha concluido.