Es complicado dirimir qué parte del éxito de la España campeona del mundo de fútbol femenina perteneció a las jugadoras y cuánto a Jorge Vilda, el por entonces seleccionador. Las jugadoras le echaron un pulso y solo la intermediación del por entonces presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, mantuvo en el cargo al técnico. Las futbolistas denunciaban que no estaba a la altura de las exigencias profesionales de las rivales a las que se medían en los torneos de máximo nivel.
La realidad es que al final España terminó ganando el Mundial con Vilda en el banquillo y cobrando protagonismo con decisiones técnicas que resultaron acertadas en los diferentes partidos de la competición. Pero tras el escándalo del beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso, el seleccionador se quedó sin escudo tras la marcha del dirigente de Motril y terminó siendo despedido de la selección.
A Marruecos, con galones
Vilda aceptó el cargo de seleccionador de Marruecos y se marchó al país norteafricano con la escarapela de campeón del mundo en su currículum a desarrollar el fútbol femenino marroquí. Sin embargo, algo más de un año después el madrileño solo acumula malas noticias. Para empezar, no fue capaz de clasificar a la selección olímpica de Marruecos, también dirigida por él, para los Juegos de París, al caer con una Zambia a la que entraba en los pronósticos que pudieran derrotar y asegurar así su clasificación olímpica.
El varapalo no fue bien digerido por los dirigentes norteafricanos, que ahora han visto como su selección Sub-20 se marcha del grupo clasificatorio para el Mundial con tres derrotas en tres partidos, cero goles a favor y seis en contra. Las de Vilda han sido doblegadas por Paraguay, Estados Unidos ¡y España! Las chicas que entrena Sonia Bermúdez habían quedado encuadradas en el mismo grupo del Mundial que el combinado marroquí y pese a alinear a un equipo plagado de jugadoras no habituales, las españolas se impusieron con enorme solvencia por un desahogado (2-0). El mismo resultado que han cosechado las de Vilda en los tres encuentros del grupo.
En Marruecos comienzan a dudar de la capacidad el madrileño para llevar al fútbol femenino de Marruecos a un escalón más alto, después del mal papel de su equipo Sub-20 y del fiasco en la eliminatoria para los Juegos Olímpicos ante Zambia. Vilda, de 43 años, firmó un contrato con la federación marroquí hasta 2027, fecha en la que se jugará el próximo Mundial femenino en Brasil. Marruecos confía en corregir la deriva de su fútbol femenino y convertirse en una potencia en el continente africano para ganar visibilidad en los grandes torneos mundiales.
Mientras Vilda no termina de convencer en Marruecos, las jugadoras que le desafiaron en su día siguen escribiendo páginas brillantes en la historia del fútbol español, como en los Juegos Olímpicos, donde rozaron la medalla tras caer ante Brasil en semifinales y ante Alemania en el partido por el bronce. Las vigentes campeonas del mundo luchan ahora por defender la corona de la Nations League, que conquistaron en su primera edición ganando a Francia en la final (2-0) en Sevilla con goles de Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey.