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Italia se enfrenta a sus demonios para evitar otra eliminación dantesca

Un Italia – Macedonia del Norte sería, hace apenas unos años, un partido de fútbol para sibaritas (‘panenkitas’ en el argot moderno). Un duelo que la ‘Nazionale’ afrontaría para cuadrar cuentas o enseñar alguno de los nuevos talentos del ‘calcio’. Desde el 24 de marzo de 2022 es un choque que genera escalofríos desde Turín hasta Calabria y que volverá a ser clave, esta vez para que la selección italiana esté en la Eurocopa 2024.

El mencionado día, los ‘azzurri’, entrenados por Roberto Mancini, se quedaron fuera de Qatar, su segundo fracaso mundialista consecutivo. Volverán a verse las caras con el rival cuyo nombre les provoca un temblor el pescuezo. Las cuentas salen solas si Italia vence a Macedonia del Norte este viernes en el Stadio Olimpico de Roma (20:45) y hace lo propio el lunes, 20 ante Ucrania en el BayArena (20:45), donde los de Rebrov juegan como locales por la invasión de Rusia. Con cuatro puntos, por las coordenadas actuales, también bastaría.

La Nations aseguró la repesca

Eso es mucho decir para un grupo agitado que ya ha recorrido los nueve infiernos en círculos concéntricos que describía su compatriota Dante en ‘Infierno’, la primera parte de la ‘Divina comedia’. De ningún modo Italia imagina otra elminación. A falta de dos partidos es tercera en el grupo C, liderado por Inglaterra (16) y a tres puntos de Ucrania (tiene un partido más). Macedonia tiene siete y Malta, colista, no ha sumado.

“Gracias a que la selección llegó a la fase final de la Nations League, iría directamente a la repesca. Por ahora, los rivales que aparecen en el camino son Finlandia o Israel. No son complicados, aunque tampoco lo era Macedonia del Norte en su día, el equipo que los eliminó y contra el que empataron en Skopje en el debut de Spalletti (1-1 el 9 de septiembre)”, analiza a El Periódico de España Mario Gago, periodista español afincado en Italia que colabora, entre otros medios, con ‘Onda Cero’.

Quedar fuera del mayor evento de selecciones en 2017 fue algo inasumible para los italianos, ganadores de cuatro Mundiales (1934, 1938, 1982 y 2006) y dos Eurocopas (1968 y 2020). La derrota frente a Suecia en la repesca condenaba a Italia a perderse su primer Mundial desde 1958. Lo más increíble de esta travesía por el desierto es que en el medio de la misma el equipo italiano se proclamó campeón de la Eurocopa 2020, corona que todavía detenta.

Los jugadores de Italia, a las órdenes de Luciano Spalletti, en la preparación para los duelos contra Macedonia del Norte y Ucrania. EFE


La crisis de futbolistas italianos

“Italia tiene una crisis de futbolistas. Fue la ‘tapada’ de la anterior Eurocopa, porque el equipo funcionó bien colectivamente, sobre todo en el aspecto defensivo. Todavía estaba Chiellini Jorginho en su mejor versión, además de Immobile o Chiesa“, recuerda Gago.

Aquello fue un ‘spin-off’ en la serie de terror para que Luciano Spalletti quiere un nuevo guion. Los últimos incendios fueron la fuga de Mancini a Arabia Saudí y la explosión del ‘Caso Scommesse’, relacionado con apuestas ilegales, en plena concentración para los partidos frente a Malta e Inglaterra. Tonali (Juventus) y Zaniolo (Aston Villa) abandonaron de inmediato el grupo.

El primero fue condenado a 10 meses sin jugar y el segundo está de vuelta con Italia, a la espera de declarar en la Fiscalía. A diferencia de Tonali y Fagioli (Juventus), condenado a seis meses de inactividad, Zaniolo nunca admitió haber apostado y dijo que solo jugaba al ‘blackjack’ y al póquer en sitios que no sabía que eran ilegales.

Los sustitutos del ausente Immobile

No estará Ciro Immobile para los partidos que decidirán si Italia se clasifica directamente para la Eurocopa. Spalletti le ha dejado fuera de la última convocatoria, pese a que a principios de septiembre fue nombrado capitán del equipo nacional, por ser el jugador con más partidos. Tomaba el relevo de Bonucci y Chiellini.

“Por supuesto que le sigo y le felicité tras el gol que anotó en Coppa, pero creía que había otros en mejores condiciones”, defendió el hombre que hizo campeón de Italia al Nápoles 33 años después. La ausencia del ariete genera debate, más si se tiene en cuenta que se nacionalizó al argentino Mateo Retegui este año para tener un ‘9’ de garantías. Un jugador que hasta esta temporada nunca había jugado en Europa.

De hecho, el delantero del Genoa no está en la última lista, donde los argumentos ofensivos son Domenico Berardi (cinco goles con el Sassuolo), Gianluca Scamacca (cinco tantos con el Atalanta); el ya nombrado Zaniolo o un Federico Chiesa (cuatro con la Juventus) que ha recuperado parte del tiempo perdido tras la rotura del ligamento cruzado que sufrió en 2022 y cuyas consecuencias ha ido arrastrando.

Luciano Spalletti, seleccionador italiano, junto a Federico Chiesa, delantero de la Juventus. EFE


El Inter como columna vertebral

La ausencia de Immobile no quiere decir que Spalletti vaya a jugársela sin hombres de jerarquía. Ha llamado a Jorginho, mediocampista del Arsenal que no vestía la camiseta ‘azzurra’ desde la semifinal de la Nations que Italia perdió frente a España. “Siempre me ha hecho sentir que quería ser parte de este grupo. Ahora que juega regularmente hemos decidido llamarle”, explicaba el seleccionador nacional, cuyo trabajo, por las circunstancias del mismo, se mira con lupa.

“Estos años ha bajado el nivel de la defensa, después del adiós de Chiellini. Nadie ha tenido ese nivel. Bastoni lo está intentando“, asegura Mario Gago, periodista español en Italia, quien considera que Italia puede reconstruirse sobre el central y otros compañeros en el Inter, subcampeón de Europa, como Acerbi, Dimarco, Frattesi o Barella. Ese es el reto de Spalletti, al que todo el país reconoce como un grandísimo entrenador.

Solo alguien con su carácter y libreto pudo asumir una situación tan complicada como la que se generó en verano. En agosto, Roberto Mancini, que asumió las riendas de la ‘Azzurra’ tras el fiasco de Rusia 2018, abandonó el cargo en medio de la clasificación y tras la ‘final four’ de la Nations League. Lo hizo para coger el testigo de Hervé Renard en la selección de Arabia Saudí, que organizará el Mundial 2034.

Spalletti para cubrir la fuga de Mancini

Sin embargo, el técnico responsable del triunfo en la Eurocopa 2020 dijo haber presentado su renuncia porque Gabriele Gravia, presidente de la Federación Italiana, “no quería que me quedara. Solo necesitaba una señal para detenerme y no lo hizo. Así ha sido durante meses”. Mancini aceptó una oferta millonaria y alegó que dejó “la selección a 25 días del próximo partido, no a tres”.

Por muchas excusas que amontonó, la huida fue la gota que colmó el vaso de una Italia herida y en transición hacia ninguna parte. “Estar aquí en mi presentación como seleccionador es una emoción que no se puede describir. Un sueño que comienza hace mucho tiempo. Cuando tenía 11 años, en el Mundial de México 1970 le pedí a mi madre que me hiciera una bandera italiana para celebrar el 4-3 contra Alemania. Ahora, esta bandera italiana la traeré de vuelta al campo cuando vaya al banquillo”, dijo en una presentación que era lo que el país necesitaba.

Roberto Mancini, en su presentación como seleccionador de Arabia Saudí. EFE


Spalleti firmó hasta 2026, esquivando una cláusula que le había impuesto el Nápoles tras su salida que le impedía fichar por algún equipo esta temporada. Demasiado tiempo para un cargo que se pone en juego cada partido. Debutó ante Macedonia del Norte con un empate que permitió a Ucrania adelantarle en el grupo. Un error de Donnarumma, portero del PSG, al que defiende a capa y espada, fue el causante del primer drama.

“¿Miedo? Lo superaremos juntos”

“Contra Ucrania se vivió otro nivel de inspiración en ataque y Frattesi hizo un partido magnífico (anotó un doblete decisivo en el 2-1 final)”, recuerda Mario Gago, periodista español en Italia. Sin embargo, en el tercer encuentro, frente a Inglaterra, la ‘Azzurra’ se llevó un baño de realidad al caer por 3-1 ante la mejor selección europea junto a Francia.

“Frente a Inglaterra vi muchos rayos de luz y no me encontré con una oscuridad tan intensa. Normalmente las derrotas se suelen borrar, pero vi muchas cosas que se hicieron bien”, aseguró Spalletti en la rueda de prensa de esta ventana decisiva. Con la serenidad que le acostumbra, pero sin quitarle ni un gramo de seriedad a lo que viene.

“¿Miedo? Lo superaremos juntos”, zanjaba el entrenador toscano, dispuesto a dejarse la vida en el intento. “Sin contar con futbolistas ‘top’, Italia se está recuperando bajo su mando. Es un gran motivador y hay que confiar. Hay calidad de sobra para ganar a Macedonia del Norte y a Ucrania”, sentencia Mario Gago, periodista en un país que añora vivir el ‘calcio’ como antaño, donde la mera posibilidad de estar fuera de una Eurocopa era una ‘Divina comedia’.



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