El Juzgado de Instrucción Número 3 de Badajoz citó a declarar la semana pasada al futbolista español Jannick Buyla tras su supuesta implicación en el amaño del partido entre el Badajoz y el Pontevedra jugado el año pasado en la jornada 27 de Primera Federación.
Según la investigación judicial, Buyla, por aquel entonces en las filas del Badajoz, estaría entre los que contactaron a dos jugadores granates, Pablo Cacharrón y David Soto, para que beneficiasen al conjunto extremeño en su lucha por la permanencia.
Ambos futbolistas, al conocer la tentativa de amaño, acudieron a las altas instancias de su club y fue la entidad granate la que trasladó el asunto a la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), que a su vez alertó a la Policía Nacional, según la información adelantada por el diario digital El Confidencial.
Cuando trascendió la noticia del intento de compra del partido hace un mes, la presidenta del Pontevedra, Lupe Murillo, fue tajante al respecto. “Los protocolos funcionaron. Lo supimos al momento, los jugadores nos lo contaron y nos curamos en salud porque no jugaron ese partido. Ahora la investigación tendrá que ir siguiendo su curso”, explicó. La mandataria granate aseguró que “el Pontevedra no es parte de esto y es el gran perjudicado de esta situación“.
El partido entre el Badajoz y el Pontevedra acabó finalmente con un resultado de 1-0. Ambos jugadores contactados para el amaño, Cacharrón y Soto, titulares indiscutibles durante toda la temporada, no salieron de inicio y en el caso del portero, no jugó. La victoria del cuadro extremeño llegó en el minuto 73, con un gol de Ferrón tras un error garrafal de Álvaro Cortés en la portería.