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Homenaje a Francisco Vélez Nieto, gran impulsor de la Feria del Libro de Sevilla

La figura bondadosa y reivindicativa de Francisco Vélez Nieto (Lora del Río. 1935-Sevilla, 2023) ha planeado este lunes sobre la carpa de la Plaza Nueva en la que la Feria del Libro de Sevilla acoge distintos actos durante estos días. Nadie mejor que este poeta para ser recordado, ya que fue una de las personas que más contribuyó a la creación de la Asociación Feria del Libro de Sevilla, que organiza este evento literario desde hace dos décadas. Al acto -organizado por el Centro Andaluz de las Letras– han acudido varios invitados que conocieron muy bien al homenajeado, como José Rodríguez de la Borbolla, Rosa Díaz, Rogelio Reyes y Mercedes de Pablos.

Tras unas atinadas palabras introductorias del periodista Manuel Pedraz, quien lo ha glosado como «un hombre comprometido», además de recordar su gran aportación a la Feria del Libro de Sevilla y su condición de «activista cultural», Rodríguez de la Borbolla ha evocado la figura de Vélez Nieto «cuando buscábamos libros prohibidos en librerías como Padilla, Machado o Lorenzo Blanco». También ha hablado sobre los años en que el protagonista de la mesa redonda emigró a Alemania para luego definirlo como «una persona seria, rigurosa y multipolar por la variedad de libros que escribió, ya fueran de poesía, ensayo, artículos periodísticos, etc.». Nada más que en poesía publicó obras tan destacadas como ‘La otra historia de siempre’, ‘Excepto la derrota’, ‘Memoria ante el espejo’, ‘Itálica y otros poemas’ y ‘Poesía Unida’.

Rodríguez de la Borbolla también ha definido a Vélez Nieto como un hombre «honrado y modesto hasta llegar al puritanismo moral. Era una persona que iba por derecho allá donde fuera. Fue miembro del sindicato UGT. Abrió la UGT los caminos de la comunicación social al ser delegado de prensa». También ha destacado el papel que tuvo como vicepresidente de la Asociación de Amigos de Itálica, «que luego convertimos en fundación. Logramos, gracias a él, un respeto de todas las asociaciones y fundaciones de amigos de los museos del mundo y organizamos en 2006 un congreso de amigos de los museos de todo el mundo. Le ganamos dinero al congreso a pesar de que la entonces consejera de Cultura, Carmen Calvo, no pensaba que pudiéramos conseguirlo».

También ha recordado el expresidente de la Junta de Andalucía que en San Isidoro del Campo «presentamos la Biblia del Oso, que elaboraron Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera. Alfaguara decidió reeditar esa Biblia que Paco y otros presentamos en San Isidoro del Campo. Paco fue un defensor de Andalucía y de la igualdad entre todos lo españoles. Él hizo el artículo que abre el libro ‘Andalucía dijo sí‘. Escribió también una guía de Itálica para paseantes y otra de Itálica y San Isidoro del Campo para paseantes». Por último, ha dicho que en septiembre de 2017 ambos escribieron sendos artículos -sin haberse puestos de acuerdo- en donde defendían la idea de la España unida frente al separatismo catalán. Vélez lo tituló: ‘Cataluña, la herida de España al mismo tiempo’.

Rosa Díaz ha comenzado recitando un poema de Francisco Vélez, ‘Maleta de madera’, y lo ha definido como «un alentador de la cultura, poeta y amante de los libros». Aparte de sus libros, ha reseñado que el homenajeado «hacía muy buenas críticas. En 2014 ganó el Premio Mecenas a la Literatura con el nombre de Manuel Altolaguirre. La literatura y la poética eran sus dos pasiones».

La poeta sevillana conoció a Vélez en febrero de 1979 en un acto de homenaje a Antonio Machado que él organizaba. «Yo leí un poema de ‘La célula infinita’, que fue mi primer libro en 1980. Quería que me lo presentaba, pero como trabajaba como conserje en el hotel Lar y no podía por sus horarios me publicó luego varios poemas y me hizo una entrevista en El Correo de Andalucía. Siempre me pidió colaboración para antologías poéticas. Paco era cordial, prudente y hábil. Un hombre bueno como decía Machado. La última vez que lo vi lo estiraba la honestidad del hombre honesto».

El siguiente en intervenir ha sido Rogelio Reyes, que comparte con Vélez Nieto el hecho de ser ambos de la localidad de Lora del Río. «Paco y yo nacimos y convivimos en el mismo pueblo. Estuve con él durante mi niñez, desde mi última adolescencia y mi primera juventud. Lora era un pueblo rural de la posguerra. Se notaba el rigor político y moral. Detecté en él una disconformidad con lo que había. Era una disidencia moral. Las diferencias entonces de los pueblos con la ciudad eran muy marcadas. La gente se comportaba en la ciudad de forma diferente a los pueblos en donde destacaba una cultura agraria».

El catedrático ha añadido que en aquellos años de juventud en Lora del Río «noté las inquietudes básicas que había en Paco desde adolescente. Él no estudió bachillerato porque su padre era un excelente carpintero y ebanista. Su familia no contaba con su espíritu transgresor. Juan Cervera Sanchís era un poeta de Lora que influyó en Paco. Su madre era representante del Ocaso y él iba por las casas cobrando el Ocaso. Juan Cervera contacta con Paco y ese incentivo poético creó una inquietud en Paco».

El filólogo ha subrayado que la idea que «más que conciencia política, Paco Vélez tenía conciencia social. Allí en el pueblo estaban los jornaleros. Paco y Juan tuvieron conciencia de reivindicación social». Al cabo de los años, Reyes se reencontró con Vélez Nieto cuando este último vivía en una pensión en Madrid. «Su salto a Alemania fue decisivo para el cambio».

Una poesía fiel al lenguaje y a la calidad del estilo

Por otra parte, ha dicho del homenajeado que Vélez tenía «un conocimiento empírico de la poesía a través de lo que él había leído porque era autodidacta. Su poesía no era política. Tenía una gran fidelidad al lenguaje y a la calidad del estilo. No quiere sacrificar la dignidad literaria por su compromiso político». Ha acabado sus palabras diciendo que «fue un hombre honrado y de bien. Atraído por la literatura y la política, siempre estuvo marcado por su personal visión del mundo. Le molestaba la incoherencia, es decir, la gente que decía una cosa y actuaba de otra. Lo que decía se lo creía».

Finalmente ha intervenido la periodista Mercedes de Pablos, quien ha agradecido al Centro Andaluz de las Letras y a la Feria del Libro «que evoquemos a Paco Vélez porque su espíritu es el del CAL y de la Feria como un pacto entre editores, escritores, etc.». Ha añadido que «era un muñidor cultural y un sastre que cosía voluntades. Era una persona con espíritu de concordia y respeto. Su espíritu habita en la Feria. Lo conocí en el hotel Lar siendo conserje en 1978. Era un gran autodidacta, además de minucioso y escrupuloso. Pertenecía a una generación que había perdido tanto que luchó por ganar lo importante», ha concluido.



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