Hasta un 5% población sufre una afección en el hombro conocida como “hombro congelado” o capsulitis adhesiva. Hablamos de una patología que afecta a nuestra salud y reduce mucho la calidad de vida del que la padece.
La articulación del hombro está envuelta en una cápsula compuesta de tejidos. La afección del “hombro congelado” se produce cuando estos tejidos se engrosan e inflaman causando dolor y reduciendo la capacidad de movimiento de la articulación.
¿Y por qué se produce este engrosamiento? Pues las causas no están claras.
- En algunos casos se puede deber a traumatismos o a una inmovilización prolongada del hombro, pero en otros casos no aparece ninguna de estos factores.
Lo que sí saben los especialistas es que la capsulitis adhesiva se da con mayor frecuencia en mujeres de entre 40 y 70 años, en pacientes diabéticos o con patología tiroidea.
Síntomas del hombro congelado
Como explica el doctor Óscar Balboa Arregui, exjefe de Servicio de Radiodiagnóstico del Complejo Asistencial Universitario de León y miembro de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI):
- “Es una patología bastante incapacitante que suele comenzar ocasionando un importante dolor en el hombro, incluso en reposo, de predominio nocturno, lo que dificulta el sueño y el descanso del paciente.
- Este dolor inicial continúa con una creciente limitación en la movilidad, presentando los pacientes gran dificultad para levantar el brazo o separarlo del cuerpo, lo que les impide llevar a cabo acciones sencillas como peinarse o abrocharse el sujetador”.
Y es que los síntomas de esta afección van apareciendo por fases durante meses.
- En un primer momento el paciente comienza a sentir un dolor en la zona, sobre todo durante el descanso, aunque no ve limitada la movilidad de la articulación.
- Más adelante, el paciente pude ver que el dolor se rebaja pero que la movilidad del hombro se ve reducida.
Este dolor suele provocar la visita al médico que, mediante la observación y la realización de alguna prueba de imagen, determinará si se trata de una capsulitis u otra patología.
Tratamientos disponibles para el “hombro congelado”
Por regla general, a las fases de dolor y limitación de la movilidad del hombro (que en algunos casos pueden prolongarse durante 2 o 3 años), les suele seguir otra fase de recuperación. Esto es posible gracias a las opciones de tratamiento conservador de que se disponen para tratar el “hombro congelado”.
Entre estos tratamientos destacan:
- Los analgésicos
- Antiinflamatorios para el dolor
- Tratamiento de fisioterapia y técnicas de rehabilitación
- Las infiltraciones locales o la hidrodilatación de la cápsula articular.
Hasta hace relativamente poco, si no se conseguía una mejoría clínica con estos tratamientos conservadores, las únicas alternativas eran la manipulación forzada de la articulación bajo anestesia general y/o la cirugía para la resección de la cápsula engrosada.
Embolización arterial como alternativa terapéutica
“Hasta un tercio de los pacientes no responden bien a estas soluciones o recidivan, por lo que se han ido desarrollando nuevas alternativas terapéuticas, entre las que se encuentra la embolización arterial”, apunta el portavoz de la SERVEI.
- “Esta alternativa terapéutica puede realizarse cuando las medidas conservadoras no han resultado efectivas y antes de los procedimientos quirúrgicos, y consiste en bloquear el flujo sanguíneo de las arteriolas que dan riego a la cápsula articular inflamada mediante el uso de finos catéteres guiados con imagen radiológica», explica el experto.
El especialista indica que es una cirugía relativamente rápida (alrededor de dos horas) y que puede hacerse con anestesia local y sin necesidad de ingreso hospitalario.
¿Y es efectiva?
Pues según los expertos con este tipo de intervención se consigue una “mejoría clínica” en una media de 8 de cada 10 pacientes operados y que continúan posteriormente con tratamiento rehabilitador.
Además, el doctor Balboa Arregui añade que la mayoría de los pacientes tratados con embolización se recuperan satisfactoriamente entre uno y tres meses tras el tratamiento.
“En aquellos pacientes con “hombro congelado” que no responden al tratamiento conservador convencional, se puede considerar la embolización como alternativa terapéutica porque hemos visto que puede conseguir disminuir el dolor y aumentar el rango de movimiento articular si se mantiene el tratamiento rehabilitador tras la embolización.
Además, se trata de un procedimiento seguro que podría realizarse de modo ambulatorio y con muy escasas recurrencias tras la mejoría clínica”, concluye el doctor.