A España le estaba costando arrancar. La selección dirigida por Montse Tomé acusó la poca (por no decir nula) trascendencia del encuentro contra Bélgica (2-0) y se tomó con demasiada pausa el duelo que cierra la fase clasificatoria para la Eurocopa del próximo verano en Suiza, para la cual España lleva jornadas clasificada. Con los tantos de Aitana Bonmatí y Tere Abelleira, se agenció una victoria que hubo que trabajar, marcándose las españolas su propia presión, para terminar sacando adelante el partido en Riazor.
La primera mitad fue plana. Pocos sustos para la defensa belga mientras que España intentaba llegar con fluidez pese a su intensidad media. No fue hasta que estaba a punto de llegar al minuto 40 que Olga Carmona centró un balón bombeado que pilló a Aitana Bonmatí volando dentro del área. Con un toque sutil volvió a agujerear la red en Riazor. Fue la autora de dos goles la última vez que la selección visitó el estadio de Riazor contra Azerbaiyán en 2019. Y las buenas costumbres hay que mantenerlas.
Aitana celebrando su gol ante Bélgica. / RFEF
Con su diana, la catalana adelantó a España que se fue con ventaja al descanso. En la segunda parte, la selección dirigida por Montse Tomé intentó acelerar un poco el ritmo. Más vertical y evitando imprecisiones sorprendentes que se habían dado en el primer tiempo, España se empezó a reconocer. Se vio un equipo más dinámico a medida que avanzaban los minutos en el marcador, aunque sin terminar de ver portería. La más clara la tuvo Lucía García, con un chut que se estampó contra el travesaño.
Golazo de Tere Abelleira
El marcador solo se volvió a mover en el añadido, con un auténtico golazo de Tere Abelleira desde el círculo central aprovechando que la portera estaba adelantada. Con el 2-0 España cerró la fase clasificatoria para la Eurocopa del verano que viene y ponía el punto y final que dejaba en el horizonte los Juegos Olímpicos de París.
En 10 días volverá a rodar el balón. Para España será su primera vez en unos Juegos. Un hito más para una generación que ya es histórica, por todo lo que ha conseguido dentro y fuera del campo. En la capital francesa, las de Montse Tomé quieren volver a imponerse, reinar, y volver con la copa. Últimamente, es una costumbre, y ya saben lo que dicen de ellas.