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FOMO, así es el problema que pueden provocar las redes y que genera ansiedad social

Las usamos para todo. Desde informarnos o buscar una receta hasta para recargar la tarjeta de transporte o pedir cita en el médico. Las redes sociales se han convertido en parte del día a día de la mayor parte de la población, especialmente en la más joven. Pero su uso compulsivo y abusivo puede llegar a afectar a la salud mental. 

Las redes sociales son herramientas que pueden favorecer la socialización y el aprendizaje, pero resulta necesario ser consciente de los peligros que acarrean y buscar un uso equilibrado. Esto es especialmente importante entre los denominados nativos digitales, que han crecido rodeados de las nuevas tecnologías desde su nacimiento. 

  1. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta un 93% de los españoles entre 16 y 24 años utiliza estas herramientas a diario.
  2. Hacerlo de forma abusiva, sustituyendo a las actividades básicas de la vida cotidiana, como la socialización, puede derivar en afecciones y trastornos mentales, como la ansiedad, estrés o incluso alteraciones del sueño

FOMO: así es uno de los mayores problemas de las redes sociales Foto de Adem AY en Unsplash


El uso excesivo de las redes sociales afecta al 70%de la población

A pesar de conocer los peligros de este abuso, lo cierto es que según los datos del estudio Cigna Well-Being 360, un 70% de la población española considera que no hace un uso adecuado de las redes sociales o que tiene cierta adicción, siendo este problema de uso excesivo de redes sociales una cuestión de sanidad pública, tal y como reconoce la Organización Mundial de la Salud.

Y a este respecto, Elena Luengo, directora de innovación de Cigna Healthcare España, destaca:

  • “Actualmente nos encontramos en un punto en el que la población, especialmente la más joven, tiene una visión positiva de las redes sociales, como herramienta que simplifica el proceso de relacionarse. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes de que, un mal uso de las mismas redes sociales no solo puede tener efectos negativos en la parte social, sino también, y lo que es más preocupante, en la salud mental”.

Por ello, esta especialista considera que esencial:

  • Concienciar y formar a los usuarios de estas plataformas de los problemas derivados de estar siempre conectados e intentar controlar el tiempo que se pasa en ellas, así como el contenido que se consume. Entendiendo que son una herramienta y no un sustituto de la vida real”. 

El 70% de la población española reconoce algún problema con las redes sociales Foto de John Schnobrich en Unsplash


5 pautas para desengancharse de las redes sociales

Con el objetivo de que las redes sociales sean solo una herramienta de apoyo y no se conviertan en una causa de problemas mentales, los expertos de Cigna Healthcare ofrecen 5 pautas a seguir: 

1 – No es necesario estar en todo.

Existe un fenómeno denominado FOMO (miedo a perderse algo, por sus siglas en inglés), que es muy habitual entre los usuarios más jóvenes de las redes sociales y que genera ansiedad social

Afecta sobre todo a aquellos que se sienten más solos y con peor autoestima.

  • Las redes muestran constantemente vidas irreales y, para evitar que este fenómeno se complique, es aconsejable marcarse tiempos de utilización en redes sociales o eliminar aquellas aplicaciones que suponen un mayor vicio durante un tiempo para “descansar””.

El insomnio tecnológico es una consecuencia del mal uso de las redes sociales. Adobe Stock.


2 – Acabar con el insomnio tecnológico.

Es un hecho demostrable científicamente que el uso excesivo de aparatos electrónicos por la noche suprime la liberación de melatonina (hormona encargada de fomentar el sueño) y, por lo tanto, la dificultad para contar con un descanso de calidad y en cantidades adecuadas.

Alguna de las consecuencias de esta falta de sueño puede ser el malestar corporal, el agotamiento o la falta de concentración al día siguiente. Cambiar un libro por cualquier dispositivo móvil dos horas antes del momento de irse a dormir puede ayudar a disfrutar de un sueño reparador.

3 – Un like no proporciona felicidad.

Ser vistos y validados en la red de forma continua puede convertirse en una obsesión que afecte negativamente a la autoestima. 

Además, hay que entender que lo que vemos en las redes sociales son situaciones idealizadas y difícilmente alcanzables y compararse con esa presunta realidad ideal puede provocar problemas emocionales, como:

  • Frustración
  • Desmotivación
  • Sensación de vacío o tristeza
  • Rabia
  • Baja autoestima.

Por eso, es importante aprender “a poner en perspectiva los perfiles y publicaciones de estas plataformas, y comprender que la mayor parte de los usuarios únicamente muestran los aspectos positivos de sus vidas en redes sociales, y que las publicaciones rara vez reflejan su realidad al completo”, aconsejan los expertos.

4 – Compartir, pero contrastar.

Las redes sociales tienen cosas muy buenas, por ejemplo, ayudar a sentirse acompañado y comprendido en algunas situaciones difíciles, como padecer algún problema mental. 

Eso sí, siempre que se consulte algo relativo a la salud mental es esencial contrastar la información y acudir a fuentes fiables. Y, lo más importante, este apoyo no va a sustituir nunca la atención de un especialista. 

5 – Priorizar el mundo real.

“Mirarse a los ojos, la conexión emocional profunda o la comunicación no verbal son factores determinantes para una interacción social satisfactoria que no pueden ser sustituidos por una pantalla, por lo que se deben utilizar las redes sociales como un potenciador social, y no como un sustituto”, subrayan los expertos.

Así que, dejar el móvil a un lado y dedicar tiempo a cosas tangibles como practicar deporte, buscar nuevos hobbies, socializar o disfrutar de la naturaleza. 



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