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Fin de fiesta al glorioso año del City: gol de Rodri y aparece De Bruyne

Fin de fiesta en el Etihad Stadium con el inolvidable año que ha vivido el Manchester City y la conquista de los cinco títulos, recolección culminada con el Mundial de Clubs el pasado fin de semana. Estrenó el equipo celeste la camiseta con el escudo de campeón, venció con comodidad al Sheffield United, el colista de la Premier (2-0), recreándose por momentos en el juego, y vio calentar por la banda a Kevin de Bruyne, ausente de los terrenos de juego desde la final de la Champions, el 10 de junio.

Apareció De Bruyne desde el banquillo inmediatamente después de que Julián Álvarez anotara el 2-0 a puerta vacía llegando al segundo palo gracias a una maravillosa asistencia que le regaló Phil Foden (m. 61). El Etihad ovacionó al belga y se dedicó a cantar “olé, olé” algunas combinaciones de su equipo, que llegó a alcanzar una posesión del 84% (acabó en un 82%-18%). La pretensión del Sheffield, con 9 puntos en 20 jornadas, se limitaba a no salir escaldado de la visita al pentacampeón. Sólo se defendió, con un 5-4-1 y pudo evitar así un resultado dignísimo.

Jugó al ralentí el City desde que en el minuto 14 marcara Rodri en un avance que nadie obstaculizó. El mediocentro llegó hasta el área y disparó raso. El gol asustó al Sheffield, que ni siquiera quiso hurgar en las debilidades defensivas del City, que sumaba ocho partidos de la Premier encajando goles, y los tres últimos de local empatando. En el minuto 88 Jayden Bogle disparó a estómago de Josko Gvardiol. Algunas miradas se dirigían a la banda esperando que De Bruyne se quitara el chándal. Pero el centrocampista no reapareció. Jugaron Oskar Bobb, Rúben Dias y Rico Lewis. El City necesita a De Bruyne, que fue operado en agosto de una lesión en los isquiotibiales, para batallas mayores.

Alivio para el Chelsea

Respiro con alivio el Chelsea en el último partido del año. Respiró cuando el árbitro pitó el final del partido de Luton, que se le estaba complicando de manera insospechada. Vencía el conjunto de Mauricio Pochettino, lejos de la cabeza (es décimo), con un confortable 0-3 en el minuto 70 con el segundo gol de Cole Porter, que había abierto el marcador. Dos goles de Roos Barkley (m. 80) y Elija Adebayo (m. 87) colocaron el 2-3 y alimentaron la esperanza del conjunto local, que se zafa en conseguir la permanencia, mientras los londinenses.

La satisfacción compensatoria la obtuvo con las derrotas del Burnley y el Sheffield United, sus rivales en la permanencia. Al igual que el Everton, el equipo que marca la salvación y que sucumbio en su visita al Wolverhampton (2-0).



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