El fútbol está de luto. Sven-Göran Eriksson, primer entrenador de Inglaterra en el extranjero y ganador de múltiples títulos a nivel de clubes, falleció a la edad de 76 años.
Reveló el pasado mes de enero que le habían diagnosticado un cáncer terminal y que probablemente le quedaba “como mucho” un año de vida. En febrero dimitió de su último cargo, el de director deportivo del Karlstad, en su Suecia natal, debido a lo que entonces describió como “problemas de salud que están siendo investigados”.
La muerte de Eriksson fue confirmada por Bo Gustavsson, agente del ex entrenador del Lazio en Suecia, a través de su agente de relaciones públicas en el Reino Unido, Dean Eldredge, de ‘Oporto Sports’. Según Gustavsson, falleció el lunes por la mañana en su casa, rodeado de su familia.
Su carrera en los banquillos duró más de cuatro décadas, comenzando en Suecia con el Degerfors IF antes de hacerse cargo del IFK Göteborg. Tenía 30 años en ese momento y apenas era conocido por los jugadores de uno de los principales clubes del país, pero no se inmutó y demostró ser un gran éxito, llevando al Göteborg al título sueco y la Copa de la UEFA en 1982.
Eso lo llevó a ser nombrado entrenador del Benfica y, una vez más, dejó huella, ganando dos títulos de liga y alcanzando otra final de la Copa de la UEFA en 1983. Esta vez, sucumbió por 2-1 ante el Anderlecht. Sin embargo, su carrera estaba en pleno apogeo. Roma, Fiorentina… y de nuevo Benfica en 1989, llevando al club portugués a otro título de liga y, en 1990, a una final de la Copa de Europa, donde perdieron ante el Milán.
Regresó a Italia de la mano de la Sampdoria, a la que llevó a un triunfo en la Copa Italia en 1994, antes de mudarse a la Lazio, donde fue respaldado en el mercado de mercados por el acaudalado presidente del club, Sergio Cragnotti, y devolvió esa confianza con un título de la Serie A en 2000. Fue solo la segunda vez que el club romano ganó el mayor premio de Italia.
Era uno de los entrenadores más codiciados del momento, por ello, la Asociación de Fútbol lo eligió como sucesor de Kevin Keegan como seleccionador de Inglaterra. Sufrió alguna que otra polémica, pero el rendimiento de los ‘Three Lions’ fue notable. Dejó su puesto al final del Mundial 2006, tras verse envuelto en una operación encubierta de la prensa sensacionalista.
Después, dirigió a Manchester City, el Leicester, México, entre otros, y, finalmente, en 2019, Filipinas. En marzo de 2024, también hizo realidad un sueño de la infancia al dirigir al Liverpool en Anfield en un partido benéfico. “Fue un día hermoso”, dijo.