Pues tienen en frente el concierto más bestia de sus vidas.
Actuamos en La Cartuja, en Sevilla, y pensamos “es el concierto más multitudinario que hemos hecho”, luego en Madrid, en el Metropolitano, y lo mismo, “el más multitudinario”, y ahora, Barcelona, más todavía. ¿Dónde está el fin? Pues aquí.
¿Son 56.000 asistentes?
¡Qué dices, al final serán 60.000! Unas 59.800 más invitados. Como no ponemos pasarelas ni esas cosas, ocupamos todo lo que da el estadio.
En un lugar de esas dimensiones, con el público en cierta lejanía, ¿cómo se hace para conectar?
Yo no lo sabía hasta que actuamos en Sevilla. Estaba muy preocupado, me puse malo, me dolía la garganta, nervios… Mi miedo no era hacerlo mal, era pensar cómo se iba a centrar tanta gente, si igual no llevábamos suficiente equipo de sonido, si se iban a poner a hablar… Cuando empezamos con la primera canción y vimos a todo el mundo concentrado, levantando los brazos, como en un ritual ancestral, cantando todos a una…, me quedé un poquito más tranquilo. En el Metropolitano pensaba que eso no nos estaba pasando a nosotros, que quien estaba actuando ahí era Bruce Springsteen o Coldplay. Y ahora tocamos en casa, que es un plus. Es el concierto más importante de nuestra vida.
Se siente la presión.
¡A tope! Pero no podemos hacer otra cosa que vivirla, y el miedo está ahí. A defraudar, a hacerlo mal, a que no suene bien… Todos los miedos que puedas tener, todos de golpe.
Sin pasarelas, ni teloneros, ni invitados. Un concierto un poco ‘aguántame el cubata’.
Pero no es por vacile, ¿eh? Es que si hubiera invitados nos íbamos a poner todavía más nerviosos. Nuestro productor, Sergio Castillo, en paz descanse, siempre nos decía: “en Madrid, en Barcelona…, experimentos, no”. Todo lo que hemos aprendido lo vamos a volcar ahí.
Son conciertos de unas dos horas y media. El repertorio cambia un poco de un concierto a otro, pero ‘Tu calorro’ es siempre la primera.
Y la última, ‘Como Camarón’. Eso se va a quedar así por mucho tiempo.
¿Cómo ha funcionado ‘La rumba del Pescaílla’, con sus estrofas en catalán, cuando han tocado por toda España?
La cantamos en Sevilla, en Madrid… Y qué alegría, cuando canto lo de “era molt bona persona, però el que més li agradava era la ciutat de…”, y me callo, y todo Madrid dice: “¡de Barcelona!”. Espectacular. ‘Chapeau’ por Madrid. Y por Sevilla.
Estopa, embajadores oficiosos de Cataluña.
¡Para que luego nos digan que hablamos mal el catalán! Si no lo hablamos, porque no lo hablamos. Si lo hablamos, y lo hacemos con todo nuestro cariño, porque Cataluña es nuestra tierra y nos apetece, sale alguien diciendo que lo hablamos mal.
Se han montado una especie de ‘gira finde’, con conciertos sobre todo en viernes y sábado. Nada de rutas interminables. Su vida familiar y sus rutinas cotidianas mandan.
Desde que empezamos en mayo, en Bilbao, la pauta era concierto en sábado y volver el domingo. Luego, el lunes ya vuelves a tu vida de siempre, vas a tirar la basura, al súper… Y tratas de cuidarte un poco, no salir de fiesta. Normal.
¿Esto es lo que hace que no se les suba a la cabeza lo de llenar estadios alegremente?
Supongo. Cuando te bajas de ahí y ves a tu hijo y a tu familia, ya está, se pasa todo. Mi hijo se ha ido ahora de colonias a Malta. Esto es importante. Después de los conciertos lo llamo y no le hablo del concierto. “Hijo, cómo estás, qué has comido, ponte crema para el sol…”
¿Se ha enganchado a alguna serie en estas jornadas normales, entre concierto y concierto?
Claro, siempre, siempre. He visto ‘Materia oscura’, que va un poco de física cuántica, universos paralelos y eso que me gusta a mí. Es bastante facilona, pero me ha entretenido muchísimo. Me ha recordado un poco a ‘La dimensió desconeguda’.
Este lunes se ha viralizado en X una parte de una entrevista de hace unos meses con EL PERIÓDICO en la que daban su opinión crítica sobre la meritocracia.
Lo he visto. Lo ha puesto Arantxa (Tirado), ¿verdad? Es una ‘crack’. Siempre habla genial de nosotros.
De todas formas, en Estopa habrá habido suerte, pero también talento y esfuerzo.
Claro, porque mucha gente está diciendo que yo digo que no hay que trabajar, y yo no estoy diciendo esto. Trabajar no mola, pero hay que hacerlo. Y si no tienes ni talento, ni trabajas, ni tienes suerte… Los factores son esos. Hay que tener un poquito de todo, y si tienes algún cuñado concejal, mejor. Me he dado cuenta de que, generalmente,. Es un discurso en el que no se predica con el ejemplo.
¿Cómo va su documental?
Son varios, ¿eh? Nos vinieron de Movistar y nos propusieron hacer un docu-concierto, como el que hicieron con Sabina. Y luego está lo de Jordi Évole, un documental que es una película de la historia de Estopa.
Y después del Estadi Olímpic, ¿qué? ¿El Camp Nou está en el horizonte?
Pues… el miércoles estará Laporta, creo. Igual le pido lo del Camp Nou. Hombre, una inauguración del Camp Nou estaría bien. Se me acaba de ocurrir, cuando tú lo has dicho. Hablé con él no hace mucho: “te pongo en tu mismo sitio, ¿eh?”. En su misma localidad del palco.
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