Marbella, con su clima envidiable y playas de arena dorada, siempre ha sido un imán para los turistas. Desde hace décadas el litoral de la ciudad cuenta además con un peculiar atractivo que logra captar la atención de los extranjeros que la visitan: unas imponentes estatuas de elefantes repartidas por algunas de sus playas que sorprenden entre la vegetación de los arenales.
Las esculturas no son meros adornos decorativos. Su presencia en playas como la Playa de la Fontanilla en Marbella y la Playa de San Pedro de Alcántara generan bastante interés y, con sus trompas levantadas hacia el cielo, sirven como telón de fondo para las fotografías de recuerdo.
Algunas, además, tienen una función práctica y funcionan como duchas, todo un deleite para los más pequeños en los días de playa gracias a esta combinación de arte y mobiliario urbano.
Durante el verano, no es raro ver a familias y turistas posando junto a los elefantes, capturando el momento en sus cámaras y teléfonos. Las redes sociales se llenan de imágenes de estos paquidermos que contribuyen a la promoción de la ciudad.
Algunos han llegado a sugerir que las estatuas de estos elefantes también evocan una conexión simbólica con África, cuyo continente se encuentra justo enfrente, al otro lado del mar Mediterráneo. Con sus trompas levantadas, las esculturas parecen señalar esta cercanía geográfica y cultural, recordando a los visitantes la riqueza de la fauna y la proximidad de otro continente.