La incontinencia urinaria masculina es un problema frecuente que produce la pérdida de orina de forma involuntaria. Esta patología va acompañada en muchas ocasiones de una necesidad de orinar muy fuerte y, en muchos casos, de un desgaste emocional importante.
Se calcula que, en España, cerca del 7% de los hombres de entre 50-60 años sufre pérdidas de orina.
Estas cifras aumentan conforme se incrementa la edad, hasta tal punto de que según estimaciones de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) pueden:
- Elevarse hasta el 29% en mayores de 65
- Llegar al 50% en varones con más de 85 años.
En el caso de los hombres, además de la edad, una de las razones más habituales que están detrás de estas pérdidas de orina, según los especialistas de la Asociación Española de Urología sería, fundamentalmente, que el paciente haya sido sometido a una cirugía prostática, especialmente cuando es por cáncer de próstata y se ha realizado una prostatectomía radical.
Un dispositivo innovador y personalizado
La buena noticia es que estos pacientes tienen a su disposición diversos dispositivos para paliar los efectos físicos y emocionales que estas pérdidas de orina suponen y que, los especialistas en urología de la AEU, dividen en dos grupos:
- “Aquellos en los que se necesita la manipulación por parte del paciente (esfínter urinario artificial)”
- “Aquellos dispositivos que no precisan de la activación por parte del paciente, entre los que se encuentran las mallas y otros dispositivos ajustables.
Y es precisamente en este segundo apartado donde se encuadra una innovadora técnica aplicada en el Hospital Universitario Vithas Madrid capaz de controlar la incontinencia urinaria en hombres con una malla que, además, permite reajustarse.
La Unidad de Urología de este centro ha implantado la primera mini malla que permite ajustar y reajustar la tensión de la uretra en cualquier momento de la vida del paciente.
Porque como explica el doctor Alberto Pérez-Lanzac, jefe de la Unidad de Urología del Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria y del centro médico Vithas Internacional:
- “Las pérdidas de orina no son normales a ninguna edad y este tipo de mallas consiguen controlarlas de una forma personalizada y con la posibilidad de reajuste conforme pasan los años”.
Una técnica sencilla con importantes ventajas para el paciente
Una de las ventajas de este tipo de mini malla es que está indicada para todo tipo de pacientes con independencia de si su incontinencia urinaria es leve, moderada o grave.
Además, su implantación se realiza en tres sencillos pasos.
Lo primero que se hace es administrar anestesia general para la cirugía en la que se coloca la prótesis sin tensión en la parte inferior de la uretra, a través del periné, para poder ajustar el anclaje a través de un émbolo situado encima del pubis.
Tras la intervención y pasadas entre 24 y 48 horas, el cirujano hace un ajuste de la tensión del soporte de la malla.
Esta fase de manipulación de la malla se realiza con el paciente de pie, “quien tiene que realizar los esfuerzos que le hacen perder orina hasta darle la consistencia necesaria a la uretra”, señala el especialista.
Y aunque pueda parecer lo contrario, este paso postoperatorio no es complejo y el paciente puede volver a su casa en el mismo día.
El tercer paso se realizaría si el paciente volviera a sufrir cualquier episodio de incontinencia en cualquier momento de su vida.
Consistiría en un reajuste de la malla mediante cirugía local, a través de un sencillo procedimiento en el que el especialista vuelve a conectar el manipulador de la malla para devolverle la tensión al soporte.
Como explica el doctor Pérez-Lanzac.
“Esta malla es versátil y aporta importantes ventajas en comparación con los dispositivos tradicionales.
- Por un lado, no comprime la uretra e impide las pérdidas de orina que pueden ocasionar gestos tan cotidianos como toser o reír.
- Y, por otro, permite su reajustabilidad, proporcionando el mínimo soporte uretral necesario y no más para evitar la retención urinaria”.