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El viaje en tren de 30 horas que es un espectáculo en invierno y que suele ir completo


Los viajes en tren están cobrando gran protagonismo en los últimos meses. Nuevos trenes nocturnos empiezan a circular por Europa. Además, hay opciones para todos los bolsillos, desde la que propone Railbookers, un viaje de 80 días que cruza cuatro continentes y 13 países por un precio de unos 104.000 euros por personas, pasando por el regreso del Estern & Oriental Express con rutas por Malasia, hasta el Dogu Ekspresi (Expreso del Este), un viaje por Turquía que atraviesa increíbles paisajes, que resultan realmente bellos en invierno gracias a la nieve que los cubre, con un precio bastante económico. Tal es el interés que ha despertado esta tercera opción en los últimos años que conseguir un billete puede convertirse en todo un reto.

En tren de Ankara a Kars

El Dogu Ekspresi recorre 1.310 kilómetros desde la estación de Ankara hasta la de Kars, un itinerario que era bastante popular entre los locales, pero apenas conocido por los turistas extranjeros hasta que varios influencers acabaron poniéndolo de moda.

Existen dos opciones de rutas: la clásica, que dura unas 25 horas, incluye 50 paradas breves y que sirve, más bien, para moverse de una ciudad a otra, y la turística, que pasa por 29 estaciones y ofrece paradas de tres horas en lugares como Ilic, Erzurum, Erzincan, Sivas y Divrigi, destinos en los que la empresa organiza excursiones según el horario del tren. Este trayecto ronda las 32 horas.


Imagen del tren Dogu Express


Oyuncubaba-wikimedia commons

Dentro de la segunda opción existen tres tipos de billete: las habitaciones dobles, que se corresponderían con la primera clase al tratarse de estancias privadas con dos camas (litera) y que cuentan también con mesita, frigorífico, lavabo y hasta regulador de temperatura. También hay habitaciones de cuatro camas y asientos normales reclinables. Dispone, además, de un vagón cafetería con catorce mesas y capacidad de 47 a 52 asientos, aunque la mayoría de pasajeros suele llevar su propio picnic y hasta objetos personales para decorar las habitaciones, tal y como muestran las imágenes en redes sociales. Los billetes se pueden adquirir en la web de los Ferrocarriles turcos (TCDD) y el precio por la opción de cama va desde los 250 euros por persona.

Antes de subir al tren lo mejor es descubrir los tesoros de la capital turca, ciudad que ha sido una importante parada a lo largo de la Ruta de la Seda. Entre sus diferentes atractivos están el castillo de Ankara, que con un origen incierto ha sido utilizado por diversos reinados como el romano, el otomano o el bizantino tal y como refleja su estructura, la torre de observación Atakule, que con sus 125 metros de altura brinda espectaculares vistas panorámicas de la ciudad, el Museo de las civilizaciones de Anatolia, que alberga la mayor colección de artefactos hititas del mundo, el Mausoleo de Atatürk, monumento que honra la memoria del fundador de la República de Turquía, la mezquita Kocatepe y el Parque Genclik.

Imagen principal - Castillo de Ankara, Mausoleo de Atatürk y torre de observación Atakule
Imagen secundaria 1 - Castillo de Ankara, Mausoleo de Atatürk y torre de observación Atakule
Imagen secundaria 2 - Castillo de Ankara, Mausoleo de Atatürk y torre de observación Atakule
Castillo de Ankara, Mausoleo de Atatürk y torre de observación Atakule
Ahmed, Alperen Gümüssoy (pexels) y From Salih (pixabay)

Entre sus paradas más destacas están Kayseri, puerta de entrada a Capadocia, famosa por sus características geológicas únicas conocidas como chimeneas de hadas; Sivas, importante centro comercial durante la Edad Media por situarse en las rutas de las caravanas que viajaban hacia Persia y Bagdad; Erzincan, donde se encuentra el castillo más antiguo de Anatolia, el de Kemah, y Erzurum, que en la actualidad cuenta con una de las estaciones de esquí más populares del país, la de Palandöken, y que es también la puerta de entrada a la cordillera de Kaçkar, famosa por sus rutas senderistas y el rafting en el río.

El destino final es Kars, una ciudad que situada en el noroeste de Turquía es toda una joya por descubrir gracias a su importante patrimonio cultural marcado por las huellas de varias civilizaciones, así como por sus grandes bellezas naturales. De su lista de imprescindibles destacan las ruinas de Ani, fechadas en su mayoría entre los siglos VIII y XIII d.C. y declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, varios templos religiosos como las iglesias de los Santos Apóstoles y la de Tigran Honents o las mezquitas de Yusuf Pasaö Ebul Hasan Harakani y la de Fethiye, el castillo de Kars y los palacios de Beylerbeyi y el de Selcuklu.


Ruinas de Ani, situadas a 48 km al este de Kars


Reha Paşa SONÇAN (pexels)

Los amantes de los deportes de invierno también pueden optar acercarse al complejo de esquí Sarikamis que, rodeado de bosques de pinos, cuenta con la tercera pista de esquí más alta del mundo. Así pues, lo mejor es aprovechar el viaje y quedarse un par de días en este destino.



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