El Real Madrid ha arrancado la temporada con marejada. Pocos podían adivinar que iba a ser así después de conquistar la Supercopa de Europa en Varsovia con un gol de Kylian Mbappé el día de su estreno como jugador madridista. Todo fueron parabienes y elogios tras el triunfo ante el Atalanta y las crónicas estaban salpicadas de calificativos y palabras grandilocuentes como “imbatibles”, “estirpe”, “septete”….
Pero llegó la realidad de LaLiga, el día a día del fútbol español, y allí un Mallorca áspero y aguerrido frenó a los de Ancelotti y pudo hasta dejarlos sin el punto que se llevaron de Son Moix. Un resultado y una actuación que molestó al técnico que denunció en la sala de prensa la falta de “actitud” y “compromiso defensivo” de sus jugadores. Hacía mucho tiempo que el italiano no levantaba la voz y señalaba a sus futbolistas en público. Un enfado que se ha diluido con el paso de las horas, después de 72 horas de vacaciones después del partido ante el Mallorca.
En estos tres días libres Rodrygo ha mostrado su nerviosismo al colgar en las redes un mensaje que después ha borrado de las mismas. “La semana pasada hablaron del trío Bellingham, Mbappé y Vini, pero a esta sigla van a tener que añadir la R de Rodrygo. Tenemos el cuarteto ofensivo y el resto del equipo. Cada uno tiene su importancia en los partidos y demostrará su valor en las diferentes competencias en las que participaremos”, señalaba el brasileño en un síntoma evidente de los celos que le embargan después de ver cómo los medios han puesto el foco en sus tres compañeros de ataque dejándole a un lado a él.
Esta gestión de los egos es una de las tareas que Ancelotti sabía que debía resolver y que tendrán que aplacar durante la temporada. Sin embargo, el gran problema que afronta es la gestión del reparto de protagonismo y de roles y la gestión con los suplentes, especialmente con tres jugadores complicados de encajar en el once: Brahim, Arda Guler, Endrick y Ceballos.
Brahim (9 minutos)
El internacional marroquí es un jugador que gusta a los Ancelotti y sabe que su papel es el de revulsivo, además es consciente de que va a tener minutos cuando empiecen los compromisos internacionales porque es un jugador de garantías que es el primero relevo en ataque del equipo. Jugó siete minutos ante el Atalanta y dos ante el Mallorca. Espera poder revertir ese rol y ganar más protagonismo, pero de los cuatro, es el que más claro tiene su cometido y el más importante para el entrenador.
Arda Guler (5 minutos)
El turco llega de dar un paso adelante con su selección en la Eurocopa y de sumar goles cada vez que Ancelotti le ha dado minutos. Puede jugar en un par de posiciones y tiene mucho gol, pero debe esperar su momento aunque Carletto le tiene en cuenta y le ha dado entrada testimonialmente en los dos encuentros para mantenerle ‘enchufado’, con tres minutos ante el Atalanta y dos ante el Mallorca. El genio otomano, de 19 años, dio alguna muestra de impaciencia y carácter la pasada temporada y tanto Carlo como Davide están muy encima de él para que no se repitan. Arda se ha convertido en un ídolo del madridismo, que reclama más protagonismo para él, que se ha convertido en una ‘amenaza’ para Rodrygo, como Brahím.
Dani Ceballos (1 minuto)
Dani Ceballos lleva años arrumbado en el fondo del banquillo del Real Madrid. Su rol es residual en el equipo, pero el sevillano se ha aferrado a su contrato y está haciendo bueno ese dicho que se maneja entre la clase media en el vestuario del Bernabéu: “En el Madrid, hasta que te den la patada”. Esta temporada se ha marchado Toni Kroos, un jugador de un perfil parecido al exverdiblanco y su rol ha quedado huérfano, con Modric y con Ceballos pudiendo asumir los minutos que libera el alemán. Pero la realidad es que Dani, que tiene contrato hasta 2027, está resignado a ser un recurso de última hora para un Carletto que ante el Atalanta le dio un minuto y frente al Mallorca no pisó el campo.
Endrick (0 minutos)
El brasileño es, por el momento, el menos utilizado de los atacantes. De hecho, aún no ha dispuesto de ningún minuto, ni ante el Atalanta ni ante el Mallorca. Endrick llegó con las expectativas disparadas tras sus buenas actuaciones con Brasil, incluido su gol en el Santiago Bernabéu. Pero a sus 18 años recién cumplidos, Endrick es el séptimo atacante del equipo por detrás de Mbappé, Bellingham, Vinicius, Rodrygo, Brahim y Arda Guler. En el club hay preocupación por ver cómo gestiona su falta de protagonismo porque en las oficinas son conscientes de que tiene un entorno que suele presionar cuando las cosas no le van bien. Incluso hay voces que hablaban de la idoneidad de cederle para que disponga de minutos y se foguee en su llegada al fútbol europeo y español.