“¿Pero ellas entrenan aquí?”, se oye por los pasillos del Estadio Municipal de Badalona. El juvenil masculino del Fundació Badalona espera en el túnel de vestuarios a salir a entrenar, mientras que las jugadoras del Seagull ya están sobre el césped terminando las pruebas médicas. Ellas ocupan un cuarto de campo y ellos podrán usar el resto. El desconcierto es general en la instalación. Tras el aterrizaje del Levante Badalona de Liga F (antes Levante Las Planas) el puzzle de horarios, espacios e infraestructuras está siendo imposible. Además de las tres entidades futbolísticas, el estadio tambien lo comparten con el club de fútbol americano Badalona Dracs. Solapamineto de sesiones, apropiación de vestuarios y hasta algunos rifi rafes entre entidades y con el Ayuntamiento. Entre todo el caos, un club histórico como el Seagull se siente ahogado.