El Real Madrid volvió a la Liga Endesa con triunfo ante el MoraBanc Andorra (70-89) en un choque que comenzó a romper en el tramo final del tercer cuarto, cuando secó al contrario en ataque y se mostró más preciso en sus incursiones a canasta.
Algunos de los problemas que mostró el conjunto de Chus Mateo días atrás ante el Panathinaikos en la Euroliga los repitió en esta ocasión, el principal de ellos el de las pérdidas. La máquina bien calibrada que lleva siendo el equipo durante todo el curso volvió a atascarse en el trabajo fino, como si la resaca copera o el parón por los compromisos internacionales hubieran oxidado los engranajes.
Así, los de blanco llevaban al descanso 18 balones mandados al limbo. Una estadística inusual y sintomática que dejó en nada el dominio en el rebote, 22 para ellos en el intermedio por 13 de un rival que solo tuvo que aprovechar los ‘regalos’ y creérselo un poco.
Porque algo de fe hubo en el bando local, que comenzó frío y no se descongeló durante todo el primer cuarto. Castigado por Walter Tavares y Guerschon Yabusele, ambos fluidos en la pintura, logró sobreponerse del 3-10 inicial hasta situarse 12-15. Sin embargo, un parcial de 0-6 le acercó a los diez de desventaja con los que se fue al banquillo a los 10 minutos.
Tras el parón se presentó el anfitrión en la pista con un 13-5 favorable gracias a la garra de Marin Maric y la soltura de Jean Montero. Y a este último se le acabó sumando Jerrick Harding, la otra mitad de uno de los mejores binomios ofensivos de la competición.
Casi por inercia, ante un Real Madrid perdido en el parqué y muy alejado de su mejor versión, llegó la primera renta favorable en el duelo para el MoraBanc Andorra. Ese premio logró disfrutarlo hasta el intermedio (41-37, min.20).
La segunda parte empezó como acabó la primera, con los de Natxo Lezcano cómodos y valientes en su ritmo frenético. Dentro de ese guión lograron irse siete arriba y pudo ser más el castigo pero, tras revisarlo, los árbitros señalaron falta de Facundo Campazzo sobre Maric anterior a un triple transformado por Montero. La jugada fue un punto de inflexión porque desde ese momento el ímpetu ofensivo de los andorranos comenzó a chocar de bruces con un rival rocoso que, no sin dificultades, fue dándole mordiscos a la desventaja.
A base de tiros libres, pese a que en ese aspecto el plantel visitante también naufragó respecto a otros días, alcanzó el equilibrio. Y una vez en él, Yabusele y Facundo Campazzo hicieron el resto para inclinar la balanza y pasar del 49-42 al 55-68 con el que finalizó el tercer acto.
En los diez minutos hasta el cierre los de fuera se limitaron a conceder poco y tirar de oficio ante un MoraBanc Andorra ya rendido que no dio opción para el incordio pero que, durante la mañana, puso a los blancos ante el espejo y les exageró algunos de sus pocos defectos.
Ficha técnica:
70 – MoraBanc Andorra (16+25+14+15): Rafa Luz (-), Harding (19), Andric (9), ‘Tyson’ Pérez (8) y Dos Anjos (6) -cinco inicial-; Maric (10), Tobias Borg (-), Madsen (2), Montero (14), Juan Rubio (-) y Somogyi (2).
89 – Real Madrid (26+11+31+21): Campazzo (14), Llull (5), Abalde (7), Yabusele (18), Tavares (14), -quinteto inicial-, Rodríguez (-), Poirier (3), Causeur (9), Deck (14), Ndiaye (3) y Hezonja (2).
Árbitros: Benjamín Jiménez, Javier Torres y Alberto Baena. Eliminaron por cinco personales a Poirier (min.34)
Incidencias: Partido de la jornada 23 de la Liga Endesa disputado en el Pavelló de Govern ante 4.733 espectadores.