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El pueblo pesquero francés de 1.200 habitantes que recibe 10.000 turistas al día


En los momentos de mayor afluencia, los 1.200 habitantes de Étretat (Alta Normandía, Francia) reciben hasta 10.000 personas diarias, según dijo el año pasado la asociación de vecinos Étretat Demain, un grupo dedicado desde 2022 a la defensa del turismo sostenible en este litoral. Este año, con los Juegos Olímpicos y la recuperación completa del turismo, temen una ‘invasión’ aún peor.

Esta pequeña ciudad -dicen en su web- se enorgullecía de atraer a escritores y a los pintores impresionistas más famosos. «Hoy, en la era de la tecnología en la que los destinos de viaje se eligen en las redes sociales, Etretat se ha convertido en el arquetipo del destino ‘instagramable’», añaden. «Víctima desde hace años de un turismo creciente, desproporcionado y mal gestionado, la pequeña estación balnearia encerrada entre sus dos majestuosos acantilados está en peligro».

El mensaje termina así: «Sus habitantes abandonan Étretat y la vida fuera de temporada desaparece poco a poco con ellos. La experiencia del visitante pierde su autenticidad y las consecuencias ecológicas de tales aglomeraciones en unos pocos meses (más de un millón y medio de turistas al año) son desastrosas. Erosión de los acantilados, contaminación del agua, robo de guijarros, tráfico infernal, proyectos inmobiliarios dudosos…».

Étretat y la asombrosa verticalidad de los acantilados de la Costa de Albâtre inspiró a Claude Monet y a otros pintores como Gustave Courbet y Eugène Boudin. La costa de Alabastro (Albâtre), con esos acantilados formados por capas de caliza y de sílex, rayas blancas y negras, se extiende a lo largo de 130 km, desde Le Havre hasta Le Tréport.

En los últimos años Étretat ha recibido otro impulso de popularidad de la mano de Arséne Lupin, el gran personaje de Maurice Leblanc (1864-1941), protagonista de una miniserie para televisión (tres temporadas, desde 2021) basada en los libros sobre este ladrón de guante blanco que tanto éxito tuvieron en la primera parte del siglo XX.


Playa de Étretat


LOU BENOIST

En la pantalla vemos un hijo de emigrantes senegaleses -interpretado por Omar Sy – fascinado por las novelas de Leblanc y por el modo de vida de su protagonista, maestro del disfraz y el engaño. Cuando era niño, su padre se suicidó en la cárcel tras ser acusado injustamente del robo de un valioso collar. Muchos años después, el imitador de Lupin investiga la verdad sobre aquel suceso que marcó su vida.

Los seguidores de Lupin han mostrado mucho interés en conocer los acantilados de Étretat, junto a las gélidas playas del Canal de la Mancha, o de ‘La Manga’ si hacemos caso a su nombre en francés (La Manche), que protagonizan algún capítulo de la serie. En verano se ha convertido en un lugar saturado. Los vecinos los dicen claramente: «En general, desaconsejamos visitar Étretat alrededor del 15 de agosto, período en el que la estación balnearia está realmente arrasada. Junio y septiembre, en cambio, son especialmente agradables».

 


Chapelle Notre-Dame-de-la-Garde, en Étretat


LOU BENOIST

En esta localidad está la casa museo del creador del caballero ladrón -Le Clos Lupin – Maison Maurice Leblanc- con la decoración que tenía a principios del siglo pasado. No es solo un museo, sino una atracción en la que una voz (Lupin) te va guiando por las distintas estancias, entre un juego de luces y sonidos que ayudan a descubrir todas las pistas ocultas en la mansión.

Hay quien ha definido Étretat como un teatro romántico abierto en el Canal de la Mancha que inspiró al citado Monet, que pasó allí el invierno de 1868-1869 y pintó La Manneporte, una «enorme bóveda por donde pasaría un buque», según la definió Maupassant, otro vecino de la zona. Ese paisaje de acantilados ‘taladrados’ por unos agujeros proporciona un carácter inconfundible a esta esquina del oeste de Francia. El más grande de esos boquetes es precisamente La Manneporte.

El pueblo de Étretat está a media hora en coche al norte de Le Havre y a una hora (hacia el interior) de Ruan, la ciudad donde nació Leblanc. En la serie, el viaje de París a Étretat se presenta como una excursión en tren relativamente corta y cercana. En realidad, este pueblo está a más de 200 kilómetros de la capital (casi tres horas en coche), y el tren se detiene en Le Havre, desde donde habría que tomar un autobús para llegar al reino de Leblanc/Lupin. En total, un viaje de casi cuatro horas.

Por cierto, para quien quiera evitar las aglomeraciones, Lonely Planet recuerda que a solo 20 minutos está Yport, «un pueblo de pescadores que tiene los mismos altos acantilados y vistas al océano, sin las enloquecedoras multitudes».



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