Nadie sabe qué está pasando con Taylor Swift. “Hubo un día en el que parecía que el mundo se acababa y yo no estaba entendiendo por qué“, explica el periodista y profesor de instituto Yeray S. Iborra sobre la reacción de sus alumnas cuando se pusieron a la venta las entradas de la gira de la cantante para los conciertos en Santiago Bernabéu, que se celebrarán este 29 y 30 de mayo. “Sabía quién era Taylor Swift, pero se estaban vendiendo las entradas para el concierto más importante de la historia y no me había enterado”, confiesa.
Esta es un poco la reacción que ha tenido todo el mundo con el fenómeno ‘swiftie’. De repente, miles de jóvenes gastan miles de euros en ‘merchandising’ y entradas para ver a la cantante desde las primeras filas, llevan pañal a sus conciertos para no perderse ni un segundo de su actuación de más de tres horas, y pasan horas diseñando los outfits que vestirán según sus canciones favoritas y haciendo las pulseras de la amistad que luego se intercambian en los ‘shows’.
Dicen que Taylor Swift tiene una canción para cada situación de tu vida (aunque gran parte de la población no sabría cantar mucho más que el estribillo de ‘Shake it Off’). También es un fenómeno intergeneracional. Desde treinteañeras -la cantante estadounidense tiene 33 años- hasta adolescentes de 12 años han enloquecido con la artista. Todo lo que hace, despierta interés. Swift ha estrenado un disco en medio de una gira mundial que repasa toda su carrera y en la que está llenando estadios (en España, dos Santiago Bernabéu), ha aumentado la pasión por el fútbol americano gracias a su relación con Travis Kelce y ha sido nombrada Persona del Año 2023 por la revista ‘Time’. Mueve masas allá donde va: esta semana, Madrid está colapsado. Pero nadie acaba de entender de dónde viene la fiebre ‘swiftie’ que ha crecido tanto en el último año.
Justamente ese delirio colectivo por la artista sorprendió a Yeray S. Iborra, que decidió estudiarlo en su libro ‘Fenómeno Taylor Swift‘ (Sílex Ediciones). ¿Es Taylor Swift un fenómeno extraordinario? “Te diría que sí, sin dudarlo, por las cifras que podemos analizar”. Aunque el periodista considere que la cantante no tiene la mejor voz o las melodías más logradas, asegura que su carrera es “bastante impecable“. Swift fue pionera en hacer música country para adolescentes, luego se pasó al pop y su etapa más madura llegó cuando se enfrentó a la industria musical y empezó a lanzar sus ‘Taylor’s version’, una batalla que todavía perdura por recuperar los derechos de sus canciones.
Los fans no son solamente “niñas de 16 años que han tenido un desamor o personas de 40 un poco inmaduras a nivel emocional. Eso sería infantilizar a su público”, apunta Iborra
Primer espacio de politización
La artista gráfica y ‘swiftie’ declarada Patricia C. Agüero ha publicado el cómic ‘La era de la generación swiftie’, donde ilustra algunas canciones de la artista según su propio punto de vista. Su pasión por la cantante nació cuando tenía 13 años y veía pasar el videoclip de ‘Love Story’ entre pausas publicitarias en Disney Channel. “Es bonito tener referentes que hablan de cosas tan importantes como ella”, asegura la joven. En sus canciones, la estadounidense habla “del amor propio, de la salud mental y de no perderte en relaciones, amistades, trabajos o enfermedades. También del ‘bullying’ que recibió por parte de Kim Kardashian y Kanye West”. Y es que, si Taylor Swift ha vivido una relación tóxica o se ha desencantado con una amistad, ya no es un ídolo, sino una persona normal, como tú.
“No es una estrella del pop como las que yo había conocido, divina y perfecta, sino que es como si la rara de la clase se convirtiera en la reina del baile“, expone Iborra. “Si queremos una estrella del pop, que sea esta. No huye de hablar de problemas de salud mental, política y equivocaciones. No intenta ser perfecta”, analiza el periodista. Para muchas adolescentes se ha convertido en “un primer espacio de politización y gestión emocional“, pero no hay que dejar de lado que “es ‘mainstream’ y representa “un capitalismo amable”. “Ella misma es el sistema porque es una de las personas más influyentes del planeta”, considera.
Si Taylor Swift ha vivido una relación tóxica o se ha desencantado con una amistad, ya no es un ídolo, sino una persona normal, como tú.
Pero no nos equivoquemos. Los fans de Taylor Swift no son solamente “niñas de 16 años que han tenido un desamor o personas de 40 un poco inmaduras a nivel emocional. Eso sería infantilizar a su público“, apunta Iborra. “Cuando crea su discurso político acaba de atrapar a un público que ya no solamente es adolescente y le gusta su espontaneidad, sino que se empieza a convertir en un ejemplo”, asegura el profesor. La cantante tiene influencia para generar tendencia entre la juventud, pero también podría marcar unas elecciones presidenciales en Estados Unidos. “En la prensa americana la tienen como la gran ‘woke’, pero sus intervenciones políticas están más relacionadas con los derechos humanos y cuestiones sociales”, analiza el periodista. Por lo tanto, Swift no entraría en posicionarse en “un debate de republicanos o demócratas”, sino que solamente se movilizaría si “un candidato fuera demasiado perjudicial para los derechos sociales”.
La fiebre ha ido pasando de fan a fan hasta llegar a personas que ni siquiera sabían que existía hace un año y que se mueven por puro FOMO
¿Robótica o espontánea?
¿Tiene Taylor Swift calculados todos los pasos de su carrera? “Todo parece bastante bien pensado“, apunta Iborra. “Si le preguntas a una ‘swiftie’ sobre si es fría y calculadora, te diría que no, que es la persona más natural del mundo. Si me lo preguntas a mí, igual tengo una idea más matizada”, analiza. La cantante ha ido cambiando sus estrategias de prensa y ahora ofrece entrevistas en las que tiene un mayor control de su discurso. “Realmente, cualquier cosa que hace y dice es portada”, reflexiona el profesor. “Me da la sensación, viendo el concierto del ‘Eras Tour’, que hay momentos en los que es increíblemente robótica y otros en los que me parece increíblemente espontánea“, explica.
Swift se encuentra en una gira mundial con 152 conciertos en la que repasa todos sus discos -o ‘eras’, como lo llaman ella y sus ‘swifties’-. Algo que convierte el tour en un evento relevante y único que nadie se quiere perder. La fiebre ha ido pasando de fan a fan, luego a gente menos seguidora o que lo fue en algún momento de su carrera, hasta llegar a personas que ni siquiera sabían que existía hace un año y que se mueven por puro FOMO -miedo a perderse un acontecimiento social-. Por si fuera poco, en medio del tour acaba de sacar un álbum con 31 canciones, ‘The tortured poets department’. ¿Otro movimiento calculado? “Es una persona que puede hacer absolutamente cualquier cosa en cualquier momento. Esa expectación de qué vendrá ahora es también lo que mueve a las masas”, considera Patricia C. Agüero.
Iborra tiene claro que habrá Taylor Swift para rato. “Ella es un torbellino para la música y para ella misma. Una de las cosas que la caracterizan es esa rebeldía con la industria, que no sabes si es un poco tío Gilito o una persona que ha venido a cambiar las reglas del juego a favor de una cosa más justa y colectiva”, reflexiona. La cantante estadounidense ha iniciado sus propias luchas, como con las ‘Taylor’s Version’, “pero de momento parece que la única que gana es ella“. Lo que está claro es que por moda, FOMO o fenómeno fan real, esta semana solo se hablará de Taylor Swift.
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