En Alemania el fútbol es el deporte rey. Pero a diferencia de España, donde la prioridad es el negocio, en el país teutón la prioridad es el aficionado. Eso explica que siempre estén llenas las gradas, ya que tienen los precios de las entradas y los abonos mucho más baratos que los de España y con numerosa presencia de aficionados visitantes en los estadios, en los que además pueden vestir la camiseta de cualquier equipo sin temor a sufrir ninguna agresión.
La Frauen-Bundesliga femenina, una atracción
Oficialmente la historia del fútbol alemán arranca el 28 de enero del año 1900, día en que se fundó la Asociación Alemana de Fútbol, que el año pasado contaba con 6,272.803 de jugadores y 26.010 clubes. Siendo un tercio jugadores de los 100.000 equipos infantiles y juveniles del país. También hay que destacar el peso del fútbol femenino, con 857.220 jugadoras federadas y con un punto de inflexión, 2003, año en que su selección femenina ganó el Mundial, repitiendo en 2007. La Frauen-Bundesliga es además muy seguida por los aficionados.
El Bayern se ha consolidado como el mejor equipo de la Frauer Bundesliga femenina / Frauer Bundesliga
En las gradas de los estadios alemanes se puede beber con absoluta normalidad cerveza, una de las bebidas nacionales. Algo que, sin embargo, no genera más problemas en las gradas porque los aficionados alemanes son más cívicos que los que, por ejemplo, copan los estadios españoles, los italianos o, por supuesto, los franceses. En el centro de Europa pasa lo mismo y hay estadios, como el del Sparta de Praga, en el que hasta pagan a los aficionados por devolver los vasos o las macetas dentro del estadio. En Alemania se suele tener la deferencia de dárselos a los niños para que se ganen la paga.
Hay estadios como el ‘Stadion An der Alten Försterei’ del Union Berlín que son una joya. Rodeado de bosques de pinos, espacios verdes y parques, su nombre se traduce literalmente como “Estadio en la casa del antiguo guardabosques”. Fue reconstruido en 2009 y ampliado en 2013, y muchos aficionados del Union Berlín se enrolaron como voluntarios para ayudar en la remodelación. A medida que el equipo ascendió a la Bundesliga, las entradas para el estadio se volvieron cada vez más difíciles de conseguir, lo que llevó a diferentes generaciones de seguidores a dividirse sobre quién debería conseguirlas: la base de antiguos socios o los nuevos seguidores atraídos por Union Berlin debido a su reciente éxito.
El fútbol alemán es más ofensivo y menos táctico que el de las ligas más latinas. Los partidos tienen más ida y vuelta y son menos encosertados, lo que los hace más vistosos para los aficionados que llenan sus gradas. Esa ambición goleadora de los equipos se traslada a las gradas, donde la multitud entona enfervorecida el “¡Einer geht noch, einer geht noch rein!” cuando su equipo está en racha. Un cántico se puede traducir por: “Todavía se puede meter un gol más”.
El grito por antonomasia del fútbol en Alemania es ‘¡Tor!’ (gol), que la mayoría de las veces es logrado por el stürmer (delantero), a veces lo transforma el mittelfeld (centrocampista) y las menos de las veces el abwehr (defensa). Existe un respeto sagrado hacia el schiedsrichter (árbitro) y uno de los lances decisivos es el elfmeterschießen (penalti). Los goles pueden producirse en el lanzamiento de un freistoß (tiro libre), a la salida de ecke (córner) o incluso en el verlängerung (tiempo añadido).
Bundesliga – Bayer Leverkusen vs SV Werder Bremen / CHRISTOPHER NEUNDORF
Precios populares y horarios amables
Los abonos de Liga de Alemania están muy lejos de los precios que se pagan en España. Así, en 2023 los abonos de temporada más baratos en la Bundesliga eran el del Wolfsburgo (250 euros, apenas 14 euros por partido), el Hoffenheim (262) y el Bayer Leverkusen (290, 17 por partido). Entre los más caros aparecían el Borussia Dortmund (860 euros, algo más de 50 euros por partido), el Leipzig (924 euros) y el Köln (978). Pare ver al Bayern todo la temporada los precios oscilaban entre 385 euros (22,64 euros por partido) en los fondos del Allianz Arena, y los 840 euros (49,41 euros) en las tribunas.
Además, los partidos de la Bundesliga se concentran el sábado y domingo en un horario ya clásico, las 15:30 horas, lo que le permite llenar sus gradas de aficionados. Así, la jornada se distribuye en un partido el viernes (20:30) que abre la jornada, normalmente cinco encuentros se juegan de forma simultánea (15:30) el sábado, más otro a las (18:30), y el domingo se vuelven a acumular un par de choques o tres a las 15:30 y a veces se deja un partido el lunes (20:30) para cerrar la jornada. Estos horarios ‘amables’ y estos precios explican que las gradas de los estadios estén siempre llenas. Unas gradas repletas de niños y familias que en esta última temporada han visto como el Leverkusen de Xabi Alonso se paseaba ganando la Bundesliga y la DFB Pokal (la Copa) sin perder un solo encuentro en toda la temporada en suelo alemán.
La normal del 50+1
La norma más famosa que rige el fútbol alemán es la del 50+1. Los clubes deben poseer al menos el 51% de las acciones de la compañía de fútbol, asegurando con ello que los miembros del club aún tengan la mayoría de los derechos de voto. Hay dos clubes que son excepciones en este término, el Bayer Leverkusen y Wolfsburgo. Esto se debe a que las empresas farmacéuticas y automovilísticas llevan más de 20 años financiando esos clubes. Forman ya parte indispensable de la historia del club y va prácticamente ligada a su idiosincrasia.