En Vitor Roque, un joven delantero brasileño, por quien el Barça pagó una fortuna este invierno (30 millones más 30 en variables es una fortuna cuando no tienes dinero, quedan retratadas las diferentes líneas de pensamiento que anidan en el club. SI no juega, André Cury, agente del futbolista, pide una venta porque no admite una cesión.
Era un jugador referencial para la dirección deportiva liderada por Deco, al punto de que adelantó su incorporación, prevista para este verano, al pasado mes de enero. Y lo firmó por siete años. O sea, hasta 2031.
Era, además, una inversión estratégica para la directiva, que avaló esa medida de Deco, convencida de que aportaría goles y dinamismo a un ataque que vive, y casi en forma exclusiva, del acierto de Lewandowski.
Errático estuvo el polaco al inicio de la temporada, aunque despertó más tarde suma 17 tantos en la Liga), pero no apareció en los grandes momentos de la semana que acabó siendo trágica contra Real Madrid y PSG perdiendo en el camino opciones de ganar dos títulos.
Pieza residual para Xavi
Pasados ya cinco meses, Vitor Roque es, sin embargo, un jugador absolutamente residual para Xavi. No cuenta nada con él, inquilino habitual como se ha convertido del banquillo. Ya ni se saca el chándal de suplente porque ha encadenado hasta cuatro partidos consecutivos sin pisar el césped: la vuelta con el PSG en Montjuïc, Madrid en el Bernabéu, Valencia en el Estadio Olímpico y Girona en Montilivi.
El exdelantero del Athlético Paranaense no entiende para que lo trajeran con tanta prisa si ahora no lo quieren usar. Xavi recuerda siempre que a Vitor Roque, un joven recién aterrizado en Europa, le “falta tiempo” para adaptarse al nuevo fútbol.
Los nervios del delantero
Vino, además, con las secuelas de una lesión en el tobillo derecho que padeció en Brasil porque le tuvo dos meses de baja, lo que condicionó su inmersión en el universo culé. Tiempo y confianza, factores que no está encontrando en el Barça. “Nos está dando cosas”, sostiene siempre el entrenador, pero pasa el tiempo para el delantero y no le llega la confianza que imaginaba. O la que le trasladaron antes de su fichaje. Ahora, nada es como le dijeron entonces. De ahí que afloren los nervios.
“Xavi nunca ha hablado con Vitor Roque. Hay muchos partidos en los que le podría haber dado minutos y no lo ha hecho. No lo entiendo. Es una situación que no es buena para ninguna parte”, denunció irritado André Cury, el agente de jugador, a RAC-1, colocando en la esfera pública lo que ya se conocía en el interior de la ciudad deportiva del Barça en Sant Joan Despí.
“Xavi nunca ha hablado con Vitor Roque. Hay muchos partidos en los que le podría haber dado minutos y no lo ha hecho. No lo entiendo”, André Cury, agente de Vitor Roque
No habla Xavi con él. Ni tampoco lo utiliza el entrenador. De 24 partidos posibles desde que llegó en enero solo ha disputado 13. Ninguno completo. Apenas 312 minutos de competición, lo que representa un ínfimo 14%. “Xavi ha dado minutos a Fermín, Cubarsí y Lamine Yamal, pero a Vitor no se los ha dado. No me lo explico. Yo no sé dar una explicación”, se repetía, una y otra vez, Cury.
“Tampoco estamos en una gran temporada, encajamos 30 goles desde enero, nos metió ocho goles el Girona, nueve del Madrid, seis en la eliminatoria de Champions y esto tampoco ayuda”, sostenía, una y otra vez, Cury, abriendo un foco nuevo de tensión en un club, el Barça, que ha ido eliminando objetivos ya que aspiraba al triplete y ahora pelea por la segunda plaza tras cerrar el curso en blanco.
Cesión, no; venta, sí
Con 18 años, y recién casado en Brasil, Vitor Roque llegó a Europa incluso con marca propia. ‘Tigrinho’. Pero ahora ha desaparecido del escenario. Empezó por no jugar en los grandes duelos (ni un minuto ante Madrid en Supercopa y Liga, ni un minuto en la Champions, ni el doble duelo con Nápoles, ni tampoco frente al Paris SG) y ahora no juega nada de nada, por lo que se agota su paciencia.
“Vitor Roque no se marchará cedido. Si se va, será con una venta. O se queda si le dan minutos para poder demostrar lo que es. Si el club decide que no cuenta, se irá vendido”, avisó André Cury, mientras la soterrada lucha por el poder se mantiene en el Barça.