La trashumancia es una práctica ganadera tradicional que consiste en el movimiento estacional del ganado entre zonas altas, destinadas a pastos de verano, y zonas bajas, en las que el ganado pasa el invierno, siguiendo las rutas regulares establecidas conocidas como Vías Pecuarias y que son un patrimonio genuino de España único a nivel mundial. Con una extensión de unos 125.000 kilómetros y una cobertura de unas 420.000 hectáreas, estos itinerarios se organizan en torno a nueve caminos principales (Cañadas Reales), siete de los cuales discurren en dirección norte-sur y otras dos en sentido noroeste-sureste.
Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2019, esta práctica milenaria se consolidó en España en el año 1273, momento en el que Alfonso X el Sabio creó el Honrado Concejo de la Mesta de Pastores, una institución que agrupaba a todos los pastores de León y de Castilla en una asociación nacional a la que otorgó, además, una serie de privilegios como la exención del pago de impuestos de portazgo y montezgo a los pastores de ganado trashumante y que garantizó la protección de los itinerarios establecidos. Posteriormente, los Reyes Católicos dieron una nueva significación a dicho concejo institucionalizándolo de modo definitivo tal y como llegó a ejercer su cometido en la Edad Moderna. Es entre los siglo XVI y XVIII cuando se produce el auténtico esplendor de esta actividad -con 3,5 millones de ovejas trashumante- gracias al comercio de la lana y, en concreto, de la variedad merina muy apreciada en el mercado europeo.
A mediados del siglo XIX comenzó la decadencia de esta industria debido al empobrecimiento del campo y a la desaparición tras más de 560 años de existencia del Honrado Concejo de la Mesta (enero de 1836) –, lo que suponía, por tanto, la suspensión de todos los privilegios ganaderos. A lo largo del siglo XX el traslado tradicional de los rebaños andando desciende cada vez más por la entrada en funcionamiento del servicio de transporte de ganado por ferrocarril, servicio que estuvo activo hasta 1996. Además, a partir de los años 60 comenzó a emplearse el camión para los desplazamientos y acabó por convertirse en la opción más rápida, cómoda y habitual. A día de hoy pocos son los pastores que conducen sus ganados a pie debido, entre otras cosas, a la falta de relevo generacional, los altos costes de la actividad y el estado actual de algunas de las vías pecuarias.
Pese a esto, muchas son las entidades que tratan de poner en valor la ganadería extensiva y que trabajan por la recuperación de las vías pecuarias en la actualidad, véase la Asociación Trashumancia y Naturaleza. Con el objetivo de reivindicar el papel de esta práctica como herramienta de conservación de la biodiversidad y de lucha contra el cambio climático, dicha organización lleva desde 1994 celebrando con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid la ‘Fiesta de la Trashumancia’, un evento único que lleva a reflexionar sobre la importancia de este tipo de actividades para la España rural.
Fiesta de la Trashumancia 2023
El 18 de septiembre un rebaño propiedad de la Asociación Concejo de la Mesta partió de la montaña palentina, desde San Salvador de Cantamuda, para recorrer la geografía española a través de la red de cañadas reales –que forman parte del patrimonio público– y llegar a su destino, la Sierra de Guadarrama, previo paso por las calles más concurridas de la ciudad de Madrid en una fiesta que atrae cada año a miles de visitantes y a locales curiosos que no quieren perderse esta atípica imagen.
Será el 22 de octubre cuando las calles del centro de la capital se corten al tráfico de vehículos para dar prioridad al ganado ofreciendo una peculiar estampa de contrastes. Un rebaño compuesto por 1.000 ovejas merinas y 200 cabras retintas saldrá así el domingo desde la Casa de Campo hacia la Calle Mayor por la Cuesta de la Vega y hacia la plaza de Cibeles acompañado de músicos y danzantes de grupos regionales. Una vez lleguen a su destino, el Ayuntamiento, los pastores recrearán la ceremonia de entrega de 50 marevedís por cada millar de ovejas al alcalde, pago establecido en 1418 cuando se firmó una Concordia que estableció que los Hombres Buenos de la Mesta de los Pastores debían pagar dicha cantidad a los Procuradores del Concejo de la Villa de Madrid a cambio de atravesar sus tierras. El día anterior, sábado 21, hay una actividad de 10.30 a 13.30 horas en la que se podrá acompañar al rebaño trashumante a lo largo de su jornada de descanso en los pastos de Casa de Campo.
Además, desde octubre hasta diciembre se puede visitar la exposición ‘100 años de la Mesta’ en el Centro de Educación Ambiental de la Casa de Campo, una muestra fotográfica que resume todas las ediciones anteriores de esta fiesta. Este proyecto fue realizado hace tres años con motivo del cien aniversario de la publicación del estudio de Julius Klein, quien realizó uno de los trabajos más destacados de la historia sobre la Mesta –The Mesta: A Study in Spanish Economic History 1273-1836–, estudio que fue publicado por la Universidad de Harvard en 1920.