Xavi se queda. Tras una tarde llena de reuniones, el Barça ha refrendado la continuidad del técnico hasta que acabe su contrato en junio de 2025. La decisión se adoptó en una cumbre realizada en la casa del presidente Joan Laporta, a la que también asistieron Deco, el director deportivo, Rafa Yuste, vicepresidente deportivo, y Alejandro Echevarría, que no tiene cargo alguno pero ejerce una gran influencia y poder en el club.
Todo comenzó con una cita en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí entre Deco, el director deportivo, y Xavi, que había dado día libre a la plantilla. Duró poco más de una hora y sorprendió la ausencia de Joan Laporta, que estaba en su casa junto a Rafa Yuste, el vicepresidente deportivo.
Pero esa incomparecencia del dirigente era, en realidad, un mensaje institucional porque pretendía dejar bien claro que el técnico tenía que charlar primero con su superior: el ejecutivo luso. Luego, ambos, y por separado, se dirigieron hacia el domicilio particular de Laporta.
Los mismos del 27 de enero
Allí estaban el presidente, Yuste, Alejandro Echevarría, Deco y Xavi. O sea, los mismos personajes que participaron en la reunión del pasado 27 de enero cuando el técnico anunció que se iba, minutos después de la derrota ante el Villarreal (3-5), que desencadenó una crisis que ha durado casi tres meses y ha tenido este final. O sea, el poder del Barça reunido en casa de Laporta en un inesperado giro del guión.
Inesperado porque el entrenador, a pesar de perder en cinco días los dos últimos títulos a los que aspiraba (Champions y Liga), había expresado privadamente a la cúpula del club su deseo de continuar, algo que había sorprendido a un sector importante de la directiva, empezando por el propio presidente.
Pero, al final, se ha adoptado la decisión de que agote su contrato, anulando así las opciones que tenía abiertas en busca de otro entrenador.