La escaladora y entrenadora Eva López (Toledo, 1970) es de naturaleza inquieta -tanto física como mentalmente-, por eso al mismo tiempo que comenzó a escalar también empezó a estudiar sobre el entrenamiento. De ahí pasó a ejercer como entrenadora personal en escalada y a impartir formaciones en este campo del entrenamiento. Actualmente es Doctora en Rendimiento Deportivo y ha realizado investigaciones sobre métodos de mejora de la fuerza de dedos. Entrenadora de jóvenes, amateurs, profesionales, campeones, aspirantes… En esta charla con ella se descubre su pasión por ayudar a los demás a superar sus propios límites, independientemente de dónde estén.
– ¿Cómo definirías a Eva López para quien no la conozca?
Como una escaladora que es feliz practicando su deporte y a quien le apasiona todo lo que tenga que ver con él. Ahora escalo lo que me deja el cuerpo, pero estuve en la élite hasta hace unos 10 años. En 2005 fui la 6ª mujer del mundo en encadenar un 8c y en 2013 conseguí mi máximo grado: un 8c+.
Además, disfruto mucho buscando superarme a sí misma y me encanta hacerme preguntas.
– ¿Qué significa para ti escalar?
Es lo más divertido que existe. Es superarme, jugar a resolver el puzzle de cómo subir mientras te ejercitas de manera muy intensa y aprendes sobre tu cuerpo y tus sensaciones, es construir un cuerpo y las habilidades que necesitas para disfrutar más. Luego, conseguir colocarte de forma eficiente y aplicar la fuerza óptima en cada movimiento, por raro o duro que sea, es alucinante.
Y porque somos un todo, también me encanta porque aprendes a controlar tu mente: para enfrentarte a la dureza o incertidumbre de cada movimiento; luchar a pesar del cansancio para conseguir encadenar; seguir escalando a pesar del miedillo que te da a veces caer…
Y me alucina porque son aspectos que podemos extrapolar a la propia vida. Plantearte objetivos, elaborar planes para conseguirlos y aprender a superar los obstáculos, ¿no consiste mucho en eso la propia vida?
– ¿Qué te parece toda esta explosión que últimamente ha vivido la escalada? De una filosofía de vida de nicho y proezas algo introvertidas, a que haya escaladores a los que el público ahora le ven casi como estrellas del pop.
Teóricamente, podría ayudar a la profesionalización, el patrocinio y a que mejoren las condiciones para entrenar, por ejemplo. Pero desgraciadamente, podría ocurrir solo a nivel privado y en base al capitalismo, por lo que habría que cuidar luego la educación para salir a la naturaleza a escalar y la sostenibilidad del medio.
A la contra, a nivel estatal estamos viviendo una paradoja que también se da en otros países. Como la escalada ya es olímpica, cada nación quiere tener representación en París 2024, y parecería que están dedicando más fondos a la escalada. Pero no es así exactamente porque lo están haciendo pero solo hacia 1-2 personas que consideran “con opciones”. Y dejan al resto de lado. Esto es un error, ya que al no trabajar la base de la pirámide de un grupo de 20-30 deportistas de élite, la punta del iceberg fallará de nuevo en 4, 8, 12 años… y el problema se perpetuará.
– Alguna recomendación de entrenamiento para quien empieza a escalar… Y para quien escala a nivel amateur, ¿algún consejo que siempre das?
Primero, que siempre acudan a profesionales con titulación, que legalmente es el grado o licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el deporte y, en segundo lugar, el TD3 de escalada.
Después, que elijan a quien les entrene de forma individualizada y les enseñe a ajustar la carga diariamente. Porque actualmente hay personas “vendiendo” entrenamientos más que entrenando a deportistas. Y en el sistema del copia-pega, la consecuencia más leve es no progresar o desmotivarse y la más grave, lesionarse o incluso abandonar por haber derrochado esfuerzo y dinero en vano.
En todo caso, diré que en los primeros años lo más importante es desarrollar habilidades técnico-tácticas y, por ende, mentales. La preparación física estaría intrínseca en éstas y no al contrario, lo que explica encontrarnos a gente que hace 20 dominadas y se cuelga a una mano de una falange, pero no saben colocar bien los pies, resolver el puzzle ni gestionar sus emociones para mantener la concentración necesaria para escalar.
– ¿Cuál es el mayor reto que has tenido en tu vida como entrenadora?
Uno es conseguir reacondicionar física y mentalmente, tanto a mí misma como a mis pupilas y pupilos, para volver al nivel que tenían tras alguna lesión. Otro maravilloso es la creatividad diaria que te exige innovar y ajustar métodos y cargas a alguien que está en la élite, ya que cualquier detalle significa romper barreras.
– ¿Cómo has visto la evolución de la mujer en la escalada de tus inicios hasta ahora?
Ahora hay más mujeres escalando e iniciándose. Pero aún queda mucho camino por recorrer. De hecho, en las clases infantiles vemos mitad de niños y niñas. Sin embargo, en la adolescencia el abandono es mayor en ellas, igual que ocurre en casi todos los deportes. Y esto es porque seguimos viviendo en una sociedad que potencia, visibiliza y premia más los logros masculinos que los femeninos. Por ejemplo, para que en la selección nacional hubiera la paridad que tiene desde hace solo 2 años, hemos vivido una verdadera batalla social. La excusa hasta el momento era que en las mujeres no había nivel. Cosa que no era ni es cierta, obviamente. Pero bueno, ¿no es esa la definición de machismo?
– ¿Qué es lo más gratificante que la vida te ha regalado escalando paredes?
El desarrollo de la confianza y el disfrute que supone conseguir cada reto que me he propuesto. Soñar con encadenar una vía dura y tras un tiempo de entrenos y luchas mentales de todo tipo, llegar a conseguirlo, crea una autoeficacia percibida que en cierto modo es responsable de esa “adicción positiva” característica de quienes escalamos.
– ¿Qué te inspira que ahora una adolescente sueñe con ganar un oro olímpico escalando?
Empatizo totalmente. Si yo ahora fuera adolescente, también aspiraría a eso y trabajaría a muerte por conseguirlo. En el camino, lo lograra o no, me superaría y conseguiría ser cada la mejor escaladora posible, que en realidad siempre ha sido mi verdadera meta. Me parece que es de lo más bonito de la vida, encontrar motivaciones y trabajar por materializarlas.
– ¿Te gustaría ser entrenadora de un/a medallista olímpico/a?
He tenido la suerte de entrenar a personas que han ganado Campeonatos de España y alcanzado máximo nivel en roca a nivel internacional; y como dije antes, el aprendizaje entrenando a la élite es de una calidad extraordinaria además de una tarea apasionante. Así que sí, ahora que me he inclinado por entrenar jóvenes que se dedican sobre todo a la escalada de competición, claro que me encantaría dar con alguien con opciones de conseguir ese logro.
– ¿Qué te gusta hacer lejos de la escalada?
Entrenar, sobre todo el entrenamiento de fuerza. Pero en general, entrenar y hacer deporte me da la vida. Y de hobbies, ahora mismo tengo el cine y las series.
– ¿Con qué sueña Eva López?
Con un mundo más igualitario y libre de machismo en todas sus formas, desde la más sutil (como el paternalismo) hasta la más asesina. Y un mundo más respetuoso con el prójimo, más empático y libre de individualismo salvaje; donde impere el pensamiento crítico que nos proteja de perpetuar bulos, estereotipos y en general, de sembrar el odio en vez de colaborar para construir un mundo mejor.