La fibromialgia es una enfermedad crónica caracterizada por el dolor generalizado del cuerpo, la fatiga, los trastornos del sueño y otros síntomas como jaquecas, ansiedad, depresión o inflamación en manos y pies. Pero no son los únicos. Otra consecuencia de padecer esta patología reumatológica es la disfunción sexual, especialmente en el caso de las mujeres.
Estudios recientes han demostrado, además, que no se trata de un problema poco frecuente sino más bien al contrario. Se calcula que alrededor del 97% de las mujeres diagnosticadas de fibromialgia experimentan algún grado de disfunción sexual.
¿Por qué la fibromialgia produce disfunción sexual?
Pero ¿en qué consiste esta relación entre fibromialgia y disfunción sexual?
Pues como explica el doctor François Peinado, jefe de servicio de Urología de Olympia Quirónsalud, es una suma compleja de circunstancias. “Los factores que contribuyen a esta relación compleja son diversos y multifacéticos.
- El dolor crónico asociado con la fibromialgia puede afectar negativamente la respuesta sexual, creando un círculo vicioso en el que el dolor y la disfunción sexual se alimentan mutuamente”.
A todo esto, se le suman factores que se entiende que pueden contribuir de forma directa a la disfunción sexual:
- “La medicación (antidepresivos o psicofármacos)
- Aspectos físicos y psicológicos (dolor, fatiga, ansiedad, depresión), comunes en pacientes con fibromialgia”.
¿Puede la actividad física mejorar la disfunción sexual causada por la fibromialgia?
Una de las recomendaciones cuando aparecen problemas en la función sexual en la población general es realizar algún tipo de actividad física. Pero en el caso de las pacientes con fibromialgia se ha constatado que no es así.
Al menos es lo que se desprende de un estudio realizado con un total de 170 mujeres españolas (88 con fibromialgia, 82 sin fibromialgia) para determinar las tasas de disfunción sexual y el posible impacto de la actividad física.
Los niveles de actividad física, por su parte, se evaluaron según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A continuación, se utilizaron análisis estadísticos para comparar los grupos y las relaciones entre fibromialgia, disfunción sexual y actividad física.
El doctor François Peinado explica que, según los resultados del estudio:
- “La actividad física tuvo efectos variables en la función sexual de las mujeres con fibromialgia, pero las que realizaban actividad física con regularidad seguían presentando peores puntuaciones en el Índice de Función Sexual Femenina (FSFI) que las mujeres sanas que realizaban actividad física con regularidad e incluso que las que no la realizaban”.
En otras palabras, los estudios realizados indican que, contrariamente a lo esperado, la actividad física regular no alteró significativamente las puntuaciones totales de disfunción sexual de las mujeres con fibromialgia.
Y como precisa el especialista:
- “Tanto las pacientes con fibromialgia activas como las no activas mostraron puntuaciones totales de disfunción sexual similares.
- Eso sugiere que la actividad física por sí sola puede no ser suficiente para mejorar la salud sexual de estas personas
- Procedimientos adicionales, como la fisioterapia especializada del suelo pélvico, pueden ser más eficaces para abordar la disfunción sexual en las mujeres con fibromialgia.”
Todo ello aconseja que, para mejorar su sexualidad, las pacientes con fibromialgia deben consultar con su especialista para incorporar diversas opciones terapéuticas.
“Un enfoque multidisciplinario que incluya tratamientos para el dolor, la gestión del estrés, así como terapias psicológicas y sexuales, puede ser fundamental para abordar estos problemas de manera efectiva para mejorar la calidad de vida de las pacientes y proporcionarles el apoyo necesario para enfrentar los desafíos asociados con esta condición”, concluye el doctor Peinado.