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Desde Sevilla a Gijón por la ruta 66 ibérica: un viaje sobre ruedas por la Vía de la Plata

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Imagina recorrer una ruta que traza una línea a lo largo de la península ibérica, conectando el sur con el norte, uniendo antiguas ciudades y desenterrando historias milenarias. Este es el encanto de la Ruta de la Plata, también conocida como la ruta 66 ibérica, que se despliega majestuosamente a través de la Autovía A-66 desde Sevilla hasta Gijón, revelando un tapiz cultural y paisajístico que cautiva a los viajeros que la atraviesan.

Conocida también como la Vía de la Plata, esta ruta es mucho más que un simple trazado de carretera. Es un viaje a través de los diferentes escenarios que nos brinda la península, remontándose a los días del Imperio Romano cuando esta vía fue forjada por primera vez como una arteria vital para el comercio y la expansión. A lo largo de sus más de 800 kilómetros, esta ruta nos transporta a través de cuatro comunidades autónomas y siete provincias (Sevilla, Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora, León y Asturias), tejiendo historias de conquista, intercambio cultural y evolución a cada paso.

Orígenes de una ruta muy antigua

La Vía de la Plata halla su origen en las rutas comerciales utilizadas por los tartesios. Sin embargo, en el año 218 a. C. las legiones romanas se internan en Hispania con el fin de expandir su imperio político, económico y militar, dándoleun mayor desarrollo a esta ruta. Por tanto, los orígenes de la Ruta de la Plata se remontan a la antigua Roma, cuando esta red de calzadas conectaba Emerita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga). Este corredor estratégico fue un crisol de civilizaciones, testigo del flujo constante de tropas, comerciantes y viajeros que ayudaron a dar forma a la península ibérica. A lo largo de los siglos, la ruta mantuvo su importancia, sirviendo como un eje vital durante la Edad Media, cuando musulmanes y cristianos compartían el territorio.

Pero, ¿por qué el nombre de «Ruta de la Plata»? Contrario a lo que su nombre sugiere, este sendero no debe su denominación al metal precioso, sino a una antigua palabra árabe (Ba La Ta) que significa «camino empedrado». Un testimonio de cómo las lenguas y las culturas se entrelazan a lo largo de la historia, dejando su huella en el paisaje. 

De sur a sorte: un viaje inolvidable

La compañía petrolera y de viajes, Repsol, ha publicado recientemente un recorrido por algunas de las ciudades más destacadas dentro de la ruta. Partiendo desde Sevilla, la Ruta de la Plata recorre una inmensa variedad de paisajes y experiencias durante su recorrido. La primera etapa nos lleva a través de Andalucía, donde la ciudad sevillana sirve como punto de partida de esta ruta que atraviesa hasta cuatro comunidades autónomas.

El viaje continúa hacia Cáceres, una ciudad medieval declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde las fachadas de piedra y los sabores de la gastronomía extremeña nos invitan a detenernos y saborear sus delicias. Desde aquí, el camino sigue a través de la imponente Plasencia y la majestuosa Salamanca, cuya Plaza Mayor nos recuerda el esplendor de tiempos pasados.

La tercera etapa nos lleva a través de los campos de Zamora, donde la tierra castellana se extiende hasta llevarnos al final de la ruta. Antes de llegar a Gijón, nos detenemos en Astorga, una encrucijada de culturas donde el legado romano se mezcla con la tradición maragata. Desde aquí, el viaje nos lleva a través de la verde Asturias, donde el Cantábrico saluda al viajero con su brisa fresca y su cocina reconfortante.

Consejos para la ruta

Antes de emprender esta aventura, es importante tener en cuenta algunos consejos prácticos. Desde planificar la ruta y las paradas hasta asegurarse de tener el equipo adecuado, cada detalle cuenta en un viaje de esta magnitud. La preparación no solo garantiza una experiencia más segura, sino también más gratificante, permitiendo a los viajeros sumergirse completamente en la belleza y la historia de la Ruta de la Plata.

En resumen, recorrer la Ruta de la Plata es más que un simple viaje en furgoneta, caravana, coche o moto. Es un viaje a través del tiempo, un encuentro con la historia y la cultura de España, y una oportunidad para crear recuerdos inolvidables en cada curva del camino.

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