A estas alturas casi todo el mundo ha entrado alguna vez en internet para reservar un hotel, un vuelo o en definitiva para planificar sus vacaciones. Las agencias de viajes siguen siendo básicas a la hora de planificar grandes escapadas, pero en la actualidad son muchas las personas que disfrutan navegando por internet en busca de grandes ofertas que sirvan para aprovechar mejor los recursos de cada familia.
Desde hace algunos años se ha convertido en una práctica muy extendida, y reservar unas cuantas noches en un hotel o en un apartamento es algo que está al alcance de todo los públicos de una manera sencilla y accesible. Existen grandes plataformas y buscadores que te ayudan a la hora de reservar hoteles en todo el mundo, con muchas facilidades y una gran oferta.
La realidad es que la gran mayoría de las personas que acuden a estos servicios buscan de una manera o de otra la opción que más les convenza. Por ello es importante la situación del hotel, la valoración que tenga por parte de los usuarios o sus servicios. Pero es una realidad que son muchas las personas que el principal criterio que valoran es el precio, tratando de encontrar siempre las mejores ofertas.
Como ocurre con todo, siempre existen una serie de mecanismos o pequeños trucos a la hora de conseguir los mejores precios. Son consejos, que si los conocemos nos van a ayudar a que nuestra aventura se convierta en un éxito y podamos conseguir el mejor precio posible para ese hotel tan atractivo que nos ha enamorado.
La importancia del día
En este sentido, lo primero que tenemos que saber es que los precios de los hoteles que se reservan por internet fluctúan según el día de la semana en el que entremos para reservarlos. Y aquí sucede algo curioso, porque al contrario de lo que pudiera pensarse, todos los especialistas coinciden a la hora de afirmar que los hoteles tienen un precio más alto si hacemos nuestra búsqueda entre semana.
Así, si probamos a reservarlos durante el fin de semana, probablemente los precios serán más reducidos. Un fenómeno que tiene una explicación, ya que es el fin de semana el momento de la semana en el que la gente por lo general entra menos en internet para reservar hoteles, dedicándose más a disfrutar al aire libre, por lo que hay menos demanda y el precio por lo tanto termina bajando. Así, lo mejor será hacer nuestra búsqueda de jueves a domingo.
La hora es otra de las claves
Para encontrar los mejores precios a la hora de reservar un hotel hay que ser noctámbulo y navegar por la red a hora en las que la mayoría de los usuarios están durmiendo o descansando. De esta forma, los estudios indican que los precios caen en picado a partir de las 23.00 horas.
Nos puede llegar a sorprender la diferencia de precios que nos ofrecerá un hotel en la misma plataforma según el día de la semana y la hora a la que lo miremos. Por ello, aplicando el criterio anterior y la importancia de la hora, lo ideal es que afrontemos la búsqueda del hotel que estamos investigando en fin de semana a partir de las 23.00 horas.
La antelación
Una clave que más o menos todos conocemos a la hora de tratar de conseguir los mejores precios en la reserva de los hoteles es la antelación con la que hagamos nuestra reserva. Este es un aspecto que además ha cambiado de manera notable después de la pandemia del coronavirus, ya que los plazos de tiempo incluso se han alargado.
La lógica nos indica que encontraremos precios mucho más competitivos si reservamos con la suficiente antelación, según la demanda que tenga nuestro destino, en algunas ocasiones lo deberemos de reservar hasta con cinco meses de antelación. Si se planifica el viaje con la antelación suficiente, es posible conseguir un ahorro de hasta el 30% en el total de nuestro gasto.
Flexibilidad
Este truco es quizás el más difícil de aplicar, pero a la hora de la verdad nos puede ayudar de manera clara en nuestro objetivo de conseguir los mejores precios. Y es que hay ocasiones, en las que si nos empeñamos en ir a un sitio en concreto, por muchas vueltas que le demos, no vamos a conseguir un precio competitivo porque es un sitio con mucha demanda y los precios suben.
Por tanto, si somos capaces de ser flexibles, tanto en las fechas en las que queremos viajar, como en el destino al que queremos ir, siempre conseguiremos rebajar el presupuesto de nuestro viaje de una manera considerable. Otro solución es buscar en ubicaciones que estén a algunos kilómetros del destino al que queremos ir, y que al no estar tan demandadas, probablemente tengan precios más bajos.