Situada al norte de Portugal, junto a la desembocadura del río Duero, está Oporto, la niña bonita del país vecino. Bohemia, acogedora, vibrante, bulliciosa… esta ciudad respira vida en cada rincón de su caótico entramado invitando a quien la visita a sumergirse en su dilatada historia, a perderse por sus calles empedradas y empinadas, cuestas a las que asoman balcones de hierro forjado, a dejarse seducir por su exquisita gastronomía regada por los mejores vinos de Oporto, y a empaparse de su rica cultura.
Además de recorrer a pie su bonito centro histórico que, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, permite admirar la mezcla de estilos que caracteriza sus construcciones y que van desde el barroco hasta el modernismo, de asomarse a sus múltiples miradores, como el de los Jardines del Palacio de Cristal o el Jardim do Morro, y de visitar algunos de los monumentos que engrosan la lista de imprescindibles. Entre ellos, la Torre de los Clérigos, construida en el siglo XVIII junto con la iglesia de estilo barroco, la estación de São Bento, cubierta por más de 20.000 azulejos; la catedral, levantada en el siglo XII en estilo románico; las iglesias de San Francisco y do Carmo, y el Palacio de la Bolsa, en el que destacan el Patio de las Naciones cubierto por una estructura metálica con vidrieras y el Salón Árabe que tomó como modelo el Palacio de la Alhambra.
Para aquellos que deseen conocer Oporto desde diferentes perspectivas, descubrir grandes tesoros que no salen en las típicas guías de la ciudad, convertirse en un portuense más o empaparse de su esencia, el Renaissance Porto Lapa Hotel cuenta con un exclusivo servicio de tours personalizados dirigidos por un equipo de ‘Navigators’, o guías locales de la marca, que crean diferentes rutas que se ajustan a los intereses de cada viajero –culturales, gastronómicos, artísticos…– y para las que cuentan con una ‘agenda secreta’ repleta de sugerencias que no decepcionan. Estas son algunas de las ideas para tener en cuenta.
Escuchar un concierto de órgano en la Iglesia Lapa
La construcción de este templo dedicado a Nuestra Señora de Lapa se inició en 1756 y se alargó más de cien años (1863) debido a la escasez de recursos y a la inestabilidad política. De estilo neoclásico y rococó, este santuario conserva en su interior una gran colección de obras de diferentes artistas, como el altar mayor de Manuel Moreira da Silva, el belén en miniatura de la escuela Machado de Castro, así como una reliquia de gran importancia, el corazón del rey Pedro IV de Portugal, monarca portugués responsable de la independencia de la colonia en América. Este tesoro se esconde en un mausoleo de siete metros de altura ubicado en la capilla mayor, en el lado del Evangelio, y para acceder a él se necesitan cinco llaves que están guardadas bajo la tutela del Ayuntamiento de Oporto.
Interior de la iglesia de Lapa
Además, en 1995, la Hermandad de Lapa adquirió un monumental órgano con 4.307 tubos, una altura de 14,18 metros y un peso de 34 toneladas construido por el organero alemán Georg Jann. Desde entonces se vienen organizando conciertos para disfrutar de su espectacular sonido. Los domingos también se tocan diferentes piezas, por lo que si se visita la ciudad en fin de semana no hay que perderse la oportunidad de escuchar a diferentes artistas interpretar piezas que son magia para los oídos.
Imagen del monumental órgano de la iglesia de Lapa
Comprar productos típicos en el Mercado do Bolhão
Ocupando toda una manzana en el centro de la ciudad, el Mercado do Bolhão es una joya arquitectónica que acoge casi ochenta puestos, diez restaurantes y más de treinta tiendas orientadas al exterior. Este mercado fue creado como una plaza en 1837, pero sería en 1914 cuando, bajo el diseño del arquitecto municipal Antonio Correia da Silva, se levantaría el edificio tal y como se conoce hoy día. Posteriormente, en 1939, se construyó la Galería Transversal que dividía el patio central del edificio y establecía conexión entre los accesos de las calles Alexandre Braga y Sá da Bandeira. Su importancia para la ciudad era tal que en 2013 fue clasificado como Monumento de Interés Público reconociendo así su valor patrimonial por ‘la singularidad del edificio Beaux Arts y por su función como mercado tradicional’. En los últimos años se han ejecutado trabajos de modernización del complejo por parte del estudio de arquitectura de Nuno Valentim que han hecho de este espacio gastro un lugar perfecto para adquirir algún que otro souvenir, comprar productos frescos y degustar manjares portugueses.
Imagen del Mercado do Bolhao
Profundizar en el mundo del vino en WOW Oporto
Desde 2020 Oporto cuenta con un nuevo centro cultural y turístico bautizado como WOW (World of Wine), un distrito en Vila Nova de Gaia que abarca 35.000 metros cuadrados. Entre sus diferentes espacios, creados a partir de la restauración de antiguas bodegas y almacenes, están siete museos interactivos, como son ‘Porto Region Across The Ages’, un excelente punto de partida para comprender el patrimonio histórico y cultural de la ciudad, ‘The Pink Palace Experience’, una visión distintiva, extravagante y sensorial que sumerge al visitante en el mundo del vino rosado, o ‘The Bridge Collection’, donde se exhiben más de mil vasos, algunos de los cuales datan del año 7.000 a.C., que expresan la historia y costumbres asociadas con la bebida. También hay una escuela de vinos donde se ofrecen diferentes cursos para todos los grados de conocimiento e interés, varias tiendas y una galería que alberga exposiciones temporales.
Imagen de una de las salas del museo ‘Porto Region Across The Ages’
Dispone además de una amplia oferta gastronómica compuesta por once restaurantes, bares y cafés que ofrecen una cuidada selección de caldos y café portugués y una cocina variada en la que no faltan algunos de los platos más famosos del país como son las francesinhas, las bolinhas de bacalao o el caldo verde.
Descubrir algunos de sus comercios más antiguos
Más allá de la famosa librería Lello (1906), Oporto cuenta con un puñado de comercios con solera que merece la pena visitar. Entre sus tiendas de comestibles más antiguas están Casa Natal (Rua de Fernandes Tomás), que desde el año 1900 que abrió sus puertas ofrece diferentes manjares como bacalao seco o filetes de atún en aceite de oliva de Aveiro, y la Confeitaria do Bolháo (Rua Formosa), local al que acudía la gente de clase alta a desayunar allá por 1896 cuando se inauguró y cuyos productos, los cuales también se pueden degustar en su cafetería, son de fabricación propia.
Desde 1887 lleva Claus Porto fabricando jabones y fragancias, una marca de lujo que fue durante un tiempo proveedor de la casa real. Su maravillosa tienda, situada en la Rua das Flores, dispone de una zona expositiva que cuenta su historia y de un pequeño taller en el que se realizan actividades de fabricación de jabones (mínimo 10 personas).
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Librería Camine da Mota, en la Rua das Flores
En la misma calle, los amantes de los libros encontrarán una auténtica joya: la librería Camine da Mota, una tienda fundada en 1891 que atesora en sus cuatro plantas nada más y nada menos que 1 millón de libros.
Un paseo en barco por el Duero
Sí, este es uno de los clásicos que se incluyen en todos los itinerarios, pero es que subirse a uno de los muchos barcos turísticos que recorren las aguas del Duero es una opción perfecta para obtener una bella panorámica de la ciudad, así como para descubrir los seis puentes que la unen con Vila Nova de Gaia. A bordo de un rabelo -embarcación tradicional utilizada para transportar las cubas desde los viñedos del valle del Duro hasta las bodegas- se divisan así el puente de Arrábida, el más largo, el de Freixo, el de Don Luis I (siglo XIX), el más famoso de todos, el del Infante don Enrique (2003), el de María Pía, diseñado por Théophile Seyrig –socio de Gustave Eiffel– en 1873 y el de Sao Joao, destinado en exclusiva al paso de trenes.
Crucero por el Duero en la ciudad de Oporto
Novedad hotelera: Renaissance Porto Lapa Hotel
Inaugurado este 2023, el Renaissance Porto Lapa Hotel es una buena opción para establecer base. Ubicado en Lapa, uno de los barrios más históricos y vibrantes de este destino, este alojamiento de lujo, que presenta una exquisita decoración en tonos rosas pastel y dorados champán con un toque inesperado de azul petróleo -que rinde homenaje al icónico río Duero-, diferentes obras de arte y azulejos portugueses vintage utilizados desde hace siglos en los edificios y suelos locales, dispone de 163 habitaciones y suites de lo más acogedoras, una ‘infinity pool’ climatizada de 17 metros y un gimnasio de última generación con equipos Technogym.
El apartado gastronómico, compuesto por un restaurante y dos bares, se centra en brindar una experiencia culinaria de primer nivel con la cocina portuguesa como protagonista aderezada con un toque mediterráneo. El precio por noche va desde los 123 euros.