Carlos Sainz cerró el segundo día de tests en Baréin con el mejor tiempo (1:29.921), a solo dos décimas del récord de la pole de Verstappen el pasado año. El madrileño logró su crono con el compuesto más rápido de la gama Pirelli (C4), pero también estuvo delante con el neumático blando convencional (C3). Su compañero Charles Leclerc lideró la tanda matinal hasta que una tapa de alcantarilla suelta en asfalto de Sakhir dañó el suelo de su monoplaza y obligó a la FIA a anticipar el final de la sesión. Con todo, el día fue provechoso para los de Maranello, que constataron que el SF-24 es un coche muy rápido y, por ahora, también muy fiable. Después de la la exhibición de Max Verstappen en la jornada inaugural, cuando el tricampeón dejó a más de un segundo a sus perseguidores, cundió el desánimo en el paddock. Pero ayer las cosas cambiaron y en el box de Ferrari todo eran sonrisas de complicidad.