La Dirección General de Salud Pública de Castilla-La Mancha ha confirmado que hay un brote de tosferina (o tos ferina, una forma también aceptada) en Guadalajara con 124 afectados, la mayor parte de ellos niños en edad escolar. Y no es el único foco.
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha asegurado que hay otro brote, en este caso familiar, en Alcalá de Henares. El caso, que afecta a un niño, ya ha sido acotado y se ha informado preventivamente al círculo más cercano a la familia e incluso el ámbito escolar. En un principio, no está relacionado con los contagios en Guadalajara.
La tosferina es una enfermedad grave que puede afectar a personas de cualquier edad y que puede tener complicaciones fatales: desde discapacidad permanente en bebés hasta la muerte.
Está causada por la bacteria Bordetella pertussis y es altamente contagiosa.
Tosferina: ¿en qué consiste esta enfermedad?
Según explican desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la tosferina, que también se conoce como tos convulsiva, ocasiona una tos violenta y muy molesta, que puede llegar a dificultar la respiración.
Los primeros síntomas de esta enfermedad son muy parecidos a los de un resfriado común y suelen aparecer una semana después de la exposición a la bacteria que causa esta infección. Se transmite, como ocurre con las patologías respiratorias, a través de las pequeñas gotículas que se expulsan al toser, estornudar o simplemente hablar o cantar.
Siempre se debe pensar en la posibilidad de tosferina cuando se presenta vómito con tos
Las complicaciones comienzan a partir de los 10-12 días.
- “En los bebés y niños pequeños, la tos a veces termina con un estertor, sonido que se produce cuando la persona trata de tomar aire (respiración ronca o silbante). Este estertor es raro en bebés menores de 6 meses de edad y en niños más grandes y adultos”, subrayan los especialistas.
“Los episodios de tos pueden llevar al vómito o a una breve pérdida del conocimiento. Siempre se debe pensar en la posibilidad de tosferina cuando se presenta vómito con tos. En los bebés, los episodios de asfixia y de pausas largas en la respiración son comunes”.
La tosferina puede producir otros síntomas como:
- Rinorrea (goteo nasal)
- Décimas de fiebre
- Diarrea
¿Cómo se diagnostica la tosferina?
El diagnóstico se basa generalmente en la sintomatología que, aunque se puede confundir con gripe o un resfriado común, tiene características propias. Para confirmar que se trata de un caso de tosferina, se debe tomar una muestra del moco proveniente de las secreciones nasales y analizarlo en un laboratorio. Aunque esto puede ofrecer un diagnóstico preciso, el examen toma tiempo. “La mayoría de las veces, el tratamiento se inicia antes de que los resultados estén listos”.
Los antibióticos, si se administran a tiempo, pueden disminuir los síntomas propios de esta enfermedad. Sin embargo, es muy poco habitual que se prescriba en los primeros días de la tosferina porque el diagnóstico confirmado por laboratorio suele tardar varios días. No obstante, estos medicamentos son útiles para evitar otras enfermedades asociadas.
Los jarabes para la tos, los expectorantes y los antitusígenos “con frecuencia no sirven”
“Los bebés menores de 18 meses requieren constante supervisión, ya que la respiración puede detenerse temporalmente durante los ataques de tos. Los bebés con casos graves se deben hospitalizar. Se puede utilizar una tienda de oxígeno con bastante humedad”, resaltan los médicos internistas.
Aunque el síntoma más característico de la tosferina, como su propio nombre indica, es la tos, los jarabes para la tos, los expectorantes y los antitusígenos “con frecuencia no sirven” y no deben utilizarse porque no son realmente útiles.
Es habitual que a los niños se les recete sedantes para favorecer el sueño, ya que con la tos es muy difícil conciliar el sueño.
Tosferina: los síntomas pueden durar hasta 10 semanas
Los síntomas de esta infección bacteriana duran de media unas seis semanas. Pero, se pueden prolongar hasta las 10 semanas si no se ha “cogido” a tiempo.
Aunque en los niños mayores tiene un buen pronóstico, los más perjudicados pueden ser los bebés menores de 6 meses, que requieren de un control médico más exhaustivo por el riesgo de fallecimiento. La recuperación de todos los pacientes es especialmente lenta.
Las complicaciones pueden incluir:
- Neumonía
- Convulsiones
- Hemorragia nasal
- Infecciones del oído
- Daño cerebral por falta de oxígeno
- Sangrado en el cerebro (hemorragia cerebral)
- Discapacidad intelectual
- Detención de la respiración o respiración lenta (apnea)