El gobierno británico empezó la implementación, esta misma semana, de su nuevo sistema de Autorización Electrónica de Viaje (ETA, por sus siglas en inglés), lo que supone un paso significativo hacia la digitalización completa de sus fronteras, un objetivo que el país se ha marcado para el año 2025.
Este cambio, cuya primera fase empezó este 15 de noviembre con los ciudadanos con pasaporte de Qatar, eventualmente se extenderá a visitantes provenientes de Europa, Australia, Estados Unidos y Canadá, en un proceso que se extenderá durante varios meses. A partir de febrero del próximo año, los siguientes en la lista serán los visitantes de los Estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo y Jordania. A medida que avanza el año, se implementará progresivamente en todo el mundo, convirtiéndose en un requisito obligatorio para todos los viajeros internacionales hacia finales del 2024.
Esta iniciativa reemplazará por completo el actual Sistema de Exención de Visado Electrónico (EVW), que pueden pedir los ciudadanos de algunos países que no necesitan la aprobación previa de un visado, y según fuentes del gobierno del primer ministro Rishi Sunak, promete ser una opción ideal para quienes necesiten entrar y salir del territorio británico en numerosas ocasiones, ya que su validez puede ser de hasta seis meses, lo que significa que no será necesario solicitar un nuevo permiso para viajar si se visita el Reino Unido nuevamente dentro del período autorizado.
El proceso, además, es sencillo, similar al ESTA que tienen que hacer, entre otros ciudadanos, los españoles cuando viajan a los Estados Unidos. Así, una vez que el requerimiento de la ETA esté disponible para un país, los visitantes de ese lugar deberán completar un formulario de solicitud en línea que les otorgará permiso para ingresar al Reino Unido. La mayoría de los solicitantes podrán utilizar una aplicación móvil para agilizar el proceso, con una decisión rápida prácticamente inmediata por parte del gobierno, aunque puede prolongarse hasta 72 horas.
Los requisitos para poder llenar este formulario incluyen un pasaporte biométrico válido de un país elegible, los detalles del viaje, una dirección de correo electrónico y una tarjeta de crédito o débito. Además, se requerirá responder a un conjunto de preguntas de idoneidad. Al igual que el Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA) estadounidense, se aplicará una pequeña tarifa de 10 libras esterlinas (unos 11.66 euros) al proceso de solicitud, que se aconseja que sea presentada varios días antes del viaje. Los turistas provenientes de países sin acuerdos de entrada sin visado con el Reino Unido, como es el caso de la Unión Europea, aún deberán solicitar el visado correspondiente.
El gobierno conservador ha destacado que la introducción de este sistema forma parte de su estrategia para digitalizar completamente sus fronteras en los aeropuertos británicos para fines de 2025, cuando el plan es que incluso algunos pasajeros ingresen al país sin utilizar el portal electrónico de pasaportes ni tener que hablar con un agente fronterizo, gracias a que la tecnología de reconocimiento facial permitirá la puesta en marcha de los llamados ‘corredores sin contacto’. Entre otros beneficios, se espera que esto reduzca significativamente las colas en los puestos de control de pasaportes.