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Así es la réplica del Cañón del Colorado que está a tan solo 7 minutos de El Madroño de Sevilla


La comunidad andaluza en general guarda en su seno tesoros escondidos que no son conocidos realmente por mucha gente. Más allá de los grandes centros turísticos que habitualmente se llevan los grandes titulares, entre los que hay que destacar las ciudades más monumentales y los kilómetros interminables de costa, hay pequeños rincones en los que se puede disfrutar de una experiencia realmente inolvidable.

Nuestra brújula viajera nos va a llevar en el día de hoy hasta una pequeña localidad de la provincia de Sevilla que se denomina El Madroño. Se encuentra en la parte más oeste de la provincia, cerca de la frontera que limita con Huelva y es un lugar en el que verdaderamente parece que el tiempo se ha detenido.

Estamos en una tierra que tradicionalmente era considerada como pedanía de El Castillo de las Guardas, y que se convirtió en municipio independiente en el año 1921. Nos movemos en zonas de media montaña, en un suave y bonito paisaje en el que reinan las dehesas, los encinares y los terrenos dedicados a la agricultura y la ganadería. Una localidad que toma su nombre de la gran cantidad de madroños que existían en la zona y por donde resulta un auténtico placer caminar y recorrer sus parajes de manera tranquila y sosegada.

Además de encontrarse en esta zona de media montaña, el término municipal de El Madroño cuenta en su interior con algunos paisajes protegidos de la cuenca alta del río Tinto, uno de los parajes más extraños y espectaculares que se pueden contemplar en todo el territorio nacional. Una cuenca que atraviesa los pueblos de Minas de Riotinto, El Campillo, Paterna del Campo, Valverde del Camino, Villarrasa, Nerva, La Palma del Condado, Berrocal, Niebla y Zalamea la Real. El río nace en la denominada como Sierra de Padre Caro, en el parque natural de Aracena, y tras recorrer 100 kilómetros, desemboca cerca de Huelva, donde se funde con el Odiel.

Para conocer de la mejor manera posible el paraje al que nos dirigimos en esta ocasión, que es conocido como el ‘Cañón del Río Tinto’, nos tenemos que situar en el casco urbano de la propia localidad de El Madroño. Allí, ya sea en coche o caminando, tenemos que tomar la calle Francisco Delgado Alonso y tras 2,3 kilómetros de trayecto llegaremos a nuestro espectacular destino. Es imprescindible que vayamos pertrechados con nuestra cámara de fotos para que así podamos inmortalizar el momento.


El río Tinto, que en esta zona está en su curso alto, muestra su lado más original y salvaje en este cañón


senderismo sevilla.net

Si vamos en coche desde El Madroño, apenas tardaremos unos siete minutos, mientras que si optamos por mover un poco el esqueleto y combinar nuestra visita con una pequeña ruta de senderismo, tardaremos aproximadamente una media hora. Precisamente la página web de Senderismo Sevilla, un lugar perfecto para los amantes de este tipo de aventuras y que impulsa muchos viajes organizados, propone una magnífica ruta por esta ruta que es una gran opción para conocer todo el entorno. 

El río Tinto es el indiscutible protagonista de nuestro viaje por estas tranquilas tierras. Se trata del curso alto del río, el lugar donde el río se muestra de forma más salvaje y primitiva, ya que aún no ha recibido el agua que le llegará más adelante procedente de sus diferentes afluentes. El río discurre en este paraje a través de una especie de garganta, por lo que en algunos momentos el paisaje y el color rojizo de las rocas de la zona, nos hará imaginar que estamos en un lugar parecido al Cañón del Colorado.

Espectacular puente

El propio río es en este punto el que separa las provincias de Sevilla y Huelva en esta zona geográfica concreta, donde encontraremos el famoso y espectacular puente de las Majadillas, que nos conduce hacia el llamado tren minero, un puente que actualmente no está en buenas condiciones de conservación por lo que está prohibido cruzarlo. Por todo el entorno discurre el denominado Sendero de los Mineros, que lleva directamente a la zona minera, siendo unas minas que funcionaron ya en la época de los romanos. Este puente es también conocido como el puente de los mineros, ya que era utilizado por muchos de los habitantes de El Madroño que trabajaban en las explotaciones mineras.


El denominado puente de las Majadillas se encuentra actualmente en mal estado y está prohibido cruzarlo


senderismo sevilla.net

Toda la zona está marcada por la originalidad del paisaje, donde podremos sentir que estamos prácticamente en otro planeta, cuando en realidad no hemos ni siquiera salido de la provincia de Sevilla. Y es que el río Tinto cobra vida gracias a aguas con alto contenido en sales ferruginosas y sulfato férrico que además no tienen oxígeno, en las que no pueden vivir ni peces ni anfibios, convirtiéndose en un caso prácticamente único en todo el mundo. Por eso estamos en un paisaje realmente singular.

Los tonos rojizos dominarán toda nuestra aventura, que realmente merece la pena conocer, sobre todo para los amantes de los lugares más originales, de la geología y de la naturaleza en estado más puro y salvaje.



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