Pueblos bonitos en Madrid hay muchos. Véase Patones de Arriba con su arquitectura popular, Chinchón y su bella plaza mayor de origen medieval y 234 balcones o Fresnedillas de la Oliva , donde destacan sus fachadas pintadas con murales de oficios tradicionales. Pero solo uno de ellos puede presumir, además, de ser el más pequeño de la Comunidad y ese es Madarcos.Ubicado en las estribaciones de Somosierra, al pie del cerro Majada de la Peña y a una altitud de 1.602 metros sobre el nivel del mar, se encuentra esta villa con una extensión de 8,7 kilómetros cuadrados, una población que ascendía en 2023 hasta los 72 habitantes (según los datos del Instituto Nacional de Estadística) y un origen incierto puesto que su existencia no se documentó hasta el siglo XVII, aunque en su término, en el sitio conocido como ‘La Nava’ hoy despoblado, se encontraron restos arqueológicos de época medieval. Vecino del pueblo de Madarcos belén díazA diferencia de otras localidades, Madarcos ha aumentado su población con los años gracias a la llegada de jóvenes que han huido de las grandes ciudades y han apostado por este destino no solo para residir, sino también para abrir negocios relacionados, la gran mayoría, con el turismo rural. Su pequeño entramado urbano, que apenas ha sufrido cambios a lo largo de los años, presenta una arquitectura típica serrana con calles estrechas y empedradas y casas de piedra bajas con escasas ventanas –para protegerse del frío–, así como algunos detalles de las actividades que lo han mantenido principalmente en pie, como es el caso de la ganadería. Así pues, en un agradable paseo se pueden encontrar algunos edificios de gran interés como son su casa consistorial , premiada por el Colegio de Arquitectos en 1997 como uno de los 20 edificios más innovadores de la época, el Potro de Herrar, el Reloj del Sol, los molinos de Paulino y de la tía Fausta y la iglesia parroquial de Santa Ana , un templo que data del siglo XVII y que presenta planta rectangular y una sola nave con una cubierta de estructura vista de cerchas de madera que da fe de la maestría artesanal de la época. En la fachada donde se situaba el coro, la espadaña con dos campanas es el elemento más interesante que se conserva del edificio. En su interior destacan un relieve del siglo XVI, un retablo de 1734 de gran belleza y la pila bautismal de piedra, único elemento que se conserva del origen de la iglesia.Imagen de la iglesia parroquial de Santa Ana belén díazTambién cabe destacar el Ahumadero , una pequeña industria artesanal dedicada a la elaboración de ahumados mediante la utilización de sal marina y humo de maderas nobles respetando los sistemas de elaboración de hace 500 años, y La Fragua , rehabilitada en 1991 y convertida actualmente en el bar del pueblo. Imagen de la antigua fragua, hoy bar del pueblo belén díazPor otro lado, desde 2015 Madarcos forma parte de la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón , por lo que toda visita debe incluir alguna que otra ruta senderista como pueden ser la de Los molinos , que es accesible a familias, tiene una longitud de 2,5 kilómetros y una dificultad baja; la de la Casilla del Madarquillos , itinerario de 4,2 kilómetros y dificultad baja que se recorren en unas 2,5 horas, o la ruta Circular sur , una opción destinada para personas habituadas al senderismo con una longitud de 9,5 kilómetros y una dificultad media-alta.Fiestas y tradicionesLa fiesta más importante de este coqueto pueblo es la que honra a su patrona, Santa Ana, los días 25 y 26 de julio. La peculiaridad de esta festividad es que mantienen la tradición de que la última familia en llegar al municipio es la encargada de dar el pregón. Durante las dos jornadas se celebran un concurso gastronómico, otro de disfraces, juegos infantiles y comidas populares.Por otro lado, está la Jornada de encuentros y recuperación de tradiciones que tiene lugar el primer fin de semana de octubre y que sirve de escaparate para mostrar la participación vecinal y la recuperación de oficios tradicionales que desde hace años se lleva cabo en el municipio. Así, se realizan diversos talleres como los de elaboración de garrotas, velas con cera de abeja o hilado de lana, el de demostración de trilla con yunta de vacas o el de repostería tradicional y se realizan exhibiciones de baile tradicional.
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