No es un grupo fácil para la España de Luis de la Fuente, una selección que busca asentarse en la elite tras la conquista de la Liga de las Naciones. Anda Italia y su historia, con Spalletti buscando reencontrar el camino perdido. Está Croacia y una generación liderada por Modric que se resiste a abandonar su lugar entre los mejores, recordando su subcampeonato del mundo en Rusia-2018. Y queda como invitada sorpresa la Albania de Sylvinho, el exjugador azulgrana que ha encontrado su verdadero lugar en el banquillo guiando con acierto a un anónimo grupo de jugadores.
España-Croacia, sábado 15 de junio, Berlín (18.00 h)
El rival más experto. Y, tal vez, el más duro. Para empezar, se enfrentará España a un bloque que agota sus últimos días en la aristocracia europea. Con el orgullo croata que les caracteriza, además de ese talento que han exhibido durante ese tiempo, sintetizado todo en la figura de Luka Modric, que aterriza en la Eurocopa como reciente ganador de la Liga y la Champions con el Madrid. Un equipo de nombres –Gvardiol volverá al eje de la defensa y no será lateral zurdo como con Guardiola en el City; Kovacic y Brozovic para acompañar a Luka en e centro del campo- guiado por un entrenador que los conoce de memoria. Zlatko Dalic conduce a la selección desde 2017 y al año siguiente perdió la final del Mundial-2018 con la Francia de Mbappé y Griezmann. España la conoce bien porque necesitó de la tanda de penaltis para derrotarla en la final de la última Liga de las Naciones. Y es, prácticamente, la misma selección y con idéntico entrenador.
España-Italia, jueves 20 de junio, Gelsenkirchen (21.00 h)
Italia viene y va. Fue campeona en Wembley de la Eurocopa tras frustrarle el camino a la prometedora España de Luis Enrique. Pero luego ni fue al Mundial de Catar. Tampoco estuvo en el de Rusia, certificando así su extraña desaparición de la elite, interrumpida por ese excelente éxito sobre Inglaterra, que tuvo, sin embargo, la salida imprevista de Roberto Mancini, el autor de esa obra. De ahí la llamada urgente a Luciano Spalletti, quien había abandonado el Nápoles en la cima con la conquista del scudetto. Tiene la ‘squadra azurra’ talento en Nicolo Barella, el centrocampista del Inter, y experiencia con Jorginho para tutelar el centro del campo, aunque ha perdido brillo en su ataque, cimentado en Scamacca (Atalanta), Chiesa (Juventus) y Raspadori (Nápoles). Atrás ya no es lo que fue, golpeado, además, Spalletti por las bajas por lo que su línea de tres centrales –Darmian, Buongiorno y Bastoni– deben demostrar su calidad para arropar a Donnarumma y estar a la altura de los grandes centrales que tuvo la ‘azurra’, tipo Bonucci o Chiellini.
Albania-España, lunes 24 de junio, Düsseldorf (21.00 h)
No es la primera vez que está Albania en una Eurocopa. Se estrenaron en Francia-2016. Su camino hacia Alemania no se entiende sin la dirección de Sylvinho, el que fuera lateral zurdo del Barça, entre otros equipos. Tiene a su lado a Pablo Zabaleta, exdefensa del Espanyol y considerado un mito en el Manchester City. Entre ambos han llevado a Albania con una autoridad indiscutible –dominaron el grupo E con 15 puntos, por delante incluso de la República Checa, empatados a puntos, pero con peor diferencia de goles- hacia la segunda Eurocopa de su historia. En ese grupo figura el catalán Iván Balliu, el lateral derecho del Rayo Vallecano, con antecedentes albaneses en su árbol genealógico. “No sabía mucho, pero me enteré que tenía un tatarabuelo porque me contactaron de la federación albanesa cuando estaba jugando en Francia”, dijo el defensa, quien supo en 2017 de esos orígenes tras haberse formado en el Barça, por lo que le permitió jugar en las categorías inferiores de la selección española. Sylvinho posee hasta 10 jugadores que militan en la Serie A italiana, entre ellos Berat Djimsiti, el veterano central (30 años) del Atalanta, que acaba de conquistar la Europa League batiendo al Leverkusen de Xabi Alonso en la final (3-0).