El Real Madrid está a cuatro puntos de entonar el alirón liguero. Poco importó que Ancelotti hiciese un once pensando en Múnich, donde el martes se jugará la ida de las semifinales de Champions. La pegada de los blancos, que solo necesitaron dos ocasiones para marcar un gol, definió un partido en el que la Real Sociedad evidenció su talón de Aquiles esta temporada, la falta de gol. Los de Imanol dispusieron de oportunidades claras y mostraron entusiasmo, pero su alarmante falta de gol convirtió el tanto de Arda Güler en decisivo.
Ancelotti relajó el gesto al Real Madrid dando oportunidad a los meritorios del vestuario blanco en Anoeta. Un duelo exigente por la necesidad de los donostiarras, que andan peleando por una plaza europea, pero la ventaja en la Liga le permitía sacar un once inédito en el Madrid de esta temporada: Kepa, Fran García, Militao, Arda Güler, Dani Ceballos, Modric, Brahim, Joselu… Enfrente una Real poderosa con Oyarzabal, Kubo, Barrenetxea, Merino, Zubimendi… Equipo de gala y el cielo de Donosti jarreando para dar más vértigo a un partido ya atractivo por sí solo. La primera parte fue entretenida, con ambos tratando de imponer su juego y la Real intentando rentabilizar la falta de acoplamiento de los visitantes.
Gol de Arda Güler
Kepa disparaba el suspense en la salida del balón y los jugones blancos, Ceballos y Güler, no terminaban de conectarse. Los txuri-urdin entraban con velocidad por las bandas, donde Galán y Barrenetxea se mostraban especialmente activos. Los de Ancelotti, con Rodrygo en casa y Bellingham y Vinicius en el banquillo, se ordenaban en un 4-2-3-1 con Ceballos, Arda y Brahim tratando de crear algo a la espalda de Joselu. Se acercaba el partido a la media hora cuando la Real avisó con un disparo de Turrientes después de que Oyarzabal confirmase que Militao no está aún para Múnich. Respondió el Madrid con otro centro desde la derecha que se paseó por el área antes de que Arda Güler llegase al fondo para marcar. Gol similar al del triunfo de Bellingham ante el Barça tras el pase de Lucas Vázquez. Tanto que confirma que este Madrid ataca más por la derecha, 25 goles contra 15, pese a tener a Vinicius por la izquierda. En cualquier caso, el Madrid, titular o suplente, volvía a exhibir su pegada.
Escocidos por el gol, los donostiarras pisaron el acelerador e incluso llegaron a empatar tres minutos después, tras una pérdida de Tchouameni en la salida que Oyarzabal no aprovechó, pero sí Kubo en el rechace. Sin embargo, el VAR avisó a Munuera Montero por falta de Barrenetxea a Tchouameni y el gol fue anulado. Con ello se apagó el choque y se llegó al descanso.
Comenzaron más revolucionados los txuri-urdin, que hicieron trabajar rápido a un Kepa solvente bajo palos. El Madrid seguía perezoso, pese a estar repleto de meritorios que deberían exhibir sus ganas y su actitud. Sin noticias de Brahim, Ceballos o Joselu, Carletto comenzó a pasearse con inquietud por la banda sopesando blindar la renta con algunos cambios porque el encuentro se paseaba por el filo de la navaja con medio equipo blanco paseando por el campo.
Pasada la hora comenzaron a mover el árbol los entrenadores, empezando un Imanol que veía cómo la Real Sociedad se complicaba la vida en este final de temporada en el que se está jugando la plaza europea con Betis y Valencia. Porque los donostiarras se tienen que enfrentar aún al Barcelona, al Atlético, al Betis y al Valencia. Zakharyan salió por Turrientes y Becker por Barrenetxea. Respondió Carletto poniendo a Valverde y Vinicius por Ceballos y un Arda Güler que coqueteaba con la expulsión porque había visto una amarilla por protestar. Y luego Camavinga y Rudiger le metieron músculo saliendo por Brahim y Fran García, lo que mandó a Nacho al lateral.
Los cambios animaron el partido e inquietaron más a un Ancelotti que en la segunda parte apenas había sufrido ningún susto. Otro día en la oficina de un Real Madrid que va a ganar la Liga sin deslumbrar, pero haciendo un ejercicio de suficiencia y madurez, pese a tener una plantilla muy joven. La Liga está a cuatro puntos y si no pasa nada raro sumarán tres ante el Cádiz en el Bernabéu y podrían entonar el alirón en Granada el próximo 13 de mayo. A la Real le queda mucho que remar.