En otra noche mágica para el Real Madrid, que ya tiene a Wembley entre los templos del fútbol conquistados, Carlo Ancelotti se abrazó con Zinedine Zidane, que había colocado la Copa de Europa en la peana para entregar a los campeones. Se hicieron una confidencia y rompieron a reír ante Florentino Pérez, ante Ceferin y ante un madridismo que vitoreó tanto al francés como a Carletto.
El ADN del Real Madrid
El capitán Nacho estaba eufórico, incluso emocionado al atender a las primeras entrevistas: “Se me pasa toda la vida por delante. Hemos sabido sufrir y esto es el ADN del Real Madrid. Una noche más, una final más, un título más… Es el misterio de este club. Estoy muy feliz por seguir haciendo historia. Es la noche más especial por poder levantar la Champions”. El capitán era cariñosamente saludado por el presidente, que adelanta a Santiago Bernabéu al conquistar su séptima Copa de Europa.
Ancelotti mantenía su elegancia habitual incluso en la victoria, abrazándose a Edin Terzic, el entrenador rival, al que ha elogiado repetidas veces esta temporada. Y luego analizaba con su humildad habitual lo ocurrido en la final: “Acostumbrarse a ser campeón de Europa nunca porque ha sido muy difícil, más de lo que se esperaba, sobre todo en la primera parte. Es un sueño que sigue. En la primera parte hemos sido un poco vagos y hemos sufrió mucho porque ellos han jugado a lo que querían con las transiciones. Pero somos el Real Madrid y en la segunda parte hemos perdido menos balones. Lo que me da pena es lo de Kroos, pero él quería acabar así y nos alegra por él que lo haya conseguido”.
Modric y Kroos sacaban los seis dedos mientras Bellingham se postraba de rodillas ante Ancelotti para alabarle. Jude era el más desatado en una celebración en la que se colaba hasta Mourinho robando algo de protagonismo a alguno de los que fueron sus jugadores. Mourinho, hay que recordarlo, llegó a celebrar el haber llegado a las semifinales de esta competición.
La euforia contrastaba con la bronca cerrada que dedicó la grada blanca a Aleksander Ceferin, que se mostró muy serio en todo momento, especialmente a cruzarse con Florentino Pérez, que sigue liderando el proyecto de la Superliga. Y una vez entregó la ‘Orejona’ el esloveno desapareció de la escena dejando el protagonismo para un Madrid que se paseó con la Copa mientras su grada entonaba el himno disparando los decibelios de Wembley en otra noche para la historia.
Florentino, “a por la Decimosexta”
Florentino ponía palabras a su alegría: “El mérito es querer tanto la Champions, no ganarla. Esta competición la inventó Bernabéu con L’Equipe y seguimos queriéndola mucho. Estoy muy emocionado por ver a los aficionados, que además han llevado al equipo en volandas. No hemos hecho una buena primera parte, pero luego han dicho… vamos ahora. Aquí empieza el camino de la Decimosexta, por eso somos el Real Madrid. Lo importante es lo que conseguimos, pero sobre todo cómo lo conseguimos”.
El presidente tuvo palabras para Kroos (“Es lo que quería Toni, retirarse en lo más grande. Será una de las grandes leyendas del Madrid”) y para Courtois: “Al principio de temporada tuvimos mala suerte con la lesión de cruzados de Alaba.Militao y Courtois. Pero es verdad que con gran esfuerzo Thibaut ha llegado a la final y estamos todos muy contentos. Gracias al esfuerzo de todos hemos ganado otra Copa de Europa. Todos ayudan al equipo, como ante el Bayern hizo Joselu y hoy Carvajal. Lo que cuenta es la atmósfera en la que vive este equipo, la armonía. Son una gran familia y por eso ganamos la Copa de Europa. Ese ambiente no se puede perturbar”. Por último, esquivó hablar de Kylian Mbappé (“¿Mbappé? Hoy toca hablar de los jugadores que han ganado este título, no de los de otros equipos”)