No hay un entrenador que entienda mejor al Real Madrid y no lo habrá a corto plazo. Carlo Ancelotti es profundamente madridista, aunque reconozca su deseo de haberse jubilado en Brasil. Su renovación hasta 2026 fue una recompensa a la confianza que él demuestra en una plantilla que ha sufrido todo tipo de metamorfosis en la primera vuelta.
Las lesiones han cambiado su dibujo, pero no la efectividad de sus planteamientos. Esa fe ciega en los recursos disponibles, que solo le han hecho caer una vez (ante el Atlético) en la primera mitad del curso se mantendrá hasta las últimas consecuencias.
Vuelven Vinicius, Carvajal y Arda Güler
A pesar de las lesiones de larga duración de Militao y Alaba, que harían temblar a cualquier estructura, Carletto fue firme en su primera intervención del año, la primera también después de su renovación. “En estos momentos no contemplamos otro central. Nos faltan dos muy importantes, pero tenemos dos jugadores en los que confiamos mucho también: Nacho y Rüdiger. Tchouaméni y Carvajal lo pueden hacer bien en caso de emergencia”, explicó el técnico italiano, capaz de convencer a los más escépticos de sus cambios de posición.
Todo, a pesar de la rebelión pública mostrada por jugadores como Rodrygo o Camavinga, descontentos con sus reconversiones a punta o lateral, respectivamente. Pero estas salidas del guion ya se entienden dentro del diálogo socrático que Ancelotti mantiene con un núcleo donde la réplica fortalece. Considera que lo peor ya ha pasado. Sí, el futuro en forma de lesiones, con un calendario que asusta, no cierra la puerta de la enfermería. Sin embargo, Carletto ha relativizado los problemas.
Más si cabe, porque ante el Mallorca (miércoles, 19:15) volverán Carvajal, Vinicius y Arda Güler. “No podemos comparar el estado de los tres jugadores. La baja de Güler es más larga. Carvajal va a jugar desde el principio y todavía no me he decidido con Vinicius. Tengo que hablarlo con el jugador y con los médicos. En los entrenamientos ha mostrado que está muy bien”, aseguró el italiano, quien no quiere acelerar el paso con el jugador turco.
“No sé si en 2026 Brasil me querrá”
Todavía no ha debutado y en su día reconoció la frustración que sufrió por las recaídas: “Es muy joven, tiene todo el tiempo para jugar con nosotros. Si puedo darle minutos, los tendrá. De lo contrario, en otro partido”. La tarea con más urgencia ya está resuelta, que era la de su renovación por el que dice que será su último banquillo. Aunque no oculta el sarcasmo cuando se le pregunta sobre si habla del último banquillo de clubes o de selecciones.
“No sé si en 2026 Brasil me querrá, no lo sé. No sé si están contentos con mi decisión”, bromeó. O no. Porque como él mismo dijo, “todo el mundo sabe que yo tuve contactos con Ednaldo Rodrigues, quien era presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (fue destituido por la Justicia al encontrarse irregularidades en su elección). Eso me hizo sentir muy honrado, aunque él sabía que todo dependía de la situación que yo tenía con el Real Madrid. Que esto le quede claro a todos”.
¿Renovaciones? “Endrick es muy bueno”
Para disipar las dudas y el noviazgo que un día existió con Latinoamérica, “quiero que esto quede claro para todos: agradezco el cariño, pero al final las cosas han sido como siempre he querido: quedarme aquí“. Por decidir está todavía el futuro de ciertos jugadores con los que el Real Madrid deberá afrontar todos los restos a su alcance. “Los hay que acaban contrato, pero ellos mismos son los deben elegir. Kroos, Nacho, Modric… El futuro ya está delineado, no hay muchas cosas que hacer. Parece que es muy pronto”, defendió.
Como si todo estuviera escrito, aunque se venda en mil capítulos para alimentar la novela del mercado. “No tenemos que hacer muchas cosas porque el equipo está en muy buena dirección con jóvenes muy importantes y otro que llegará (Endrick) que es muy bueno”, concluyó, con la misma filosofía de fe en los que están que le ha llevado a ser una figura eterna en el banquillo del Real Madrid, a pesar de ser un gran conductor de electricidad. Ah, y por supuesto, ni hablar de Mbappé. “¿Eres nuevo, verdad?”, le dijo al periodista que abrió el sobado melón por un jugador que vuelve a poner su futuro en venta.