Seguramente, Fernando Alonso ha vivido en Imola uno de los peores fines de semana de su vida en Fórmula 1. En los libres del viernes las anunciadas mejoras de Aston Martin no convencieron a nadie. El sábado, con un coche incontrolable, sufrió un accidente pavoroso del que por fortuna salió indemne. Y por la tarde, después de que sus mecánicos hicieran un esfuerzo titánico para reparar el AMR24 a tiempo para la clasificación, cayó en Q1 tras una nueva excursión a la grava. Por eso, el asturiano se ha tomado la carrera de este domingo como un test, saliendo desde el pit lane y sin más objetivos.
“Nuestra única esperanza es que hubiera uno o varios coches de seguridad, o banderas rojas. Por eso empezamos con el neumático blando, para tener el medio y el duro disponibles por si pasaba algo. Pero empezamos desde atrás y no paso nada en toda la carrera, así que usamos la carrera como test”, ha explicado Fernando antes de abandonar el circuito.
Tras el conato de incendio en los frenos de su neumático delantero izquierdo al salir de boxes, la carrera no tuvo más historia para Alonso: “Cuando lo vi, no sabía lo que era. Este pit lane es muy largo y no podía quitar el limitador, sabía que luego al salir y coger velocidad se refrigerarían los frenos, pero se me hizo largo, sí”, ha reconocido.
Sobre su intento final para marcar la vuelta rápida y evitar que su directo rival en la general del campeonato, Russell, sumase el punto extra, Alonso ha asumido la falta de entendimiento con su compañero Stroll: “Hemos intentado primero defendernos de Ocon para que Lance tuviese un poco más de espacio cuando saliese de boxes. Al final hemos intentado la vuelta rápida, pero no nos hemos entendido muy bien y no la hemos conseguido. Es lo de menos”.
Demasiadas dudas
“Hemos tenido un fin de semana un poco de altibajos, a ver si el equipo puede analizar ahora todos estos datos que Lance y yo hemos recopilado aquí y podemos llegar más fuertes a Mónaco. Es un circuito histórico y que me gusta, pero allí toda la carrera se decide el sábado, luego el domingo es una procesión de coches, así que tenemos que concentrarnos todo en la crono y hacer una vuelta perfecta el sábado para salir lo más arriba posible. Si el coche no se comporta bien en Mónaco, es una tortura ir rápido en esa pista”, ha advertido Alonso, que como todos en Aston Martin, sale de Imola con muchas dudas.
“El equipo tiene los sensores y las herramientas para analizar las prestaciones del coche. Hay que esperar para ver lo que dicen los números de este gran premio para tomar una dirección en las próximas carreras. Es pronto para tomar conclusiones. Somos conscientes de la situación. Vemos que los equipos del top-3 están un poco lejos en este momento y tenemos que seguir trabajando. Todo está muy apretado y si no mejoras…”, ha dicho Fernando a los medios españoles desplazados al circuito.