París-Bercy volvió a ser un mal sueño para un Carlos Alcaraz que regresaba con la aspiración de cerrar el año en todo lo alto. El murciano se pegó un batacazo casi sin precedentes en su carrera, por estatus y por importancia de la cita, que le niega además cualquier opción de alcanzar a Novak Djokovic, el gran objetivo que venía persiguiendo en este tramo final de año.
Alcaraz no supo encontrar en ningún momento el ritmo que demandaba la cita ante un Safiullin que demostró estar mucho más rodado y saber lo que exigía la pista de un Accor Arena, que es sin duda la gran pesadilla de Carlitos en el circuito.
En la previa del partido, el propio tenista de El Palmar se encargó de avisar que no estaba al 100% de las molestias que le alejaron de Basilea, y quedó buena prueba de ello desde el inicio. Le falló su habitual ritmo de piernas que le impidió lucir su habitual golpe de bola. La pista del Accor Arena parecía jugarle en contra en todo momento, negándole cualquier tipo de intento en sus golpes cruzados.
En París, Carlos sumó un nuevo revés desde que levantará el trofeo en Wimbledon, siendo incapaz de volver a triunfar en ningún otro torneo desde entonces. Además, tras la disputa del US Open, su rendimiento ha caído en picado, dando muestras de fatiga severa en varios de sus compromisos.
Pekín, Shanghái y París abren probablemente el panorama más incierto en la corta carrera de un Alcaraz que afronta en el peor momento posible, sus primeras Finales ATP. Turín espera a las ocho mejores raquetas del año en apenas unas semanas y la incertidumbre con la que llegará Alcaraz a la cita no parece el mejor panorama para afrontar un torneo de tal exigencia.
La insistencia del número uno, ¿el gran problema?
Desde que Novak Djokovic recuperara la cima del ranking ATP tras la disputa del US Open, Alcaraz se ha encargado de ir repitiendo torneo tras torneo su afán por cerrar el año superando al serbio. Un afán que se presentaba como un escenario más que complicado y que puede haber nublado la realidad a un tenista murciano que ha ido topando con piedras cada vez más inesperadas en su camino.
En Pekín fue Sinner, quien le dejó sin final con una gran exhibición. En Shanghái, Dimitrov, y en París, un Roman Safiullin que le hizo sumar el peor resultado de toda la temporada.
Hasta el momento, la sorprendente derrota en Roma ante Marozsán en tercera ronda, era la peor actuación del murciano en un torneo. En París, fue en segunda, aunque era su estreno en el torneo al quedar exento de jugar la primera como segundo cabeza de serie.
A Turín, con tiempo y sin distracciones
Una derrota que borra por completo cualquier idea de la cabeza de Alcaraz de volver al número uno este 2023 y que le debe hacer llegar a Turín con menos presión de la que ha ido mostrando en estas últimas citas.
A la espera del papel que pueda hacer Djokovic en París, Carlitos debe olvidarse de la figura el serbio y centrarse en hacer un buen papel en las Finales ATP, para cerrar el que será sin duda su mejor año en el circuito de la mejor manera posible.
El título parece osado partiendo de los precedentes con los que llegará el español al torneo, pero con tiempo para refrescar la mente y recuperarse de las molestias que sigue arrastrando, habrá que ver si liberarse de dicha presión puede hacer regresar la mejor versión de un Carlos Alcaraz que se marchó del Accor Arena con la peor cara de toda la temporada.