Una investigación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), que ha analizado la saliva de futbolistas de Primera y Segunda División, ha confirmado que el estrés está detrás de una de cada tres lesiones musculares de futbolistas. El proyecto ha contado con la colaboración de varios clubes de la LaLiga y estudia cómo el estrés afecta al rendimiento de los jugadores y les hace más proclives a las lesiones.
La investigación muestra que “concentraciones altas de cortisol (C) -la hormona que causa el estrés-, creatina quinasa (CK) y tasas reducidas de inmunoglobulina A (IgA) se asocian con una menor adaptación psicofisiológica y mayor riesgo de lesión muscular. Estos indicadores pueden obtenerse gracias al análisis de la saliva de algunos de estos analitos (sustancias químicas presentes en un material o sistema), un procedimiento que ha ido ganando popularidad por su baja invasividad, facilidad y rapidez en el control del rendimiento del deportista profesional”.
Tolerancia al estrés
Recientemente, se ha añadido al procedimiento el análisis de la proteómica salivar para determinar que “las concentraciones de metabolitos modulan correctamente la actividad motora, los procesos cognitivos, afectivos y la toma de decisiones, entre otros”. Así, es posible conocer aspectos como la tolerancia al estrés, la capacidad competitiva de cada jugador y las tendencias generales del equipo a lo largo de una temporada competitiva.
Para realizar este estudio se tomaron muestras de saliva todas las semanas a lo largo de la temporada para el control de la variabilidad hormonal inter e intrasujeto. Y además, se tomaron cinco muestras de saliva más: al finalizar la pretemporada, tras los primeros 10 partidos, después de disputarse 20 partidos, al llegar a los 30 encuentros y al finalizar la temporada regular, “para analizar más de 400 proteínas diferentes en cada jugador con el objetivo de conocer mejor los mecanismos fisiológicos subyacentes previos a la lesión deportiva”.
El doctor en Fisiología Humana y de la Actividad Física y el Deporte, Manuel Jiménez López, profesor e investigador principal del grupo de investigación TECNODEF: Tecnología Digital y Didáctica de la Educación Física de UNIR, es el autor principal del estudio. Para el doctor Jiménez, “se observan patrones de respuesta neuroendocrina que son predictores de la lesión deportiva, especialmente la lesión muscular, en las semanas anteriores. Es tentador especular con la posibilidad de prevenir una de cada tres lesiones en el deporte profesional”.
“Los resultados de los partidos, la percepción subjetiva de esfuerzo, las rachas competitivas… La carga externa, en general, es un poderoso estresor y hay que tenerlo en cuenta en la evaluación de la fatiga del jugador. Esta fatiga crónica acumulada es la responsable de los procesos inflamatorios sistémicos con alto impacto sobre el sistema nervioso central a nivel cognitivo y motor”, apunta Jiménez. En la investigación también se tiene en cuenta la fatiga acumulada a lo largo de un período mayor de competición y los costes psicofisiológicos derivados de ello.
El 91% de los futbolistas sufre alguna lesión al año
El estudio confirma que “un partido de fútbol produce aumentos de algunos marcadores relacionados con la lesión deportiva, como son el aumento de la creatina quinasa (CK) y del cortisol (C), así como descensos en la testosterona (T) y la inmunoglobulina A (IgA)”. Y hay investigaciones que advierten que entre el 65% y el 91% de los futbolistas profesionales sufren alguna lesión a lo largo de la temporada y que el 90% de ellas se produce en las extremidades inferiores, siendo más habituales en partidos oficiales que en entrenamientos o amistosos.
El objetivo de la investigación es “proporcionar mecanismos que, tras la detección de marcadores hormonales preocupantes, sirvan para prevenir las consecuencias fisiológicas del estrés, el miedo o la presión, de manera que minimice el impacto sobre la salud de los futbolistas”.
El doctor Jiménez también confirma que “esta relación entre periodos competitivos con resultados negativos y mayores tasas de lesión ya ha sido sugerida por estudios previos en fútbol, rugby, baloncesto… Nuestro grupo de investigación, en colaboración con la Universidad de Varsovia (PL) y el Hospital Albert Einstein de Sao Paolo (BZ), trata de conocer mejor los procesos fisiológicos que lo modulan”.
Por último, el proyecto de UNIR contempla un estudio longitudinal de los equipos a lo largo de siete temporadas, para después de realizar ese análisis de la proteómica salivar, y desarrollar un programa de intervención para la prevención de las lesiones en los futbolistas.