Celebramos hoy, como todos los 12 de febrero, el Día Internacional de la Epilepsia. Un trastorno cerebral cuya prevalencia es de 31 a 57 casos por cada 100.000 habitantes al año en España y del que, según los expertos, se diagnostican cada año entre 12.400 y 22.000 casos nuevos.
En Roma, en la Iglesia de Santa María de la Victoria, el visitante puede ver una de las obras más importantes del barroco italiano, “El éxtasis de Santa Teresa” realizado por Bernini. Se trata de una bella escultura que muestra los famosos arrobamientos que la santa de Ávila describía en sus obras.
Arrobamiento, éxtasis…. y ahora algunos expertos piensan que podrían ser ataques epilépticos. Y es que son muchos los personajes históricos (Dostoievski, Newton, Juana de Arco, Napoleón Bonaparte…) que se cree que sufrieron esta enfermedad crónica del sistema nervioso.
La Liga Internacional contra la Epilepsia define la epilepsia como:
“Una alteración cerebral caracterizada por la predisposición permanente para generar crisis y por las consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales derivadas de esta condición, siendo posible su diagnóstico tras una crisis aislada que no esté provocada”.
Los niños son los que con mayor probabilidad pueden sufrir crisis, sobre todo en los primeros meses de vida
Se calcula que unos 65 millones de personas en el mundo sufren esta patología, y en nuestro país se calcula que hay más de medio millón.
- De hecho, los expertos calculan que entre el 2% y el 5% de la población española padecerá, al menos, una crisis epiléptica a lo largo de su vida.
- En España se diagnostican anualmente, de media, unos 20.000 casos.
Y es que la epilepsia puede afectar a cualquier persona, y a cualquier edad, aunque hay dos etapas vitales en las que es más común que aparezcan las primeras crisis:
Según la Sociedad Española de Epilepsia:
- Son los niños los que con mayor probabilidad pueden sufrir crisis, sobre todo en los primeros meses de vida.
- Luego, según van cumpliendo años, estas probabilidades se van reduciendo, “manteniéndose estable durante la primera década de la vida, y volviendo a descender en la adolescencia“.
- Pero a partir de los 50 años comienzan a aumentar de nuevo el riesgo, especialmente a partir de los 70 años.
Debemos proteger a la persona que tiene la crisis para que no se haga daño
Por regla general, las crisis epilépticas se producen por un exceso de ‘trabajo’ en la actividad eléctrica de algunas neuronas que son excesivamente sensibles.
Estas crisis duran apenas unos segundos o pocos minutos, y mientras se producen el paciente puede perder el conocimiento o tener movimientos involuntarios.
Qué cosas SÍ debemos hacer ante una crisis epiléptica
¿Qué hacer si nos encontramos ante una crisis epiléptica? Nadie mejor que la Federación Española de Epilepsia nos puede ayudar a afrontar uno episodio como este.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que hay distintos tipos de crisis epilépticas, pero debemos actuar de forma muy similar ante una persona que sufra cualquiera de ellas.
- Crisis convulsivas en las que la persona pierde el conocimiento, presenta rigidez, cae al suelo y comienza a convulsionar.
- Crisis parciales, en las que el paciente está confuso y realiza movimientos automáticos.
- Crisis en las que la única señal son comportamientos inapropiados y que podríamos confundir con los de una intoxicación alcohólica o por consumo de drogas.
Ante cualquiera de ellas, la Federación Española de Epilepsia recomienda lo primero mantener la calma porque “una vez iniciada la crisis, no la podremos detener”.
En segundo lugar, y aunque parezca un asunto menor, hay que alejar a los “mirones” y quitar cualquier objeto peligroso situado cerca del paciente.
A continuación, debemos proteger a la persona que tiene la crisis para que no se haga daño.
¿Cómo?
- Poniendo algo blando debajo de su cabeza
- Aflojando la ropa para facilitar la respiración
- Si lleva gafas también las retiraremos
- Y lo mismo haremos con cualquier objeto con el que el paciente pueda hacerse daño.
Poner a la persona de lado, para que “cualquier líquido en la boca pueda salir sin causar peligro”.
Y hay que estar siempre pendiente del reloj, porque si la crisis dura más de 5 minutos debemos avisar a los servicios de emergencia.
Qué NO se debe hacer ante una crisis epiléptica
Seguro que lo hemos visto en la televisión alguna vez, pero no debemos forzar a la persona para que abra la boca ni ponerle nada dentro.
- No trasladar a la persona a otro sitio.
- No impedir que la persona se mueva o tiemble, y no tratar nunca de parar las convulsiones.
- No debemos tampoco intentar despertar a la persona.
- Y por supuesto, nada de gritarle ni sacudirle.
Y aunque tengamos el impulso de hacerlo, lo mejor es no darle agua, alimentos o medicación mientras dura la crisis epiléptica.