A la primera semana, en serio, del Mundial-2024 de MotoGP se le empieza a poner cara de gran premio. A la primera toma de contacto el martes, en la que el madrileño Jorge Martín (Ducati) ya enseñó los dientes, las fauces que le permitieron pelear por el título hasta la última carrera del 2023, le ha seguido, en este otro jueves caluroso y húmedo de Sepang (Malasia), donde volvimos a salvarnos del tradicional diluvio del mediodía, ocho horas frenéticas en las que los candidatos han tratado de coronar su trabajo de ayer con un mejor crono y en las que los maltratados por los percances del primer día, por ejemplo, Marc Márquez (Ducati) han intentado recuperar el tiempo perdido y hacerse con los mandos de la moto. MM93 ha sido hoy quien más vueltas ha dado al trazado malayo, hasta 63.
Vuelve ‘La Bestia’
Todo estaba predestinado a que ‘Martinator’, siempre el más veloz en cualquier circuito, iba a mantener el trono del podio virtual en este miércoles de pretemporada, después de destrozar, con un auténtico ‘tiempazo’ de 1.57.273 minutos, el récord que estableció, el pasado año, el bicampeón ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati, 1.57.491). Para que se hagan a la idea, Martín logró su crono muy pronto, en la vuelta 9 de las 56 que acabó completando. Pero, de pronto, cuando ya se acababa el día, Enea Bastianini, ‘La Bestia’, el muchacho que vivió lesionado (casi) toda la pasada campaña, emergió del ‘boxe’ oficial de Ducati y, en su giro nº 46, es decir, el penúltimo del día, pues realizó 47, le arrebató el primer puesto a ‘Martinator’, con un estratosférico 1.57.134, nuevo récord de Sepang.
Mientras ‘La Bestia’ maquinaba su zarpazo, otros cuatro candidatos al título, empezando por Martín, completaban el quinteto que rompería el récord de Bagnaia, pues no solo Bastianini rodó por debajo del viejo 1.57.491 del bicampeón, también lo hicieron, repito, ‘Martinator’ (1.57.273), el surafricano Brad Binder (KTM, 1.57.327), líder ya indiscutible de KTM; el siempre aguerrido y veloz Aleix Espargaró (Aprilia, 1.57.446) y, cómo no, Bagnaia (Ducati, 1.57.469).
Mientras los de arriba se peleaban vuelta tras vueltas, el ‘rookie’ Pedro Acosta (GasGas) bajaba de la segunda posición del martes a la octava del miércoles, demostrando su solidez y su capacidad para seguir codeándose, tras cinco días de entrenamiento en Sepang (el ‘tiburón de Mazarrón’ fue protagonista y líder, la semana pasada, de los tres días de test de los novatos) con los mejores del mundo. “No me canso de dar vueltas”, dijo Acosta, “pues MotoGP no tiene nada que ver con Moto2 y menos con Moto3. Aquí hay mucho curro, muchas cosas a probar y, sobre todo, mil parámetros para cambiar la moto”.
“Lo dije y lo mantengo: esto costará. Dije que veía demasiadas expectativas en la gente y que vamos a pelearlo, pero esto no es subirse a la moto y ganar. Ni hablar. Vamos a sufrir”
Todos trabajaron duro y probablemente mañana, último día de este primer test global, irán en busca del mejor tiempo y/o incluso probarán de hacer un simulacro de gran premio o de carrera al ‘sprint’ para conocer, ya con mayor conocimiento de causa, donde están y cómo esta su moto. Y, si digo que trabajaron todos muy duro, imaginense Marc Márquez (Honda, 14º, a 0.984 segundos de Bastianini), que, tras los problemas mecánicos de ayer en sus dos Ducati ‘Desmosedici’, completó 72 vueltas al caluroso trazado de Sepang, récord del día, por descontado.
La sinceridad de Marc
“Estoy en el sitio que quería estar. Tengo la moto que quería tener. He visto que tengo un buen equipo y el potencial de la Ducati es muy bueno”, comentó Márquez al acabar el larguísimo entrenamiento de hoy en Malasia. “Voy haciéndome con los mandos de la moto, voy relacionándome con mi nuevo técnico, mi nuevo equipo y también, claro, con Ducati, que me está ayudando mucho. Pero esto no es llegar y besar el santo, esto no es subirse a una Ducati y ganar”.
“Vengo de cuatro años locos”, comentó MM93, en la sala de prensa de Sepang, antes más de una docena de periodistas, “y lo dije en la presentación de nuestro equipo en Riccione. Vamos a sufrir. Voy a sufrir. Esto no será fácil, pero voy a intentarlo, que es lo que dije: he cambiado Honda por Ducati para volver a ser competitivo, para volver a sonreir, para disfrutar. Y sé que si disfruto, podré ganar carreras, pero hasta llegar ahí voy a sufrir. Habrá carreras que acabré el 10º y otros el 6º. ¿Podio? ¡Ganar!, eso es, ahora, una locura, pero voy a pelearlo ¡claro que sí! Ya dije que veía demasiadas expectativas a mi alrededor y me gustaría cumplir las etapas que me he propuesto antes de empezar a soñar”.