No era la misión para que el Atlético recurrió a él cuando decidió ficharle, hace ahora año y medio. Axel Witsel había sido durante toda su carrera un centrocampista puro y duro. En algunos tramos, ni siquiera era un pivote defensivo tradicional, sino más bien un medio con recorrido y cierta llegada, alcanzando los cinco goles en su primer curso en el Borussia Dortmund, hace ahora un lustro.
No, Simeone no pensaba en él como un defensa central. Seguramente, ni siquiera le veía como un titular indiscutible en sus planes, sino como un futbolista de fondo de armario, ideal para dar descansos a los Koke, De Paul y a ese ‘cinco’ titular por el que lleva dos años suspirando y que no termina de llegar, a la espera del desarrollo que pueda tener el recién llegado, y jovencísimo, Arthur Vermeeren.
33 partidos de 34 posibles
Pero los números no engañan. Este miércoles (21.30 horas), el Atlético jugará su partido número 34 de la temporada, la ida de las semifinales de la Copa del Rey frente al Athletic. Y para Witsel será su partido número 33, con la particularidad de que el único que se ha perdido fue el primero de LaLiga, por culpa de una sanción que arrastraba del curso anterior. Desde entonces, el belga se ha vestido de corto siempre que su equipo ha jugado.
A excepción de Jan Oblak, que ha jugado todos los minutos de la temporada, Witsel es de hecho el futbolista más utilizado por Simeone. Suma 2.679 minutos repartidos en esos 32 partidos, 29 de ellos como titular y 26 disputados desde el principio hasta el final. Supera por poco a Antoine Griezmann (2.672), quien sin embargo ha participado en todos los partidos del curso, al igual que Saúl Ñíguez, resucitado tras varios cursos de perfil bajo.
Witsel ya está a menos de 400 minutos de igualar su participación en toda la temporada anterior. Y de momento no pesa sobre él la amenaza de la acumulación de tarjetas amarillas, dado que solo ha visto dos en LaLiga, una frente al Barcelona y otra contra el Sevilla.
Las continuas lesiones del Atlético en defensa (Reinildo en el arranque del curso, Giménez y Azpilicueta) y el deficiente rendimiento de algunos compañeros (Savic y el ya cedido Soyuncu) han contribuido a consolidar a Witsel como núcleo de la zaga de tres centrales que suele desplegar Simeone. Pero no solo es una cuestión de necesidad, también lo es de méritos.
Un seguro de vida en los pases
La estadística avanzada demuestra que Witsel destaca, por encima del resto de factores, por su acierto en los pases. Está en el 3% de mejores centrales de las cinco grandes ligas en esa faceta, según los datos del portal especializado Fbref.com. El 93,2% de sus pases son exitosos, con porcentajes muy similares en la corta, la media y la larga distancia.
Su poderío aéreo (0,94 duelos perdidos por partido) y su limpieza en los duelos (0,62 faltas por encuentro, con apenas tres amarillas y ninguna roja en lo que va de temporada) juegan también a favor de la confianza ciega que le concede Simeone, pese a que sus 35 años sugieren que ya no está para acumular tantos minutos.
El Atlético estudia su renovación
La edad también parecería indicar que su tiempo en el Metropolitano se agota. De hecho, termina contrato en el próximo mes de junio, pero el deseo de Simeone es seguir contando con sus servicios una temporada más. Si todo se desarrolla con normalidad y no recibe cantos de sirena multimillonarios (véase Arabia Saudí), lo normal sería que renovase.
Porque hasta en un tramo de temporada tan exigente como el actual, con Simeone bramando por el escaso descanso concedido a su plantilla (acumula una serie de partidos en miércoles-domingo-miércoles-domingo) en comparación con el margen de su rival copero, el Athletic, Witsel lo juega todo. Ante los bilbaínos, otro fijo como Mario Hermoso apunta a ser suplente. Pero al igual que no hay descanso para el Atlético, tampoco lo hay para Witsel.