A finales de agosto, EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del Grupo Prensa Ibérica, informaba de que Arabia Saudí era una posibilidad de futuro para Jorge Vilda, exseleccionador español. Finalmente, el técnico que se proclamó campeón del mundo en Sídney se ha enrolado en el proyecto de intentar llevar a Marruecos al Mundial de 2027. La salida de Vilda se ha producido, como era de esperar, a una Federación fuera de Europa o del conjunto de equipos nacionales con tradición que criticaron su gestión al frente de la selección española, en especial con el caso Rubiales y en todo lo que tiene que ver con Jenni Hermoso.
Esta cuestión estuvo presente y ha sido clave en la incorporación de Vilda a Marruecos. Según han informado diferentes medios, el elegido para dirigir al combinado norteafricano era Lluis Cortés, técnico del histórico triplete del FC Barcelona femenino y hasta agosto, seleccionador de Ucrania. Un entrenador de prestigio y con experiencia en el fútbol de selecciones.
Vilda, una imposición para Cortés en Marruecos
“Tengo contrato hasta este verano y lo voy a cumplir. Ellos se han portado muy bien conmigo y no quiero dejarlos tirados, porque no es culpa suya que haya una guerra en su país. Nos quieren renovar dos años más, pero nos sentaremos en verano a ver cuál es el estado del conflicto”, reconocía Cortés en una entrevista con este diario.
La llegada del exentrenador azulgrana a Marruecos se torció al comprobar que dentro del organigrama de la Real Federación de Fútbol de Marruecos aparecía Jorge Vilda como parte del ‘staff’. En un principio, el madrileño iba a desempeñar un cargo similar al que también ejercía en la RFEF, donde coordinaba todo el fútbol femenino hasta que el 5 de septiembre se decidió su despido. Aquello supuso cortar el eslabón más débil del ‘rubialismo’ y la Federación que preside Pedro Rocha justificó su marcha como un proceso de “renovación”.
Con el contrato ya redactado, Cortés fijó una línea roja: no trabajaría con Jorge Vilda “por principios”, tras ser investigado por coacciones a Jenni Hermoso, a la que el exseleccionador de Ucrania dirigió en los años mágicos con el FC Barcelona. En su declaración del 10 de octubre en la Audiencia Nacional como imputado reconoció que abordó al hermano de Jenni Hermoso, cuyo testimonio cambio su condición de testigo en este juicio, para intentar ayudar a la jugadora, porque, según él, no la veía bien.
Vilda, un fichaje recomendado por la RFEF
Previamente, Vilda, a pesar del triunfo en el Mundial, vivió una aguda crisis con la desbandada de las ’15 rebeldes’, que denunciaron algunos de sus métodos como seleccionador. Algunas acabarían volviendo y formando parte del equipo que se coronó en Sídney. Estos episodios restringían el abanico de posibilidades de Vilda a la hora de buscar un nuevo proyecto, a pesar de ser el vigente campeón del mundo. En Marruecos, su atribución no iba a estar en principio en la primera línea y su fichaje fue recomendado por la RFEF, que trabaja con su homóloga marroquí en la organización del Mundial 2030.
Cuando Cortés supo de la imposición de Vilda rompió la relación con los ‘Leones del Atlas’. El propio entrenador catalán propuso alternativas, pero Marruecos respondió que la presencia del madrileño en ‘staff’ era innegociable. Finalmente, Vilda asumirá la dirección deportiva de la selección norafricana y la dirigirá desde el banquillo. Vilda sustituyó a Reynald Pedros, quien se va tras un destacado trabajo que llevó al equipo femenino del país al subcampeonato de la Copa Africana de Naciones.
En su primera participación mundialista, la selección de Marruecos, con Pedros al frente, consiguió pasar la fase de grupos. Fue superada por Francia en los octavos de final. Durante la cita mundialista se dieron dos hechos que explican la vida interna y social que rodea a este equipo nacional. La internacional Nouhaila Benzina se convirtió en la primera mujer en jugar con hiyab, el velo que cubre la cabeza y el pecho que las mujeres musulmanas usan en presencia de personas que no sean de su familia directa.
“¿En Marruecos es ilegal tener una relación gay?”
En una comparecencia previa a un partido, Ghizlane Chebbak, capitana marroquí, y el propio Reynald Pedros, vivieron una incómoda situación ante la pregunta de un periodista de la BBC. “En Marruecos es ilegal tener una relación gay, ¿tiene usted alguna jugadora gay en el equipo y cómo es su vida en Marruecos?”.
Chebback se quitó el pinganillo y miró a su entrenador antes de sonreír. La reacción de la FIFA fue la siguiente: “Es una pregunta muy política, así que nos limitaremos a las preguntas relacionadas con el fútbol”. Cabe recordar que la legislación marroquí castiga las relaciones entre personas del mismo sexo con penas de prisión de hasta tres años y multas de hasta 1.000 dirhams (94,09 euros).
Frente a este tipo de situaciones tendrá que lidiar Vilda, que, como objetivo deportivo tiene mantener la participación mundialista de Marruecos, el asalto a la Copa Africana de Naciones y la expansión del fútbol femenino por todo el país. Una máxima que Fouzi Lekjaa, presidente de la federación africana, se propuso desde su llegada al cargo en 2014.