El historiador del arte Albert Velasco ha sacado a la luz cinco obras atribuidas a Picasso y que pertenecieron al dibujante, caricaturista y galerista Josep Costa Ferrer ‘Picarol’ (Ibiza, 1876 – Palma, 1971), amigo personal del artista malagueño. Además, el investigador catalán ha tenido acceso a 160 cajas de documentos y fotografías que pertenecieron a quien fue el propietario de las Galerías Costa y fundador de Cala d’Or y asegura que es “sin duda, el archivo privado más importante que permite conocer el mercado del arte en el siglo XX”.
Las obras que ha dado a conocer Velasco en la reciente Jornada Mercat de l’Art, Col·leccionisme i Museus en Sitges son unos retratos en papel que corresponderían a la etapa catalana del artista, datados en 1898, en los que aparece ‘Picarol’, Lluís Bagaria y Joan Vidal Ventosa, miembros de la Cova Artística y asiduos de Els Quatre Gats, y el de una mujer. La quinta obra es un óleo de una corrida de toros.
Todos los dibujos están realizados en el mismo tipo de papel pautado y tienen los agujeros de las chinchetas que los mantenían colgados en la Cova dels Artistes, presume Velasco. Para refrendar que estos retratos tienen el mismo autor y proceden del mismo contexto, el historiador aporta una fotografía en la que se puede ver a ‘Picarol’ junto a Bagaria, Martínez Padilla y Ventosa en el taller de la Cova, cuya pared está cubierta de dibujos colgados con chinchetas.
“Me imagino que él [’Picarol’] conservó estos dibujos desde el momento en que desmontaron la Cova Artística, porque sabemos que los echaron del local que tenían en Barcelona porque no pagaban el alquiler. Eran jóvenes, no se ganaban la vida como se la tenían que ganar y me imagino que ‘Picarol’ se quedó estos dibujos y los conservó toda la vida entre sus pertenencias personales”, comenta Velasco. También indica que los descendientes del dibujante tienen constancia de estas obras y que no estaban ‘perdidas’ entre otros documentos.
Ni el archivo de ‘Picarol’ ni estos Picassos están ahora en Mallorca, pero lo estuvieron, asegura el experto en Historia del Arte, quien afirma que no puede ofrecer más datos sobre quien posee actualmente estas obras y la ubicación del archivo, aunque sí matiza que los Picassos siguen siendo propiedad de la familia Costa, “una de las cosas buenas a la hora de acreditar su procedencia y autenticidad”. Velasco tuvo acceso a este material mediante uno de sus alumnos de la Universitat de Lleida, Adrià Codina.
El investigador recuerda que Costa Ferrer era un personaje directamente relacionado con Picasso y fue el primero que exhibió obra del artista en Mallorca, en las Galerías Costa. “En el año 1929, le expuso dos cuadros y después, en 1948, le organizó una exposición para él solo, con 20 grabados y tres Picassos originales. Tengo la sospecha, no tengo pruebas, que es posible que alguno de estos Picassos originales que estuvieron expuestos en las Galerías Costa fuera alguno de estos que yo ahora he encontrado”.
Al margen de estas obras, para Velasco es muy importante que por primera vez un investigador haya podido tener acceso al archivo de Costa. “Es un conjunto de documentación inabarcable y cuando se ponga al alcance de todos los investigadores supondrá una aportación a la historia del arte y del galerismo, en Palma y en Cataluña, y del comercio del arte en el Estado español importantísimo”, afirma.