“Yo también he sufrido más de un episodio, más de una insinuación”; “la época más oscura de mi vida se la debo a esa persona”; “sé lo que hay con esta persona. Tristemente, lo descubrí después de que me arrasara por dentro”. Son algunos de los comentarios de actrices canarias que han acusado de presunto abuso sexual y psicológico al director de canario Armando Ravelo. Y se enmarcan en la publicación que realizó la creadora multidisciplinar de Gran Canaria Koset Quintana en sus redes sociales el pasado sábado, en la que denuncia que Ravelo le hizo insinuaciones sexuales cuando ella tenía 15 años. “¿Te mola hacer cosas malas?”, le pregunta durante una de esas conversaciones mantenidas durante 2015; en ese mismo diálogo, le espeta “soy muy mayor para las otras maldades contigo”, para a continuación añadir: “Bien pensado tampoco estaría mal”. “No solo me incitaba a tener sexo con él, sino que me hablaba de drogas y porno”, cita Quintana en su publicación.
La denuncia sale a la luz después de que tres mujeres acusaran de “violencia sexual” al cineasta español Carlos Vermut en una investigación de El País, por unos hechos acaecidos entre mayo de 2014 y febrero de 2022, en los que el autor de Magical Girl supuestamente sacó ventaja de su reconocimiento y posición en el cine para tener relaciones sexuales violentas que ellas no consintieron. Quintero reconoce que leer ese reportaje la impulsó a hacer la publicación. “Creo que hablo en nombre de muchas si digo que estamos muy cansadas de que haya tantos hombres en las altas esferas haciendo uso de su poder para violar, acosar y manipular a otras. En este caso, también vuelve a tratarse de un director de cine afincado en Canarias y subvencionado por el Gobierno“, comenzaba su post.
Quintero conoció a Ravelo durante un taller en un videoclub en el que el cineasta impartía una charla sobre la historia del celuloide. “Desde ahí se mantuvo una conversación esporádica donde yo solo quería ser vista y que contaran conmigo para algo” recuerda Quintero, que en 2022 se graduó en Arte Dramático con una matrícula de honor por mi trabajo final de investigación. En esas conversaciones, el director se sorprende de que tuviera 15 años, le propone un papel en una serie de televisión o la piropea: “Esa foto es muy…. como decirlo. Sexy, y lo sabes”.
Al poco de subirla a sus redes, la publicación generó centenares de comentarios que mostraban su apoyo a la creadora y, también, otras actrices contaban haber sufrido los comportamientos de Ravelo. “Querida, hemos tenido experiencias diferentes, pero sé lo que hay con esta persona. Tristemente, lo descubrí después de que me arrasara por dentro, por suerte y sin saber muy bien cómo una parte de mí me salvó y pude salir del agujero negro en el que estaba”, cita la actriz lanzaroteña Marta Viera, galardonada tres veces con el Premio Réplica a la Mejor Interpretación que otorga la Asociación de Empresas de Artes Escénicas de Canarias.
La también premiada actriz Laura Perdomo expuso haber vivido “años de acoso” con Ravelo. “No todo vale para un papel en un proyecto. (…) No es fácil, pero hay que hablar y confiar en que todo se pone en su lugar”, remarca.
“Yo también he sufrido más de un episodio. Más de una insinuación que por supuesto rechacé. De hecho lo he denunciado siempre en mi círculo cercano, lo he acusado siempre y me negué a volver a trabajar con él”, manifestaba la actriz y cantante Nati Vera.
Por su parte, la actriz de teatro y cine Sigrid Ojel agradecía “profundamente” a Quintero su publicación, revelando que conoce bien “a ese personaje” y que “jamás volvería a trabajar con semejante persona”. Y Minerva Santana, reportera y presentadora además de actriz, respaldaba “cada una” de las palabras de Quintero, confesando que “la época más oscura” de su vida se la debe a Ravelo. “Y sí, la palabra es arrasar, porque destroza lo que toca. Por suerte estamos bien lejos de eso ya y sabiendo que no fue, no es y nunca será algo nuestro”.
Pero los testimonios no eran solo de mujeres. Aridane Díaz, operador de cámara, revela que la “peor experiencia laboral” de su vida fue con Ravelo en 2020. “Tuve una nefasta experiencia (la peor experiencia laboral de mi vida) con este ser en el 2020. Horrible. No me gustaron nada las cosas que pasaron, el trato, los valores, las formas, las intenciones…”
Quintero revela que su testimonio es tan solo “la punta del iceberg“, pues le han llegado numerosas experiencias en el mismo sentido. “Lo que más he recibido son testimonios de acoso por redes, también de maltrato psicológico”, añade. Ante ello, ha recomendado que todas las denuncias se canalicen a través de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA). Desde la escuela oficial de actores de Canarias ya se alertaba sobre Ravelo. “Las reuniones no se hacen en bares. No tienes que ir a casa de nadie a hacer un casting ni atender teléfonos a horas atemporales”, comenta una de las profesoras del centro.
“Siempre te ofrece un trabajo. A veces creaba personajes acordes a una chica para que trabajara con él. Después empieza una conquista. Ha iniciado proyectos con el único fin de estar estar con una chica“, declara una actriz que trabajó con Ravelo y que prefiere mantenerse en el anonimato. “Lo malo es cuando llega un momento en el que te sientes acosada por él y es una especie de manipulación”, añade, revelando que en su caso particular, sufrió más el supuesto abuso psicológico. Para ella, la publicación de Quintero ha supuesto “una liberación”.
Ravelo admite haber tenido “actitudes muy feas con las mujeres”
Ravelo, que se ha borrado de las redes sociales, ha admitido los hechos expuestos por Quintana en su publicación de redes sociales. “Lo admito y asumo las consecuencias. A esa chica la conozco en un taller y pienso que es adulta. Cuando me dice que tiene 15 años, pienso que es una broma. No trato de justificarme. La conversación es patética y lamentable, aunque tiene un contexto. Pero asumo que está fuera de lugar“.
El cineasta reconoce que ha tenido “actitudes muy feas con las mujeres” en su forma de relacionarse y de mantener el contacto, pero niega que haya ejercido violencia. “Nunca he cometido un acto de violencia contra la mujer, nunca he forzado a una mujer. Nunca lo he hecho y quien quiera demostrarlo, pues iremos a juicio”, sostiene. Aunque ha tenido “relaciones con actrices porque al final es la gente con la que te relacionas”, rechaza haber ofrecido papeles en alguno de sus proyectos a cambio de sexo. “Nunca. En la vida. Lo niego categóricamente”.
En este sentido, asegura que en los últimos años ha cambiado su forma de actuar con las actrices y las mujeres. “He tomado cartas en el asunto y he intentado cambiar. Hago terapia”. Y defiende que “es bueno y necesario que salgan a la luz estas cosas y que se exponga a la gente que ha hecho cosas mal, como es mi caso”.
El director pide “disculpas” por su comportamiento con las mujeres. “Pido disculpas a la sociedad, sobre todo por esa primera parte de mi carrera. Tengo claro que esto para mí era necesario. Y lo agradezco”.
Subvencionado por instituciones públicas
El último trabajo de Ravelo, Érase una vez en Canarias, recibió el respaldo del Gobierno regional, el Cabildo de Gran Canaria, la RTVC y ayuntamiento de Gáldar (Gran Canaria) y desde Tenerife por San Cristóbal de La Laguna, Buenavista del Norte, El Rosario y La Orotava. El largometraje aborda la realidad de las personas migrantes que llegan al Archipiélago y es una de las candidatas a ser nominada para la categoría Mejor película de los Premios Goya 2024.
La trayectoria de Ravelo en el cine se inició en 2011 y, un año después, creó el proyecto Bentejuí, una iniciativa para crear productos culturales que tengan como tema central la Historia de Canarias, que se inició con el cortometraje Ansite (2012), que narra la resistencia sobre la resistencia de un líder indígena frente a la conquista española y siguieron el corto Mah (2015), las obras teatrales Sara y Darmo y la Cueva de los antiguos canarios, Ancestro y La Tribu de las 7 islas, que se convirtió en su primer largometraje. En total, ha llevado a cabo once obras audiovisuales, tres en teatro y ha publicado un libro. También ha recibido varios premios.