Miedo. Detrás de cada lesión, hay ese temor a no volver igual, a no hacerlo lo antes posible, a tener que tomar decisiones si las cosas no funcionan. Cada lesión es única y cada deportista también. La misma lesión, en dos cuerpos distintos, puede evolucionar de maneras totalmente diferentes. Y si hablamos en el caso de hombres y mujeres, más aún. Los tiempos de recuperación y los factores que condicionan la evolución son diferentes y, por ello, la medicina ha tenido que ponerse las pilas para dar respuestas concretas. La rotura del ligamento cruzado, una de las lesiones más crueles y que está azotando el fútbol en los últimos años, es la que reune más esfuerzos y estudios.
“Si un hombre y una mujer practican el mismo deporte, por ejemplo el fútbol, la deportista se rompe entre 4 y 5 veces más que el deportista. Está comprobado”, constata el doctor Joan Carles Monllau, referente internacional en el campo de la cirugía de rodilla, y que ha operado de cruzados a grandes estrellas como Alexia o Gavi. Las cifras son demoledoras. Las mujeres, por su morfología, ya tienen una mayor tendencia a sufrir esta lesión y, además, su tiempo de recuperación suele ser el doble que el de los hombres (necesitando más de un año). “Parece ser que el hecho de tener la pelvis un poco más ancha, las piernas un poco más rectas y la tendencia al valguismo (la rodilla siempre va hacia dentro) hace que las mujeres se rompan más los ligamentos cruzados“, analiza el Dr. Monllau.
Procesos hormonales
Además de por su morfología, las mujeres también están condicionadas por los procesos hormonales que van de la mano del ciclo menstrual. “Sabemos que los picos menstruales afectan y en momentos en que hay una caída o una subida de hormonas, que responde a la necesidad de tener una mayor laxitud y se pueda dar a luz en un momento dado, se da una mayor laxitud a los ligamentos y justo en esos días te rompes más“, añade.
Es por eso que algunos equipos deciden someter a sus plantillas a terapia anticonceptiva durante toda la temporada, para mantener un estatus hormonal estable durante todo el ciclo menstrual y que así no tengan estas variaciones de hormonas y que los ligamentos sean más resistentes.
Hay diferentes maneras en las que un o una deportista se rompe el cruzado, pero es cierto que la mayoría se deben al mismo tipo de movimiento. Un autotraumatismo (un giro mal hecho o descoordinado), el pie clavado en el suelo y el deportista se gira y los músculos no acaban de proteger la articulación o donde la torsión es tan bestia que se acaba rompiendo el ligamento, ya que se supera su límite de elasticidad y de resistencia.
Necesidad de respuestas y estudios médicos
«Es reciente que las mujeres hayan comenzado a profesionalizarse en el fútbol, y apenas ha habido tiempo para realizar estudios y conocer un poco más el cuerpo de las jugadoras. Está claro que es un cuerpo diferente al de un hombre. Creo que son cosas que hay que mejorar», criticó recientemente Alexia Putellas en una entrevista a FIFPRO. Precisamente el sindicato internacional de futbolistas publicó recientemente un estudio en el que se buscaban las principales causas del aumento de casos en los últimos años. “La mayor carga de trabajo, los desplazamientos y el descanso insuficiente en el fútbol femenino provocan mayor propensión a las lesiones, incluidas las ligamentarias”, concluía el estudio con datos de futbolistas de las principales ligas de Inglaterra, Francia, Alemania y España de las temporadas 2021/22 y 2022/23
“Hace unos años, el Barça tuvo en una temporada cuatro roturas de ligamento cruzado. Saltaron todas las alarmas y se hizo una búsqueda exhaustiva de la literatura mirando el tipo de botas, de césped, las horas competidas… Y había muy pocas evidencias y comprobaciones científicas de que, esto que parecía lógico, fuera realmente la causa. En ese caso, de hecho, las jugadoras no usaban ni las mismas botas ni se habían lesionado jugando en el mismo tipo de césped… Todo era diferente”, refuta el Dr. Monllau, con cuarenta años de experiencia.
“La tendencia de que te vuelvas a romper el ligamento cruzado de la misma rodilla es de un 4%, pero que el que te rompas sea el de la otra rodilla es de un 7%. Es más frecuente que te rompas el de la otra pierna que no el mismo”
Más allá de los aspectos morfológicos o relativos a la salud, hay elementos del entorno que influyen en este tipo de lesiones. “Los deportistas siempre se han lesionado, pero es cierto que ahora acumulan más partidos. Esto se ha convertido en un negocio y hay un interés comercial alrededor que ha provocado que lo que antes era un partido por semana y esporádicamente algún momento de la temporada dos partidos, ahora son mínimo dos a la semana fijo. Son profesionales y que están muy preparadas para hacer esto, pero hay un punto de que estamos llegando al límite de lo que se les pide a estos deportistas”, analiza el doctor, que recalca la importancia de que el o la deportista lesionado tenga un entorno que le invite a la calma. “Las prisas son el peor aliado en este tipo de lesiones“.
“Presión monstruosa”
Hay que tener en cuenta, además, que los deportistas ahora mismo son relevantes más allá de los que sucede en el terreno de juego, un factor que invita a las prisas por volver. “Estos deportistas tienen contratos brutales, son empresas en sí mismos. Y estar parado es un drama. Si son gente consolidada, que todos los respetan, no pasa nada. Pero si es gente que está a punto de petarlo, como es el caso de Gavi ahora, la presión que recibirá será monstruosa. O los padres tienen la cabeza muy bien amueblada y le recuerdan que esto es para toda la vida. Es mejor esperarse un año ahora que no tener que arrepentirse en dos meses“, concluye el Dr. Monllau, quien ha intervenido quirurgicamente al centrocampista del Barça.