La idea que dio lugar al universo literario de Reina Roja, que ha convertido a Juan Gómez-Jurado (Madrid, 1977) en un escritor superventas, es el autor en castellano más vendido-, nació en Bueu (Pontevedra). Presenta a sus lectores del último título de la saga, “Todo vuelve” (Ediciones B), donde vuelve a poner al límite al trío protagonista –Aura Reyes; Mari Paz Celeiro, ourensana de Vilariño, e Irene Quijani, Sere–. El 29 de febrero, “Reina Roja” saltará a la pantalla en Amazon, en una serie de la que Gómez-Jurado es el productor ejecutivo y consultor de guion.
“Todo vuelve” comienza con Aura Reyes acorralada en el patio de cárcel. Disfruta poniendo al límite a sus personajes…
Cuando escribí esa frase del principio: “Aura Reyes necesita 10 minutos, estará muerta en 3”. Yo dije: “Hostia, qué chulo, qué frase tan buena… A ver cómo escribo yo esto ahora”. Y, efectivamente, la diferencia es que ella es capaz de elaborar un plan, una estrategia que funcione y que le salve la vida en esos 10 minutos, pero yo necesité un mes para que se me ocurriera. Pero bueno, para eso tenemos personajes de ficción, para que sean capaces de hacer las cosas a las que nosotros no llegamos.
¿Sacamos lo mejor de nosotros mismos cuando estamos al límite?
Sí, claro. Estas madres que son capaces de levantar un coche porque su hijo se ha quedado atrapado debajo… Cuando tú pones a alguien entre la espalda y la pared es cuando puede dar lo mejor de sí mismo.
En sus novelas hay mucha acción, pero también hay amistad, amor, lealtad…
Sí, es curioso porque mis libros son thrillers, son historias donde suceden muchas cosas, muy potentes, con mucha acción. Y sin embargo, lo más importante, por lo que me preguntáis todos no es por la peripecia, sino por los personajes y por las relaciones entre ellos. No es algo habitual y lo agradezco infinitamente porque supone que los personajes han tenido una significación y que han calado en vuestro corazón, en vuestra conciencia. Creo que eso tiene mucho que ver también con ellas mismas. Son personajes muy distintos, pero que a través de las pruebas que les va poniendo delante la vida, desarrollan un amor y una confianza, una especie de familia encontrada de la que te dan ganas de formar parte de ella. El concepto de la familia que no es de sangre siempre lo he reflejado en mis novelas, pero en ésta más aún.
Sus protagonistas son mujeres muy fuertes. ¿Están inspiradas en alguien?
No tengo más que salir a la calle y mirar a mi alrededor. Creo que en alguna ocasión, casi siempre un hombre me ha preguntado: “¿Cómo haces para escribir mujeres tan fuertes?” Y yo respondo: “Hay cuatro mil millones de personas ahí fuera. Las mujeres son exactamente la mitad de la humanidad. Hay muchos modelos donde elegir”.
“La idea del universo de Reina Roja se me ocurrió estando en Bueu”
¿Y los asesinos? ¿Están construidos a partir de casos reales?
No. Casi siempre los asesinos reales son mucho menos interesantes que los de ficción. Primero porque hacen cosas que no son plausibles. Pensemos en John Wayne Gacy, que se disfrazaba de payaso los fines de semana y entre semana mataba gente. Eso no lo puedes contar en una novela. ¿Por qué? Porque no hay quien se crea que haya alguien que pueda tener esas caras tan opuestas. Cuando escribo sobre estos seres tan malvados lo hago con muchísimo cariño y mimo. Son mis personajes favoritos. Obviamente porque son personajes, pero también porque hacen mucho daño a los héroes y a las heroínas, que son los que más lata me dan.
Siempre dice que los días previos al lanzamiento de un libro son horribles. “Reina Roja” está a punto de estrenarse en Amazon (29 de febrero), ¿vive los días previos al estreno con la misma incertidumbre?
En absoluto. En un libro sólo salgo yo en la portada. En la serie, la responsabilidad es compartida. Además, es una serie absolutamente espectacular. Mejor que la novela. Además, tenemos el orgullo de ser la primera serie hecha en España que va a tener un estreno mundial, como una de esas superproducciones estadounidenses, como “Juego de tronos”. Es ilusionante.
“Casi siempre los asesinos reales son mucho menos interesantes que los de ficción”
¿Lleva bien eso de ser el escritor en castellano más vendido o le genera presión?
No, en absoluto. Al revés. Siento orgullo y agradecimiento por los lectores. Cuando yo explicaba el proyecto de Reina Roja hace años, me decían que estaba loco y que no iba a funcionar. ¿Una serie de libros que están interconectados, pero sin decírselo a nadie, sin ponerles números, sin explicar cómo tienen que leerse y, además, esperando que cada lector lo lea en un orden distinto para que las experiencias sean distintas? Una de las cosas que me dijo un editor es que la gente no era tan inteligente ni tenía la suficiente capacidad de atención. Yo le dije que ésa era su opinión y que yo prefería tener 500 lectores que disfruten los libros por lo que son que tener que cambiar las cosas y hacer algo que no quiero.
¿Lo importante es disfrutar escribiendo?
Disfrutar no voy a disfrutar nunca escribiendo un libro porque odio escribir profundísimamente, pero sí que voy a poder conseguir el objetivo me había planteado al principio. El proceso de la escritura es duro, es difícil. Es como el running: salir a correr una hora y media no es divertido. Lo mejor es cómo te sientes después de esa hora y media. Yo disfruto con el trabajo de documentación y con la promoción, hablando del libro, estando con los lectores.
Bueu es parada obligada en sus giras. ¿Por qué?
Primero, porque son gente maravillosa en ese pueblo. Segundo, porque tengo mucho cariño por Galicia. Tercero, porque ahí fue donde se me ocurrió la idea del universo de Reina Roja. Y cuarto, y no menos importante, porque los escritores casi siempre hacemos promoción en las ciudades grandes e importantes como Santiago, Madrid, Vigo, Barcelona… y un pueblo pequeño y pesquero donde hay una única librería, pero 5.000 habitantes que son muy lectores, también se merece la visita de un autor, ¿no? Si con esto inspiro un poquito a mis compañeros para que también vayan a los pueblos, pues estará bien.