El murciano Carlos Alcaraz (2), insaciable después de comentar que su objetivo es conseguir las gestas de Novak Djokovic, se preparó en el último entrenamiento para “una dura batalla”, como el mismo dijo en rueda de prensa, ante el serbio Miomir Kecmanovic, en los octavos de final del Abierto de Australia.
“En Miami fue una dura batalla y me espero el mismo partido aquí. En 2023 no tuvo un buen año. Me ha sorprendido porque Tommy (Paul) estaba jugando muy bien, pero la verdad es que Kecmanovic también. Necesitaremos todas nuestras armas para intentar vencerlo”, comentó el vigente campeón de Wimbledon que tendrá la oportunidad de conseguir el billete a los cuartos de final en el único ‘slam’ donde nunca lo consiguió en el pasado.
Alcaraz y su equipo tuvieron que suspender la sesión prevista para las 12:30 horas en la pista 16, su preferida para los entrenamientos, después de que Melbourne volviera a cambiar repentinamente de tiempo y ofreciera una jornada fresca y con algunos tramos de llovizna.
Se trasladaron a las pistas del Centro Nacional, situado en el sector más al este del recinto de Melbourne Park, y entrenaron durante una hora.
La sesión no fue muy exigente y potenció “el alegre juego de Carlos”, como su actual preparador Samuel López indicó a lo largo de la semana, con cambios de direcciones y variedad, con su hermano Álvaro en el otro lado de la red como ‘sparring’.
Alcaraz, que comentó en la rueda de prensa posterior a su primera victoria que prefiere jugar de día, disputará su choque contra el serbio Kecmanovic en el primer turno del pase nocturno.
Ambos tenistas ofrecieron una lucha titánica al público de Miami en 2022 y el murciano tuvo que exprimirse al máximo para llevarse el duelo por un ajustado 6-7(5), 6-3 y 7-6(5), tras dos horas y 23 minutos de juego.